España tendrá que tener 28,5 millones de cotizantes a la Seguridad Social en 2050 para poder pagar las 15 millones de pensiones previstas en esa fecha, lo que supone que en 31 años el sistema tendrá que sumar casi 10 millones de afiliados nuevos de los que hay actualmente, según un informe del BBVA Research. El servicio de estudios de la entidad sostiene que, ante el previsible aumento del número de subsidiarios, se pueden adoptar tres caminos alternativos. 

El primero consistiría en aumentar la presión fiscal, introduciendo más impuestos o recortando el gasto público en otras partidas presupuestarias. 

El segundo pasaría por reformas estructurales para reducir la tasa de paro, aumentar la tasa de actividad y de empleo, la productividad y los salarios. 

La tercera alternativa, expone BBVA Research, es la de fomentar el ahorro complementario, compensando la reducción de la pensión media sobre el salario medio con más capitalización. 

El sistema de cuentas nacional por el que apuesta el servicio de estudios de la entidad contaría con aportaciones de empresas y trabajadores; sería de contribución definida, como en los países nórdicos europeos; de reparto y progresivo, y su implantación sería gradual, como  en Suecia, donde se tardaron 15 años en implantarlo.