Un monstruarium sin precedentes en España

Henar Macho
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La colección reúne más de 300 figuras del cine de terror, desde el primer vampiro Nosferatu. Un tesoro digno de Hollywood Boulevard que ha encontrado su sitio en Tierras Altas y que conserva además réplicas de personajes históricos y de series y pel

Un monstruarium sin precedentes en España - Foto: Eugenio Gutierrez Martinez.

Un Monstruarium o Museo del Terror en una casa de leyenda. El hostelero Julián Rafalko abre las puertas de su residencia en San Pedro Manrique a todo aquel que quiera vivir una experiencia inmersiva con un hilo conductor: la historia del cine y las series de terror.

Madrileño de nacimiento y amante de los viajes, llegó a ser director general de una compañía de efectos especiales en Estados Unidos y trabajó para películas como Men in Black, Batman o Parque Jurásico. 

El mundo de la producción cinematográfica despertó en él un interés especial por las figuras de personajes de películas y series, sobre todo de terror, su género preferido. Esta afición le ha llevado a coleccionar más de 300, de las cuales 211 se encuentran expuestas al público, de forma única en nuestro país. Y hace ocho años decidió erigir su monstruario en lo que antaño sirvió como cuadra para las ovejas, en una casona donde vive, con 500 años de antigüedad.

Un monstruarium sin precedentes en EspañaUn monstruarium sin precedentes en España - Foto: Eugenio Gutierrez Martinez.El autor de esta muestra confiesa su debilidad por el medio rural: «Siempre he querido ser de pueblo». Y aunque desde los 19 años ha vivido en París, Alemania, California y Barcelona, decidió quedarse en la capital de la comarca de Tierras Altas, que llamó su atención por casualidad, y llevar la vida que siempre quiso. «Creo que se puede vivir muy bien en el campo sin hacerte ermitaño, yo sigo viajando», asegura. Buena muestra de su nómada trayectoria son los adornos de las estancias que conducen hasta el monstruario: desde la puerta de acceso, que adquirió en China, y que ha viajado por Estados Unidos y Barcelona, hasta un cráneo de un monje tibetano que promete hacer realidad los deseos. 

Las figuras de la exposición proceden también de California y Hong Kong, de sendas compañías destacadas del sector a nivel mundial. 

Es probable que fuera de la ficción, este lugar sea el único capaz de reunir a Eduardo Manostijeras y al Barbero Diabólico, o juntar a Don Vito Corleone y al zombie de Michael Jackson, al protagonista de Saw y creaciones de Tim Burton, al Joker y a Chucky.

«Un compañero creó la empresa de California y empezó comprando licencias de monstruos viejos que eran muy baratos y haciendo figuras de plástico nada más. Ahora es una de las más importantes del mundo. La compañía más cara está en Hong Kong y que consiguen un realismo superior», sostiene Rafalko. 

El mercado de este tipo de figuras ha evolucionado. «Hace 20 años se vendían en alguna tienda y hoy en día se adquieren por internet. Muchas veces la web anuncia que va a realizar 50 ejemplares y ese mismo día se agotan todas», añade.

La idea del hostelero era en un principio más ambiciosa. «Iba a llevar la colección a Hollywood Boulevard, cerca del teatro chino, pero la zona turística son apenas dos manzanas y no quedaban locales libres. Quería hacer museo-cafetería», señala Julián Rafalko. 

Bajo el lema ‘El monstruo va por dentro’, la muestra está organizada en vitrinas que recorren toda la sala.«Las figuras están ordenadas cronológicamente, desde 1922, con el primer vampiro de la historia del cine, Nosferatu, hasta los años 2000 y series como Buffy Cazavampiros», explica. Se entremezclan las realizadas en vinilo, articuladas, de menor tamaño, pintadas a mano y con ropa también artesanal, con otras de resina, más grandes y realistas. 

Una experiencia pensada también para los más pequeños, con unas vitrinas centrales a una altura más baja y donde se observa un buen acopio de personajes de Tim Burton, de la trilogía de El Señor de los Anillos o algunos protagonistas de nuestra historia (real) reciente.

La escasa luz, la baja temperatura y las telarañas naturales favorecen la ambientación temática del lugar. Y como buena parte del éxito de una película de terror reside en la banda sonora que acompaña cada escena, durante la visita se escuchan de fondo melodías acústicas, percusión, cantos gregorianos, fragmentos de canciones populares infantiles o notas electrónicas al más puro estilo de Charles Bernstein, contribuyendo a generar una atmósfera espectral y envolvente cargada de misterio.

Esta particular ruta entre criaturas finaliza en un ataúd comunitario que utilizaban antiguameante los vecinos para transportar a los finados hasta el cementerio. Suele ser el recurso habitual donde los visitantes eligen fotografiarse.

TURISMORURAL. Su mejor medio de comunicación es el boca a boca.  El monstruario constituye un plus de atractivo para los visitantes que se alojan en alguna de las casas rurales que regenta. Una de ellas está ubicada en La Cuesta, una localidad donde Julián ha restaurado ocho viviendas «y ahora el pueblo tiene cinco casas habitadas durante todo el año». 

Según explica Julián, cuando llegó a la localidad no había servicios mínimos, como agua corriente: «No había nada, era un pueblo abandonado, y ahora hay hasta una fosa séptica ecológica, que muchos pueblos no tienen», sostiene, que anima a invertir en el medio rural y «respetar las raíces de los antepasados, que levantaron estas piedras». La casa donde vive en el pueblo tiene casi 1.000 metros cuadrados, de los cuales reformó 350.