La provincia recupera sus lavaderos

Ana Pilar Latorre
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Ya se han recuperado los de Utrilla, Judes, Chaorna y Velilla de Medinaceli, mientras que el de Arcos tiene que construirse de nuevo porque se derribó

La provincia recupera sus lavaderos

El Ayuntamiento de Arcos de Jalón se ha propuesto recuperar los lavaderos del municipio como importantes elementos del patrimonio tradicional. Ya se han rehabilitado los de Utrilla, Judes, Chaorna y Velilla de Medinaceli y ahora se va a reconstruir el de Arcos, ya que se tiró en su día y hay que levantarlo de nuevo. 

El alcalde, Jesús Ángel Peregrina, explica que en un principio se contempló ubicar un parque en ese emplazamiento, pero después se desechó la idea para poder recuperar el edificio, tal como se ha hecho en otros núcleos del término municipal. Para ello, el Ayuntamiento solicita a los vecinos imágenes antiguas con el fin de poder devolver al lavadero el aspecto original que tenía y que los mayores puedan verlo tal como era y lo recuerdan. Ellos también están sirviendo de gran ayuda para realizar esta intervención. «Hay imágenes en blanco y negro de alguna procesión en la que aparece el lavadero y que nos sirven de guía para la recuperación del inmueble como elemento tradicional del pueblo», comenta.

Se desechó la idea de instalar en ese rincón un parque, entre otras razones, porque pasaba un acequia y había que entubarla, así que se decidió que se recuperara y reconstruyera el lavadero como una pequeña zona recreativa.El ayuntamiento tan solo tendrá que aportar los materiales para la nueva construcción. Además, se valoró el resultado de la recuperación de los lavaderos en los barrios del municipio. El espacio quedará abierto, como siempre estuvo,  se ubica en un alto de la calle Mayor.

Ahora quedaría rehabilitar los lavaderos de Aguilar y Montuenga. «Están en pie, pero bastante deteriorados», comenta el alcalde. Como las escuelas, las estaciones de tren, los ayuntamientos... los elementos se van recuperando pero siempre permanecen en la memoria de los habitantes. En otras localidades los lavaderos incluso se han cerrado y son centros de exposición y de otras actividades.

hacer la colada. Los antiguos lavaderos eran puntos de encuentro de las mujeres de la localidad, que hacían allí la colada mientras conversaban con las vecinas. Del mismo modo, era un espacio que se heredaba de madres a hijas. Allí se cantaba, se contaban historias y se ponían al día de sucesos y aconteceres en la localidad y los alrededores. Como en las casas no había agua corriente, las mujeres salían por la mañana de sus casas cargadas con sus barreños de ropa sucia y se reunían para lavarla en los ríos, arroyos, acequias, pozos, fuentes, lavaderos... Si lavaban directamente en el río o el arroyo solían llevar una tabla llamada losa, con adornos y hendiduras que facilitaban el restregado de la ropa y el jabón lo hacían ellas mismas en casa con sosa y grasa, normalmente de cerdo, la que sobraba de la matanza. Los lavaderos se construían en las afueras, cerca de arboledas o praderas donde tender la ropa. En un estanque enjabonaban y en el otro aclaraban y escurrían.