Cinco mil trescientos noventa y ocho millones de euros. Casi la mitad del último presupuesto de la Junta de Castilla y León. Esta es la cantidad que los hogares de la Comunidad ahorraron durante el primer año de pandemia, una cifra de récord y que supera con creces lo guardado durante los ocho años anteriores. Las cifras que maneja el Banco de España revelan que las familias tenían al cierre del primer trimestre de este año 76.077 millones de euros en depósitos bancarios frente a los 70.700 con los que estas se embarcaron en la crisis del coronavirus, un 7,6 por ciento más. Llama la atención que en un momento de estrangulamiento de la economía y el mercado de trabajo, los depósitos en la Comunidad se hayan multiplicado exponencialmente a pesar de los ERTE, el repunte del desempleo o los meses de cierres e incertidumbre. De hecho, los hogares de Castilla y León apenas necesitaron tirar de créditos bancarios para salir adelante durante la crisis derivada de la covid-19, y apenas pidieron prestado 500 millones de euros desde marzo de 2020, diez veces menos de lo que lograron ahorrar.

Una importante diferencia que sitúa a Castilla y León como la Comunidad con peor ratio inversor según el Consejo Económico y Social de la región, que otorga a la autonomía un 0,57 por la enorme diferencia entre ahorros y créditos, que ya roza los 33.000 millones de euros, cuando hace ocho años, apenas superaba los 3.000 millones. 

No obstante, los castellanos y leoneses, a pesar de apenas pedir prestado dinero a los bancos, si que lo hicieron para inversiones a largo plazo con un repunte del 15 por ciento en la cuantía solicitada para nuevos créditos hipotecarios, con 496 millones de euros solicitados para afrontar la compra de viviendas. Una tendencia inversa a la experimentada en España, donde se redujeron un 1,66% las cuantías para créditos hipotecarios.

Las familias ahorran durante la pandemia más que en 8 añosConservadores

Una realidad que, según el Decano-presidente del Colegio de Economistas de Valladolid, Palencia y Zamora, Juan Carlos De Margarida, atribuye a que Castilla y León «es conservadora económicamente, y la pandemia lo ha potenciado». En este sentido, explica que  los ciudadanos «tienen que ser muy precavidos porque han visto su vida laboral truncada, y no sabe por la incertidumbre si su puesto de trabajo va a perdurar», al tiempo que reconoce que «el mayor ahorro que ha habido en los últimos años ha sido durante la pandemia». Además, respecto al repunte de los créditos hipotecarios en Castilla y León, revela que «es importante» porque significa que los ciudadanos «tiene una confianza plena en la inversión a largo plazo, pero no a corto plazo por la incertidumbre», lo que les hace refugiarse en el ahorro. 

Una visión similar ofrecen desde el Banco de España, que avalan como los hogares «han materializado sus inversiones en depósitos bancarios y efectivo». Esta evolución es el resultado de la fuerte caída del gasto «asociada tanto al clima de mayor incertidumbre como a las dificultades para acometerlo por las restricciones a la movilidad y los cierres», concluyen desde la autoridad bancaria.