"Hay centros donde el 70% de su plantilla son interinos"

Nuria Zaragoza
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Los docentes reclaman a la Consejería que «tenga un tipo de política diferencial en Soria para atajar el tema de la despoblación» porque, «en un pueblo donde se elimina la escuela, las familias se van»

"Hay centros donde el 70% de su plantilla son interinos" - Foto: Eugenio Gutierrez Martinez.

La Junta de personal docente no universitario, el órgano de representación de todo el profesorado de la provincia, acumula ya un largo periodo de tensiones con la Junta de Castilla y León por el cumplimiento del acuerdo sobre las 35 horas, el reajuste del horario lectivo, la recuperación de las condiciones laborales perdidas durante la crisis… Su presidenta, Nuria García, repasa la situación. 

¿En qué momento se encuentran las negociaciones con la Junta?

En este momento están paralizadas totalmente. Teníamos esperanza de que con el nuevo Gobierno y la renovación de cargos que ha habido dentro de la Consejería de Educación se podría iniciar un periodo de negociaciones, sobre todo teniendo en cuenta que ahora tenemos de consejera a Rocío Lucas y fue estando ella de directora general de Recursos Humanos en el año 2006 cuando se firmó el último gran acuerdo de mejoras de derechos laborales para los docentes. Teníamos confianza en ella pero, de momento, no ha habido ningún gesto de avance en la negociación.

En materia de reducción de horas lectivas para los docentes, el consejero anterior había firmado un acuerdo con las tres grandes centrales pero, de momento, no se ha cumplido. En otras Comunidades sí que se ha conseguido pero en Castilla y León, no. Entonces, pensamos que no hay intención por parte de la Junta de hacer ningún gesto de mejora de las condiciones para los docentes y por eso estamos decididos a combatir esto de la manera que sea necesaria. 

¿Cómo lo van a combatir? ¿Habrá movilización, huelgas...?

De momento, el primer gesto como Junta de personal docente no universitario de Soria lo vamos a llevar a cabo el próximo lunes, día 20. Se nos ha convocado a una reunión en la Dirección Provincial de Soria a la que asisten representantes de la Consejería. Es una reunión para llevar a cabo la negociación de plantillas, ya que es el momento en el que se crean o suprimen plazas de docentes de cara al curso que viene. Hemos decidido que no vamos a asistir a esa negociación como medida de presión para que la Consejería se replantee su postura. 

¿Qué previsión de plantilla les han propuesto para el próximo curso?

Esa reunión se celebra todos los años en enero y, desde la crisis, año tras año hemos ido perdiendo plazas en esa negociación. Para este curso, la Consejería nos ha hecho una propuesta inicial de 56 plazas en negativo, es decir, una propuesta donde se pierden 56 plazas en la Comunidad. 

Puede ser que en alguna provincia como Burgos se creen tres plazas, pero en el resto se suprimen más de las que se crean (en Salamanca, el saldo es de quince en negativo; en Ávila, trece; en León, catorce), de modo que el saldo neto final es de -56. Si la propia Consejería ya propone, de inicio, eliminar 56 plazas, aunque vayamos a negociar, ¿qué se puede hacer? ¿que supriman alguna menos? Lo que tenía que haber es un positivo. 

¿En Soria, qué previsión hay?

En Soria queda a cero porque, aunque crean algunas plazas, suprimen otras. En concreto, en profesores técnicos de FPcrean cuatro  plazas y suprimen una;en Enseñanzas de Régimen Especial crean una y suprimen una;en maestros suprimen tres;y en profesores de Secundaria crean ocho y suprimen ocho (realmente son transformaciones, plazas que ya existen y las reconvierten). 

Los sindicatos pensamos que para ganar en calidad es necesaria una bajada de ratios en todos los niveles, y eso únicamente es posible aumentando los recursos humanos, es decir, creando plazas docentes. Pero la Consejería hace justamente lo contrario, las suprime. 

Una de sus luchas en estos momentos es el reajuste del horario lectivo para cumplir lo que dice la ley nacional.  ¿Aquí se trabajan más horas lectivas que en otras Comunidades?

Claro. Lo aprobó el Gobierno pero no lo ha aplicado la Junta, mientras que en otras Comunidades sí se ha aplicado ya. Y es normal que lo apliquen, porque eso redunda en calidad. 

Aquí se cobra menos, se trabaja más y, al final, no se están aplicando ninguna de las medidas que en educación realmente repercuten en la calidad. Y lo más triste es que no vemos ningún indicio de que se estén planteando que podamos abordar un proceso de negociación de mejora de condiciones. Así que es el momento coyuntural para decir basta. Los docentes no vamos a dar ni un paso más hasta que la Consejería no se mueva y haya un acercamiento.

No es la primera vez que dejan plantados a miembros de la Junta. En octubre hicieron lo propio con la delegada territorial, Yolanda de Gregorio.

Efectivamente, pero es por el enfado general que tenemos los docentes con la Consejería y con la Junta. 

En octubre, la Consejería presentó en la Mesa Sectorial la Oferta Pública de Empleo de funcionarios docentes 2019, dotada con 1.178 plazas en 2020, ¿no es suficiente? 

Consideramos totalmente insuficiente esa oferta porque hay que tener en cuenta que, ante el miedo que hay a que las condiciones para la jubilación de los docentes cambien, el número de jubilaciones que se están produciendo en todos los niveles es altísimo, y las plazas que ofertan solo llegan para cubrir las jubilaciones. Es decir, crecimiento neto no hay. 

En 2006 se acordó que la interinidad debía rondar el 4%. ¿Qué  niveles hay en estos momentos en Soria?

El porcentaje de interinidad está disparado. En Primaria es algo más bajo que en Secundaria, donde está en torno al 30% y, sobre todo en zona rural, es altísimo. Hay centros donde el 70% de su plantilla son interinos, es una barbaridad. Hablamos de centros como puede ser el instituto de Covaleda, el de Arcos de Jalón... centros más periféricos de Secundaria.  

¿Qué solución proponen para rebajar esa interinidad en Soria rural?

Nuestra propuesta como sindicatos es que el número de plazas que salen a concurso de traslados sea el máximo posible, es decir, que no se guarden plazas para comisiones de servicio o ese tipo de situaciones, salvo casos muy excepcionales. Es necesario que las plazas salgan a concurso y que la gente las ocupe ya en propiedad, y que en esas plazas se dé algún tipo de incentivación diferencial positiva para que las personas se mantengan en los centros educativos de zonas rurales. 

Como Junta de Personal siempre pedimos a la Consejería que tengan un tipo de política diferencial en Soria para atajar el tema de la despoblación, porque la despoblación empieza por los centros educativos. Un pueblo donde se elimina la escuela o el instituto, está abocado a que las familias tengan que abandonarlo. 

Rebajar a tres alumnos el mínimo para mantener centros abiertos, ¿les parece entonces un acierto?

No sirve para nada. ¿Aquí qué puede salvar? ¿Una escuela un año? ¿Dos? Es un pequeño parche que puede darle buena imagen a la Consejería pero que realmente no resuelve nada. 

A estas alturas del curso ¿queda alguna plaza sin cubrir en Soria?

No. Hay algunas plazas que por ser tan de difícil cobertura, por ser trabajo precario, no las aceptan algunos interinos. Me refiero por ejemplo a jornadas de diez horas, o menos, que es muy difícil que se cubran. Nosotros hemos propuesto a la Dirección Provincial de Educación que, para facilitar que esas plazas se cubran, oferte a las personas susceptibles de ocuparlas el alojamiento gratuito en las escuelas hogar. Eso puede ser un incentivo. Porque si no se pasa mucho tiempo con plazas sin cubrir y eso hace un daño terrible a los centros. 

Piden una discriminación positiva, ¿se refieren también a incentivos económicos?

Sería deseable. Sería deseable incentivo por puntos (puntos para concurso de traslados, etc),por salario y por permanencia. Otra cosa que hemos propuesto es que, si esas plazas de centros rurales periféricos están ocupadas por interinos, que se les asegure cierta continuidad. Por ejemplo, que si tú ocupas una plaza durante dos o tres años seguidos, que tengas cierta preferencia. Se trata de dar facilidades para que esas plazas se cubran. 

¿Han recuperado los derechos perdidos durante la crisis?

Nada, en absoluto. Ni el horario, ni el salario ni tampoco otros derechos en materia de permisos. Únicamente se ha implementado la posibilidad de disfrutar de moscosos, pero se ha conseguido a través de sentencia judicial y la manera en que los disfrutamos los docentes es absolutamente restrictiva respecto al resto de funcionarios. No tenemos ni tantos días ni los podemos elegir cuando queremos. 

La LOE, la LOMCE... ¿esperan una nueva ley con el nuevo Gobierno?

Lo vemos difícil porque falta el necesario consenso político, social... para que eso se produzca. 

Ese Pacto de la Educación tan esperado, ¿no?

Nosotros estamos deseando que por fin dé a luz una ley educativa que se mantenga estable en el tiempo y que sea una ley con consenso de toda la comunidad educativa. 

Según el último Informe PISA (Programa Internacional de Evaluación de los Alumnos), el nivel educativo de Castilla y León -y de los centros de Soria- empeora pero sigue siendo de los más punteros de España y entre los mejores de mundo. ¿Cómo valoran estos datos?

Partiendo de la idea de que el informe PISA no deja de ser muy parcial y valora cosas muy determinadas y se olvida de otras que nosotros consideramos importantes como es la convivencia, la creatividad... pensamos que ha arrojado unos resultados que en Castilla y León y en Soria están empeorando y esto se debe a dos cosas: a la LOMCE, porque es una ley nefasta;y a las políticas educativas de la Junta, que no han hecho nada para favorecer esa mejora de la calidad. 

No solo hay que mantener, sino que hay que mejorar, y eso pasa por reducción de ratios, por mejorar las condiciones de los trabajadores, por un aumento de los recursos económicos, materiales y humanos... Es necesaria una apuesta decidida por la educación y es algo que ni el anterior consejero ni de momento la actual (con sus socios de Gobierno actuales) parece que estén dispuestos a hacer. 

Llevan tiempo solicitando reducir los ratios de alumno por profesor, ¿qué cifra sería aconsejable?

En algunos niveles de Primaria se están saltando en algunas aulas en Soria capital los ratios de 25 alumnos. Eso es muy elevado, máxime si tenemos en cuenta que en esas aulas tenemos escolarizados alumnos con necesidades educativas especiales. Teniendo en cuenta esta situación y queriendo abordar la educación con la individualidad que requiere, los ratios deseables serían de 20 hacia abajo. En otros países están en 15-18. 

En Secundaria se puede saltar de 30 actualmente. Con esos ratios es difícil el manejo, sobre todo si se pretende tener una participación, un intercambio, una puesta en común... Por ejemplo, en las clases de idiomas, si queremos desarrollar la competencia oral, ¿cómo puedes conseguir que todos los alumnos del aula participen oralmente teniendo 25 o 30? 

Y en la escuela rural, donde hay ratios muy bajos, ¿se garantiza la calidad, la innovación, la convivencia...?

La calidad en la escuela rural de Soria es innegable, es altísima. ¿Problemas que tiene? El tema de la conectividad está pendiente de resolver. También,   el tema de medios, porque una escuela rural quizá necesita más salidas u otros medios técnicos o humanos. Todo pasa por más financiación. 

¿Están bien dotados los centros educativos de la provincia?

En principio sí, pero todo es mejorable. Últimamente estamos evidenciando que la dotación presupuestaria para el funcionamiento de los centros está bajando sustancialmente. 

Cosas que antes podías disponer libremente, como folios, tizas, cartuchos de impresoras, ahora hay que medirlo mucho más. De hecho, ahora se pide dinero a las familias para algún fungible, cosa que antes no se hacía. 

En Soria se ha implementado un nuevo modelo, en Fuentelfresno, que integra la escuela libre y el modelo oficial. ¿Cómo está funcionando?

En principio, la información que tenemos es que esa escuela funciona bien. Una de las cosas que hace a esta escuela particular es que las familias están muy implicadas en la educación de sus hijos, y eso la hace especial. Cuando la implicación de toda la comunidad educativa en el proceso de enseñanza-aprendizaje es importante y se materializa con prácticas concretas (tanto en tiempo lectivo como fuera del horario lectivo), al final, repercute sustancialmente en una mayor calidad, mejor rendimiento y buenos resultados. Pero no en esos resultados que gustan a PISA y los mercados, sino en una educación más integral y más humana y humanista. 

El PSOE y Unidas Podemos han acordado en su programa de gobierno que la asignatura de religión será de carácter voluntario y la nota no será computable. ¿Qué valoración hace de esta medida?

El tema es controvertido y, como presidenta de la Junta de Personal, represento a diferentes sensibilidades. No obstante, la opinión mayoritaria es que la religión esté fuera del aula. 

Soria quizá ha sido pionera en impartir no solo la religión católica sino también la musulmana, y el hecho de que se impartan estas religiones en horario lectivo genera muchos problemas a la hora de elaborar los horarios. Porque exige cuadrar horarios de profesorado, espacios, porque los grupos se disgregan según la religión... Y,si mañana llega la comunidad evangélica y solicita que se imparta, podemos hacernos una idea de lo que complicaría conjugar todo. Entonces, si damos tantas religiones como hay en la sociedad, al final eso supone un problema en la escuela. Por eso pensamos que hay que racionalizarlo.

 Estamos de acuerdo en que no se incluya en horario lectivo pero sí que haya una libertad para que la gente pueda tener esa educación, pero en un horario a mayores, es decir, en horas extraescolares. Esto es una idea y puede haber docentes de acuerdo y otros que no, pero algo hay que hacer con la religión, porque no se puede poner la religión, que es algo de ámbito personal, al nivel de cualquier otra asignatura de conocimiento científico. 

Han sido críticos con el modelo bilingüe. ¿Qué solución proponen?

El anterior consejero tuvo como causa personal desarrollar un modelo bilingüe, que fue muy contestado desde toda la comunidad educativa y, de hecho, acabó la legislatura sin darle el rango de norma, y no se ha llegado a aplicar. Actualmente nos mantenemos con el modelo anterior pero todos somos conscientes de que tiene muchas deficiencias como, por ejemplo, la impartición en inglés de ciertas asignaturas, como puede ser la Historia de España desde niveles básicos. Eso nos hace que se pierdan conceptos, porque al final se reduce a la memorización de listados de vocabulario;se pierde la reflexión; se pierden muchas cosas y por eso pensamos que hay que replantearse las asignaturas que se imparten en inglés. 

¿Qué se debería impartir en inglés?

Somos partidarios de que haya más horas de inglés en inglés. Que se sustente el aprendizaje del idioma en una base sólida, pero de inglés, no a costa de otras áreas. 

Y algo que nunca se ha planteado desde la Consejería es cómo se aborda esa enseñanza del inglés para los alumnos con necesidades educativas especiales, porque no todo el mundo tiene capacidad para asumir unas asignaturas en otro idioma. Por eso, esa exclusividad que tiene Soria supone también algunos problemas... 

Soria es la única provincia de Castilla y León donde todos los centros son bilingües y, al final, ha habido que ir improvisando mecanismos para que algunos alumnos queden exentos de esta situación. Es decir, aquí se han implementado soluciones a algo que la Consejería no había previsto previamente. Es un poco chapuza. 

Y, por último, falta dinero. Para formación del profesorado, para estancias de inmersión lingüística en el extranjero, para contratación de nativos docentes que complementen esa enseñanza... En fin, una serie de carencias que el modelo actual tiene y que nos gustaría que, si desde la Consejería se prevé hacer un nuevo modelo, se nos dé participación a la comunidad educativa. 

No decimos no al bilingüismo. Bilingüismo sí, pero de otra manera. 

También han sido críticos con la escuela concertada. En Soria hay más de 2.000 alumnos matriculados y trabajan más de 200 profesores. ¿Es posible la convivencia?

Nosotros, como docentes de la escuela pública que somos, somos firmes defensores de la pública. Consideramos que la escuela concertada tiene que ser siempre subsidiaria de la pública, y no al revés. La libertad de las familias debería ser ‘relativa’, es decir, allí donde no llegue la escuela pública, que entre la concertada. 

En Soria, por suerte, tenemos una escuela pública con unos profesionales excelentes, con estándares de calidad elevados, y es la provincia que menos concertada tiene. 

Además, la concertada tiene unos mecanismos de marketing que no podemos tener en la pública y, si nuestros propios gobernantes no se esfuerzan por promocionarla, mal vamos. La Consejería decía que en Castilla y León tenemos un 70-30 (pública-privada), pero es por la ruralidad, porque en el medio rural no entra la privada, porque ahí no hay negocio.

Pero, si se eliminara toda la escuela concertada, la pública no tiene capacidad de absorberlo...

No. Nosotros hemos pedido como Junta de Personal que se cree un centro público en la zona de Los Royales, porque es una zona de expansión natural de la ciudad copada por un centro privado concertado y allí no se da libertad de elección de centro -que es lo que siempre reclaman las familias- ya que allí no hay un centro público donde elegir. El único centro que hay son los Escolapios, así que ahí al final tienes a la población ‘cautiva’. Consideramos absolutamente necesario que en esa zona se construya un centro de titularidad pública. 

Sin embargo, desde la Consejería eso se da por descartado, ¿no?

Ni se lo plantean. Es otra de las luchas sindicales que tenemos para los próximos años. Nosotros trasladamos también esta petición al Ayuntamiento y estaba dispuesto a ceder terrenos municipales para la construcción de este centro, pero la pelota está en el tejado de la Consejería y parece que no hay intención de hacer inversiones. 

Hay un tema que preocupa, el acoso escolar. ¿Qué situación hay en Soria?

Decir que no hay acoso escolar sería ponernos una venda en los ojos. Sí hay pero lo que pasa es que los niveles de la provincia son muy bajos. Quizá el hecho de ser una sociedad pequeña, el control parental... ayuda. Son niveles reducidos pero lo deseable es que fuese nulo. Hay protocolos que trabajan todos los centros pero, desde nuestro punto de vista, lo ideal sería tener el tiempo, los materiales y las personas necesarias para llevar a cabo en todos los centros de manera generalizada una educación en la convivencia, porque solo desde ahí podremos prevenir el acoso escolar. Trabajar la convivencia con un carácter preventivo antes que punitivo. 

Tienen claros los deberes que ponen a la Consejería pero, ¿qué deberes se ponen ustedes?, ¿en qué tienen que mejorar los docentes sorianos?

En principio, los docentes sorianos han sido históricamente grandes profesionales y Soria ha exportado profesionales a toda España. Actualmente sigue habiendo grandes profesionales. Es una pena que, con la crisis, algunas personas bien formadas han visto en la educación una salida profesional y, si a esas personas no les acompaña la vocación, entonces, estamos ante un problema. La formación de los docentes aquí es integral y de alto nivel pero siempre tiene que estar acompañada de vocación. 

¿Haría falta un ‘MIR’ adaptado para la docencia?

No, no estamos de acuerdo con el MIR. Lo que sí estamos de acuerdo es en que los procesos selectivos sean más rigurosos y que, en la parte práctica, se implemente alguna fórmula de evaluarla de forma efectiva, porque el hecho de tener muchos conocimientos no te garantiza la capacidad de saber transmitirlos, y eso es lo que necesita un buen docente.