Entidades sociales, organizaciones sin ánimo de lucro, asociaciones culturales, deportivas, peñas sanjuaneras, pueblos, cofradías... reparten suerte cada 22 de diciembre. Lo hacen a través de la venta de participaciones de la Lotería Navidad. 

Es una forma de contribuir con esta tradición, de compartir, de participar en el sorteo del año, de tentar a la suerte con el objetivo de repartir sueños. Pero, también, es una fuente de ingresos para poder financiarse. Porque es habitual que, en las participaciones, haya una partida destinada al donativo. El denominado recargo. 

Esta práctica está autorizada por la Sociedad Estatal de Loterías y Apuestas del Estado (SELAE) pero, en teoría, solo para organizaciones benéficas, culturales, sociales, clubes deportivos, cofradías, comisiones de fiestas o cualquier entidad sin ánimo de lucro. Para ello, deben solicitar autorización expresa para el fraccionamiento con recargo y, eso sí, el sobrecoste nunca será mayor del 20%.

En Soria, la venta de participaciones en Navidad es una tradición que cada vez cobra más peso. Y, si bien es cierto que el año pasado su venta se vio afectada por la pandemia, este año ha regresado ya casi a la normalidad y son numerosas las entidades que han vuelto a repartir suerte, en fracciones. Pero ¿dónde va ese dinero? ¿para qué sirve?

En Cruz Roja Soria se venden dos números, uno en los pueblos, en las asambleas comarcales, y otro en la capital. Lo distribuyen en participaciones de tres euros, donde se juegan 2,5 y los otros 50 céntimos se destinan a donativo, que la entidad revierte en «completar programas que no cuentan con financiación y, también, a proyectos que se financian como fondos propios». Por ejemplo, la campaña de juguetes que permite que ningún niño de Soria se quede sin su regalo de Reyes, indican desde la entidad. Las entidades comarcales deciden el destino de su aportación y este año, por ejemplo, «Almazán ha decidido donar lo recaudado a La Palma, ya que generalmente destinaba ese dinero a la Cabalgata, que este año no se podrá celebrar». 

La recaudación para la entidad en este sorteo nada tiene que ver con citas como el Sorteo del Oro, pero «es importante también, porque todo suma», agradece el presidente, Modesto Fernández. Este año, concreta la responsable de captación de fondos de la organización en Soria, se han vendido 41.000 euros de lotería en toda la provincia y se ha conseguido un beneficio para Cruz Roja a través del donativo de 8.200 euros (a repartir entre todas las asambleas). 

En entidades como Aspace o la Alzheimer Soria lo recaudado gracias al donativo de la lotería es un balón de oxígeno para unas cuentas que van al límite. «No es una cantidad muy grande pero sí es muy importante para nosotros, porque esos 5.000-5.500 euros al año permiten financiar allí donde las subvenciones no llegan y poder pagar nóminas, luz, teléfono, calefacción... El dinero de la lotería, de hecho, lo contamos ya como algo fijo», indica la gerente de la asociación que, en Soria, atienden a los afectados por parálisis cerebral, Laura de Diego. «Estamos muy agradecidos porque la gente colabora muchísimo y, cuando ofreces la lotería de Alzheimer, no cuesta venderla y la gente enseguida te dice: «si es para esa causa, sí quiero» y, de hecho, incluso viene mucha gente a la sede a buscarla porque quiere apoyarnos», agradece la gerente de Alzheimer Soria, Carmen José Ruiz. Cada uno logran recaudar unos 10.000 euros con la venta de participaciones de diez euros, donde se juegan dos números (4,20 euros se juegan en cada número y 1,6 euros es el donativo). «Ese dinero es básico para el mantenimiento de nuestros programas y servicios», indica sobre el destino de estos fondos. Este año además ha tocado una pedrea en uno de los números y «es una felicidad poder repartir suerte y agradecer ese apoyo que siempre tienen con nosotros». Además, apunta, «es habitual cuando tocan cantidades pequeñas que la gente ni lo cobre. La gente es muy solidario y lo dejan para que se lo quede la asociación», agradece. 

En las entidades benéficas y sociales estas aportaciones son clave para financiar su día a día pero, también, en asociaciones culturales, deportivas y vecinales. Para la Peña El Desbarajuste el dinero que consiguen con el donativo de la lotería «es un desahogo» para sus cuentas que se destina «al mantenimiento de la peña». «Con eso se paga el alquiler de cocheras, la ITV, seguros, el permiso de circulación...», explica su presidente, Juanjo Domínguez. Son unos 6.000 euros anuales que complementan el dinero que aportan sus cerca de 800 socios (de estos realmente pagan cuota algo más de 600 ya que los niños están exentos) y es una ayuda importante ya que, ejemplifica el presidente, «con eso se podría pagar media charanga de San Juan». Este año han vendido 1.500 papeletas (a cinco euros).

El FDR Basket (Fuente del Rey) consigue un «dinero extra» gracias a la lotería que, en estos años de pandemia, está siendo «fundamental» para poder mantener el club deportivo ya que sus cuentas están «en números rojos» tras dos años sin poder organizar actividades como su escuela de baloncesto o las clases en los colegios. Sin estos ingresos, se mantienen únicamente con las cuotas de los jugadores y las cuentas no salen ya que, con 50-60 niños federados, «no cubren todos los gastos de la temporada», indica Iván Calonge. 

La Peña Frente Rojillo repartió la suerte en 1997 y, desde entonces, hay fijos que buscan su número probando suerte. No obstante, la pandemia también les ha lastrado y, de hecho, estos últimos dos años han cambiado las papeletas por décimos (con dos años de recargo). Con ese dinero «se financia la actividad de la peña:viajes, comidas, reuniones, compra de material...» explica el presidente, César Martínez. Aunque el ingreso más importante de la peña es la aportación de sus 175 socios, «la lotería es importante», recalca. 

También en la asociación de Las Casas saben lo que es repartir suerte. Ellos todavía conservan parte del dinero que ganaron en 2012, que han sabido administrar hasta estos días. Con parte de aquello que tocó y con el donativo de los años siguientes (salvo los dos siguientes al premio que se decidió no cobrar recargo) han «comprado material, organizado actividades y talleres, adquirido mobiliario, hecho viajes culturales (más baratos para los socios), financiado las fiestas...», explica la presidenta Nélida García, quien advierte que este año «se ha vendido poca lotería». Tras el premio, cambiaron las participaciones con décimos, que ahora venden con dos euros de recargo.