Quieren aprender en Soria

Ana I. Pérez Marina
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Nueve MIR y dos EIR comienzan su formación especializada en el Área de Salud de Soria, destino que han elegido por las posibilidades que ofrece un hospital pequeño o centros de salud con menos presión asistencial que en las grandes ciudades

Nos hemos acostumbrado a escuchar, con más o menos razón, que los médicos no quieren venir a Soria y que este es uno de los motivos por los que cuesta cubrir plazas en determinadas especialidades que siempre figuran con vacantes. Sin embargo, sí que hay profesionales sanitarios que apuestan por Soria, por un hospital pequeño como es el Santa Bárbara y por los centros de salud con menos presión asistencial que los de las grandes urbes. Y escogen Soria para aprender, para completar esa formación como residentes que, de una u otra forma, trazará su camino laboral. Son nueve Médicos Internos Residentes (MIR) y dos Enfermeras Internas Residentes (EIR) los que este año colocaron la chincheta en el mapa de la provincia y ya están aquí. Hace unos días que se incorporaron a las filas sanitarias de Soria y forman parte, asimismo, del grupo de cerca de sesenta residentes del Área de Salud. 

«Para nosotros siempre es un momento muy importante la entrada de residentes porque, al final, constituyen uno de nuestros objetivos que es la docencia, la transmisión de nuevos conocimientos y la formación de profesionales que vamos a necesitar en esta Gerencia y en todo el sistema sanitario», advierte el responsable de la Gerencia de Asistencia Sanitaria (GAS), Enrique Delgado.

Explica que este año se ha incrementado el número de plazas y para el siguiente ejercicio también se han solicitado más puestos para el hospital Santa Bárbara y centros de salud. De hecho, una de las peticiones es que se reacredite un centro de salud rural más «para que haya más tutores». Y es que la labor docente del Área de Salud de Soria se reparte en residentes, alumnos de pregrado de Enfermería y Fisioterapia y estudiantes de Formación Profesional. «Hacemos el esfuerzo que podemos, entendiendo que es bueno para Soria, porque necesita profesionales nuevos y es bueno mantener la actividad docente sanitaria», añade Enrique Delgado.

Quien aprender en SoriaQuien aprender en Soria - Foto: Eugenio Gutierrez Martinez.continuidad. Un «porcentaje importante» de los profesionales que completan la residencia en la sanidad soriana se queda, pero igualmente la tendencia que prevalece es la de volver al lugar de origen, de la misma manera que dependen de la plaza que obtengan. «Tratamos de que estén muy a gusto en Soria en estos años para que se quieran quedar, pero la familia y el lugar de origen tiran mucho», asume Delgado.

Laura Lapuerta, por ejemplo, es soriana y ha escogido su ciudad para desarrollar su formación en Medicina Interna. Ha estudiado en la Universidad de Zaragoza y admite que le gusta vivir en Soria, pero reconoce que dentro de cinco años su destino dependerá de la oferta profesional que se le presente aquí o fuera.

Es la única residente soriana del grupo que ha entrado este año, todos los demás proceden de distintos puntos de España y han elegido distintas especialidades: Medicina Interna; Medicina Intensiva; Medicina del Trabajo; Urología; Medicina Familia y Comunitaria; y Enfermería Familiar. 

En unos casos han dado el paso por cercanía a sus provincias de origen, pero todos coinciden en que han optado por un hospital pequeño y por centros de salud con menos carga asistencial que los de las ciudades más grandes porque se abre el abanico de aprendizaje en distintas áreas y la formación es más individualizada.

«Ofrece una formación más completa porque al ser un hospital más pequeño y en mi caso que soy el único residente de Medicina Intensiva, los servicios de rotación se pueden abordar de una manera más personal», comenta Jaime Garrido, jienense de Andújar que ha estudiado la carrera en Barcelona.

Ikram Samira llega de Madrid, de la Universidad de Alcalá de Henares, y parte de su residencia en la especialidad de Medicina del Trabajo la realizará en el hospital Santa Bárbara y en diferentes centros de prevención de riesgos laborales de Soria, y la compaginará con cursos en Madrid y una rotación de dos semanas en Valladolid.

Elena Arjol, de Zaragoza y con familia soriana; Ignacio Cartagena, palentino que ha estudiado en el País Vasco; y Adrián Flores, riojano que ha completado el grado en Pamplona han encontrado su sitio en Soria para especializarse en Medicina Familiar y Comunitaria, mientras que Leticia Miguélez, leonesa que ha cursado Medicina en Valladolid, ha escogido Soria porque «quería hacer Urología» y le convencieron las buenas referencias del servicio soriano, además del programa de formación y las rotaciones. 

Además de los MIR están las EIR, Enfermeras Internas Residentes, en este caso representadas por María Ángeles Barcina e Irene Celiméndiz, la primera procedente de Valladolid y la segunda, de Zaragoza. Ambas hacen hincapié en el «seguimiento más personalizado» que se puede realizar de los pacientes en los centros de salud sorianos.

los docentes. Los jefes de estudios de Formación en el Complejo Asistencial de Soria y en Medicina Familiar y Comunitaria son Miguel Ángel Nogueras y Eduardo Ladrón, respectivamente. «Los tutores de los residentes forman parte del personal médico y de enfermería y quiero remarcar que lo hacen de una forma altruista, no remunerada y voluntaria, compaginan su trabajo asistencial con la docencia», explica el doctor Nogueras.

El médico repasa algunas claves de la formación que completan los residentes, por un periodo de cuatro años en el caso de los facultativos de Atención Primaria, cinco años en el resto de especialidades de medicina y dos años para los enfermeros de Medicina Familiar y Comunitaria.  «Todo el mundo tiene que pasar por el servicio de Urgencias (...) luego en cada especialidad hay un itinerario, un plan formativo y reglamentado», resume.

Por ejemplo, los MIR de primer año realizan guardias pero «no pueden tener responsabilidad» y siempre tienen que estar tutorizados por un profesional «más antiguo», mientras que «conforme van subiendo peldaños» asumen más competencias, siempre supervisadas por el médico adjunto.

«Estamos muy orgullosos de que estén aquí y lo estaremos el día de la despedida, porque habremos formado buenos profesionales y mejores seres humanos», subraya Nogueras. Para el médico, tanto la docencia como la investigación son «pilares» fundamentales para fomentar la calidad sanitaria y, al mismo tiempo, para «proveer de nuevas ilusiones» a los profesionales.