M aestro y maestra con corazón llenan de amor e ilusión. La vida es mejor con (poesía). Son (risas). Colorea tu mente. Dibuja tu vida. Enséñame, apréndete... Quizás está última expresión sea la más acertada si se quiere buscar una definición hiperbreve del proyecto de los 14 alumnos de la asignatura Didáctica de la Creatividad Literaria de cuarto curso del grado de Educación Primaria del Campus Duques de Soria, desarrollado durante el primer cuatrimestre. Las primeras oraciones forman parte del mural que confeccionaron en un tramo de la tapia del polideportivo San Andrés (calle Geólogo Palacios). Sobre un fondo de hexágonos de colores han compuesto con azulejos la palabra ‘SUEÑA’ y en cada pieza, con vinilos, han escrito diferentes expresiones, todas bajo el hilo conductor de la didáctica y la literatura, como bien define el título de esta materia opcional.

Susana Gómez Redondo, profesora de la asignatura, recuerda que la primera pregunta que hizo en clase fue: «¿Quién cree que es creativo?». «Pocos» levantaron la mano. Está convencida de que si ahora la volviera a repetir, todos la alzarían.  Sara Romero Calonge, alumna de esta asignatura, también está segura de ello. «La idea es que hicieran un proyecto relacionado con la creatividad y que experimentaran desde el principio el diseño, la ejecución y la realización de un proyecto que ellos también decidían», aclara la profesora universitaria.

Poco a poco fue tomando forma, después de debatir distintas opciones y de repasar ideas de otras iniciativas en ciudades tan diferentes a Soria como Dublín o Berlín. Y es que salir del aula para trabajar y mostrar en la calle se convirtió en un aliciente. «Traspasar el aula también motivó. Parece que estamos ahí encerrados en el marco aulario, salir es diferente, salir a la ciudad», comenta Susana Gómez.

Para la profesora es fundamental que los alumnos de Educación, que van a ser maestros y van a enseñar a las generaciones futuras, descubran que son capaces de crear. «Parece que tenemos una especie de bloqueo como que los creativos son siempre otros», matiza, aspecto en lo que alumna enfatiza para poner el acento en la relevancia que para ella tiene que los niños dispongan y disfruten de la «libertad para crear». «Todo el mundo puede ser creativo y tienen que creer en la creatividad en el aula», apostilla la profesora.

un trabajo en equipo. En el caso de Sara Romero ya ha concluido el grado de Educación Infantil y está completando el de Primaria, estudios que compagina con el deporte, con el baloncesto y el atletismo. Precisamente, la «falta de tiempo» fue uno de los hándicap que acusaron los alumnos de este grupo universitario, el hecho de poder sacar un rato cada tarde para salir a la calle y dar forma a su proyecto. «Parecía que no nos íbamos a poner de acuerdo. No era muy numeroso, catorce alumnos en total. Hemos sabido trabajar bien juntos, repartirnos las tareas. Las frases las hemos creado todas nosotros. La asignatura me ha dado pie a crear cosas y a que me tengo que dejar llevar por lo que pienso», cuenta la estudiante.

Por eso también la palabra ‘SUEÑA’. Porque el sueño de estos chavales de Magisterio -como históricamente se ha llamado a la carrera- es ser maestros y encomendada tienen la tarea de que los escolares del futuro no dejen de soñar. «Así lo plasmamos», puntualiza Sara Romero Calonge.

autonomía. Uno de los objetivos de la asignatura es fomentar la autonomía de los alumnos, al igual que otras iniciativas de años anteriores, también de la misma asignatura impartida por Susana Gómez. Recuerda ‘Universos’, en el que los universitarios escribieron «oraciones» en distintos emplazamientos de la capital soriana, como las márgenes del río Duero o en la ‘pajarita’ del Campus Duques de Soria. «En aquel momento eligieron hacer poesía urbana y ahora se han arropado más en elementos plásticos», señala la docente. En este sentido, su alumna apostilla que se decantaron por esta opción por lo que estaban aprendiendo, asimismo, en la asignatura de Plástica.

«No nos da pautas y te cuesta al principio, no confiábamos en lo que podíamos hacer», advierte la alumna. Pero es que «forma parte del proceso», subraya su profesora, y el resultado pone en evidencia que estos estudiantes son «mucho más autónomos» y «eficaces» de lo que piensan. Y es que en la confianza en uno mismo, en las capacidades de cada uno y en las de los demás, incluso (por supuesto) en las creativas, radica una parte sustancial de lo que estos futuros maestros podrán enseñar.