La responsabilidad de estrenarse en las urnas

Ana Pilar Latorre
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6.000 jóvenes podrán votar por primera vez en Soria. Son conscientes de que voto es codiciado, pero insisten en que no son «fáciles de convencer y manipular»

La responsabilidad de estrenarse en las urnas - Foto: Eugenio Gutierrez Martinez.

E n dos meses se estrenarán en las urnas a lo grande, con dos citas electorales (28 de abril y 26 de mayo) en cuatro ámbitos (europeo, nacional, autonómico y municipal) y reconocen que es algo que les hace «mayores» y que supone «una gran responsabilidad», pero que a la vez les permite participar en la democracia, «aunque sea un poquito». Cristina Caballero, Sergio Fernández, Andrea Cacho, Natalia Álvarez y Juan Pérez-Algorri, de 18 y 19 años todos ellos, saben a lo que se enfrentan y, a la vez, la oportunidad que les ofrece la democracia de aportar su granito de arena para decidir el futuro.  

Los reunimos para saber cómo se plantean las citas electorales y qué es lo que podría inclinar su voto en función de los principales intereses que tiene la juventud de hoy en día. A la pregunta de si conocen bien las fechas y lo que se decide, responden que «más o menos», pero se defienden bastante bien a la hora de explicarlas, de las europeas a las locales. «Por lo menos nos pillarán antes de los exámenes... Estaremos ya pensando en Valonsadero», bromean. Muchos de ellos han acompañado ya en otras elecciones a votar a sus familiares, a ver el ambiente de urnas, mesas, papeletas... Pero reconocen que ahora les interesa mucho más, por el hecho de «poder elegir y participar, la importancia de poder hacerlo y lo que significa el no hacerlo, además de a quién».

Todos ellos ya han decidido si van a votar o no y responden con contundencia que sí. Incluso alguno de ellos ha participado en una encuesta de Twitter -su red social favorita- sobre participación de la juventud en los próximos comicios. De los seis, tres tienen ya muy claro a que formación política van a dar su voto. Eso sí, aseguran que aún así, van a «leer todos los programas». Ese día, en el que también podrán formar parte de una mesa electoral, cogerán o no papeletas y ejercerán su derecho a voto. Si tienen cualquier duda en ese momento, «pues a preguntar». Sobre el sistema, se irán poniendo al día. La ley  D’Hont, de la que ya volvemos a oír hablar como en cada proceso electoral, es una gran desconocida para ellos excepto para uno, a la que se la explicó su profesor de Historia en el instituto.

También dicen conocer todas las opciones, sobre todo «las cinco más importantes» y mencionan que en sus casas, sus padres y abuelos les hablan de otros tiempos de bipartidismo. No son de los que se dejan convencer por sus familiares sobre sentidos de voto, sino que les gusta crear su propia opinión. Sí que indican que sus padres les preguntan su opinión sobre política y los distintos partidos, pero «sin presionar». «En mi casa mi abuelo es el que más habla de política y nunca me ha dicho que me incline por unos y por otros, pero sí hablamos del tema», comenta uno de los jóvenes.  

Son conscientes de que sus votos son muy codiciados por los partidos políticos. «Creen que somos fáciles de convencer y manipular, pero en nuestro caso vamos a informarnos para estudiar bien a quien dar el voto», comentan al tiempo que hablan de los efectos de votar en blanco. La abstención, dice uno de ellos, «me parece muy mal», porque «se ha luchado mucho y durante mucho tiempo para conseguir el voto y no se puede tirar». Sienten que «cae en los hombros la responsabilidad del futuro para los próximos cuatro años, aunque sea poco sientes que tienes algo que aportar».

tele y twitter. Los seis electores ‘novatos’ siguen la actualidad política «por la tele y por Twitter», aunque reconocen que en redes sociales «muchas veces se incluye lo más anecdótico, las meteduras de pata, y no lo positivo...». «Aunque de lo más importante siempre te acabas enterando y comentándolo con la familia y los amigos», explican. «Twitter es como más opinión», por lo que ciertamente es lo que más llega a los jóvenes y en lo que, seguro, incidirán los partidos políticos. Sin ir más lejos, uno de los partidos mayoritarios acaba de estrenar lema esta semana con guiños a la juventud a través de símbolos característicos (almohadilla del hastag y emoticonos).

Tienen la intención de ver debates de los candidatos, porque creen que «es interesante ver lo que dicen y, sobre todo, como se explican». Para ellos es también importante haber visto a los candidatos en entrevistas, porque «así se conoce el lado más humano, si hacen deporte, lo que piensan de los jóvenes, lo que hacen en su día a día...». Conocen a los candidatos a las generales, pero en otros planos no están tan al día. Tendrán que informarse de los que optan a ser senadores, diputados y procuradores regionales para defender en Madrid y Valladolid los intereses de Soria, aunque aseguran no conocer a los actuales, aunque al nombrárselos alguno de ellos les «suena». En municipales, conocen a los últimos alcaldes, pero no saben quiénes optarán por otros partidos ni, con seguridad, las fuerzas políticas que tienen representación actualmente, por ejemplo, en el Ayuntamiento de la capital.

Revisando la representación política, todos ellos abogan por que «los más mayores dejen paso a los más jóvenes, no es lo mismo un señor de más de 65 años que alguien de más de 28, que empatiza más con la juventud por la época en la que se ha nacido. Debe haber representación de todo, no solo personas mayores». Sin embargo, otro de ellos apunta que «a los partidos les interesa tener gente mayor como representantes, porque hay que tener en cuenta que la población está envejecida».

«Está el tema calentito», apuntan sobre la situación actual del país con temas como el process o la corrupción, que son problemas que creen que toca a los partidos solucionar de la mejor forma posible, sin promesas que después no se hagan realidad. Han crecido con la crisis económica y saben de la peseta por «las que guardan en mi casa por un bote», mientras que apuntan que con el euro llegó un aumento de precios que se acentuó después con la recesión. «Con la desaparición de la peseta la liaron bien», comentan. Algunos de ellos reconocen que tienen «miedo a los extremos» y que muchos jóvenes se están viendo arrastrados por los mismos. «Muchos tienen ideas inculcadas en casa y son cerrados de mente», añade otro de ellos. Les preocupa el machismo, el racismo y la homofobia, porque «son cosas en las que se ha avanzado mucho y no se puede ir para atrás». También hacen referencia a que hay parte de la juventud que «se queja de todo y luego no quieren saber nada de política ni tienen intención de votar».

Entre los temas que ellos quisieran ver reflejados en los programas, además del paro y la precariedad laboral, apuntan que «debería haber una ley de educación permanente, que no dependiera de quien gobierna en ese momento. Cuando te acostumbras, cambia todo de repente...». Sobre la despoblación, un tema que también a los jóvenes sorianos preocupa, creen que los políticos deben actuar en vez de lanzar ideas y después no llevarlas a cabo. 

Para ellos, es importante que «no se concentre todo en las capitales grandes» y, sobre todo, «que se mejoren las comunicaciones en general, con autovía en todas las direcciones». «Instalaciones y servicios decentes como, por ejemplo, la estación de autobuses...», comentan. La sanidad es otra de sus preocupaciones, sobre todo la cobertura en el medio rural. Pero una cosa sí que creen importante, que se regulen las apuestas en casas y on line para la juventud, por casos graves que conocen, aunque piensan que «no interesa» hacerlo, como el alcohol y el tabaco .