Después de un invierno atípico, marcado por las altas temperaturas y la ausencia de precipitaciones, el campo soriano se hallaba inmerso en la incertidumbre de cara a la campaña del cereal. No solo en las parcelas de la provincia, la situación preocupante se extendía a toda España, más acuciada en la zona centro y sur del país donde ya se registran pérdidas irreversibles, tal y como informaba la organización agraria Asaja tras la sectorial nacional celebrada el 10 de abril en Madrid. Sin embargo, las lluvias que se han registrado en este mes de abril (más de 40 litros en la zona del embalse de la Cuerda del Pozo) han proporcionado un respiro al agro soriano y los profesionales del campo encaran la campaña con cierto optimismo. «No venía nada bien, porque casi no llovió en invierno. Con lo que ha caído el secano puede mejorar bastante, siempre que acompañen más lluvias en un futuro», explica el técnico de Asaja Soria, Nacho Marcos.
Así las cosas, las condiciones meteorológicas han retrasado la mayor parte de las tareas en las parcelas y en estos días es cuando se están llevando a cabo las labores de nitrogenado, que «tocaban antes», pero sin agua en la tierra «no tenía sentido» hacerlo.
Asimismo, también se está procediendo a la eliminación de las malas hierbas, ya que es en esta época cuando están apareciendo y es el momento de aplicar los distintos tratamientos en las fincas agrícolas.
«Ha sido un invierno anormal y se ha desarrollado poco el cultivo. Lo temprano (sembrado en octubre-noviembre) ha sufrido mucho, aunque lo más tardío está en mejores condiciones», especifica el técnico de la organización agraria.
En la reunión de Madrid, a la que asistieron los responsables de la sectorial provincial de cereales de Asaja Soria, Fernando Borque, Restituto Nafría y Eduardo Pacheco, se estableció que con superficies de siembra similares a años anteriores (5,7 millones de hectáreas), a excepción del trigo duro y el girasol, los rendimientos van a ser «más bajos» teniendo en cuenta las reducciones ocasionadas por las elevadas temperaturas del mes de febrero y la reiterada falta de agua a lo largo de todo el invierno, que han ocasionado el adelanto vegetativo de las plantas. A estas mermas hay que añadir las ocasionadas por las heladas de las últimas dos semanas y los daños provocados por los animales salvajes.
regadío sin problema. Lo que «no parece que vaya a tener problema» es el regadío en la provincia de Soria, apunta Nacho Marcos, teniendo en cuenta que el pantano cuenta con unas reservas de más del 79%, ligeramente por debajo de la media de la década a mediados de abril que se halla en el 82%. «Ahora están con la siembra de la poca remolacha que queda y con la patata», añade el técnico de Asaja Soria.