El veto se levanta para el ocio nocturno, restringido desde el 20 de julio, y desaparece el límite horario del cierre de la hostelería hasta las 1.30 horas. Aunque hay que tener en cuenta que la pandemia continua y no hay que bajar la guardia para impedir volver atrás. Es todo un reto después de más de año y medio de sucesivas limitaciones, aperturas y cierres. Para el vocal de pubs, discobares y similares del Comité Ejecutivo de la Agrupación Soriana de Hostelería y Turismo (Asohtur), Alberto Sancho, es un «buen momento» para que el colectivo de empresarios del ocio nocturno recupere músculo. Por ello, denuncia las imágenes de determinados establecimientos que circulan por las redes sociales y que perjudican seriamente al sector, al mismo tiempo que advierte de que no se corresponden con la realidad de la mayoría de los locales, que se esfuerzan por el cumplimiento de las medidas sanitarias. Recuerda, asimismo, que el aforo máximo en pubs y discobares es del 75%, del 50% en el caso de discotecas y salas de fiestas, siempre manteniendo las distancias de seguridad y el uso obligatorio de mascarillas, con la excepcionalidad del momento del consumo de comida y bebida. Y pide a las administraciones: «Que las ayudas que nos han prometido, lleguen, para que se puedan crear nuevas oportunidades de trabajo. La gente tiene ganas de salir y en Soria hacen falta más locales de calidad, para que se fomente un buen ambiente de ocio nocturno en la provincia».

Vuelve a reabrirse el ocio nocturno. ¿Cuáles son las expectativas?

Esperamos que, de una vez, trabajemos y no nos vuelvan a cerrar. Para eso hay que hacer las cosas bien para que no vuelva a pasar, porque estamos viendo imágenes y vídeos por redes sociales de algunos locales en Soria que a Asohtur no le gustan, con establecimientos a reventar, sin respetar los aforos... y es una pena, la gente no aprende.  

¿En qué medida estos hechos, que pueden ser puntuales pero que se siguen produciendo, dañan al ocio nocturno?

Nos dejan sin razones. Si hemos estado demandando que podíamos trabajar y cumplir las medidas, hay que ser responsables, y si el primer fin de semana que se abre se hace esto... pues entonces perdemos todo el crédito. Lo vemos con resignación y cruzamos los dedos para que no pase nada, porque no podemos hacer más. 

¿Tienen constancia en Asohtur de que en algún establecimiento de Soria se repiten estas situaciones?

Al final en las redes sociales todo el mundo lo ve y en Soria somos cuatro, te enseñan vídeos, fotos... Hoy en día parece que si no estás en las redes sociales y no subes una foto incumpliendo la ley no eres nadie. Hay gente que lo hace y los paganos somos todos.

¿Se han cuantificado las pérdidas para el ocio nocturno de Soria desde que estalló la pandemia?

Es imposible hacer una valoración, pero los bares que han estado cerrados todo este tiempo... A los que hemos tenido la suerte de estar abiertos por las terrazas nos ha afectado menos, pero los que no han podido abrir es una pena. Ahora se abre una oportunidad para emprender, si todos cumplen la normativa, la gente quiere salir. Hay trabajo para más bares de los que hay en Soria. 

Si todos cumplimos las normas, el volumen de trabajo se puede repartir. Viendo cómo fue el pasado fin de semana, de cara a Navidades no quiero ni pensar qué puede ser. En nuestro caso [Airos] tenemos una persona que controla la entrada y la cola llegaba hasta el parking. No se había visto nunca en Soria hacer cola para entrar a un discobar. 

¿El fin de las restricciones ha supuesto un efecto llamada?

El fin de semana ha sido de lleno total desde las diez de la noche. Y hay que controlar los aforos, porque si no damos seguridad nosotros, estamos perdidos. Hemos intentado trabajar bien durante toda la pandemia y en la calle es más difícil de controlar, puede haber aglomeraciones puntuales, pero como ocurre en un comercio o en otro sitio. De la puerta para adentro intentamos ser superestrictos. En nuestro caso, seguimos sin permitir el consumo en barra porque si están dos o tres grupos, otros van a pedir... 

Los hosteleros han puesto de manifiesto durante la pandemia que hay clientes que incumplen y que los responsables de los locales no pueden actuar de policía, ¿hasta qué punto se puede controlar?

En el interior sí se puede controlar, pero policía no somos y no podemos estar todo el rato recriminando, discutiendo con los clientes y la gente cuando bebe pierde la medida. Es muy complicado porque hay que andar con mucho tacto. Es estresante trabajar así y, a veces, desesperante porque algunos no hacen caso.

La hostelería, en general, se ha sentido señalada durante todo este tiempo, aunque cuando se han flexibilizado las restricciones ha coincidido que ha aumentado la incidencia del contagio. ¿Teme que se vuelva a producir?

No ha sido por la apertura de la hostelería, porque la gente se ha juntado en pisos o en botellones. La gente dentro de un establecimiento está más controlada. Pero tenemos miedo a que nos vuelvan a cerrar después de que hemos sacado a la gente del ERTE (Expediente de Regulación Temporal de Empleo) y a contratar más personal. Es duro.

¿Cuántos locales de ocio nocturno han cerrado durante la pandemia?

No sé exactamente, pero han sido varios. En La Zona, cinco o seis locales, seguro, que han cerrado, y los que siguen abiertos no sé cómo lo hacen después de este tiempo. 

¿Cómo se ha reinventado el ocio nocturno en Soria?

Nos hemos tenido que reinventar y explotar más las terrazas. Con las medidas de flexibilización del Ayuntamiento de Soria hemos podido seguir trabajando, porque si no, todos hubiéramos estado cerrados hasta ahora. Para un local de ocio nocturno en Soria abrir para cerrar a la 1.30 no es rentable porque la gente sale tarde.

Mencionaba que han sacado a los trabajadores del ERTE y están realzando más contratos, ¿siguen con dificultades para encontrar personal en hostelería?

Sí. Nosotros, por ejemplo, sacamos en su momento a todo el personal del ERTE, pero ahora para estos días está costando encontrar camareros para trabajar de extra. Es difícil, te vuelves loco. La gente se ha buscado otros trabajos y los que venían antes de extra, llamas y te dicen que tienen otra cosa y ya no quieren trabajar en la hostelería. Esta es la dinámica.

Comenta que el primer fin de semana con menos restricciones ha estado lleno. Es complicado recuperar lo perdido, ¿este último tramo del año puede salvar al sector?

Recuperar las pérdidas no se puede, pero compensar sí. Para el ocio nocturno de Soria ahora es una buena temporada, ha terminado el verano y la gente ya no está en los pueblos, vuelve a la capital, también están los universitarios que salen los jueves por la noche. Creo que es un buen momento para disfrutar y para recuperar parte de lo perdido.

¿Qué ayudas ha recibido el ocio nocturno por parte de la administraciones?

Pocas y están llegando ahora. Están las del Ayuntamiento de Soria, la Junta de Castilla y León también nos ha dado alguna subvención y nos ha ayudado con las terrazas... algunas no llegan a 1.000 euros, otras son de 3.000... pues con pérdidas de más de 100.000 euros, no se compensa. Además, se cobran tarde y para una subvención, por ejemplo, de 500 euros, que no sabes si la van a aprobar o no, el gasto de gestoría son 120 euros, así que casi es mejor ni pedirlas. 

Con las restricciones a los locales de ocio nocturno se han generalizado los botellones entre los más jóvenes, ¿considera que se puede recuperar a esta clientela?

El público del ocio nocturno, que tiene edad y dinero para salir de fiesta, se ha juntado más en pisos y en locales. Quienes hacen botellón son más jóvenes y lo van a seguir haciendo. Pero no son nuestra clientela esencial. La gente que se ha juntado en otros sitios ya la hemos recuperado y echaba de menos volver al bar, a la noche, aunque sea con restricciones y llevando mucho cuidado. Lo que se quiere es socializar y relacionarse, es la esencia del ocio nocturno en Soria. La gente tiene ganas y ahora tenemos que controlar que esto no se desmadre, porque no se han eliminado todas las restricciones. Hay unos aforos que cumplir, no puede estar el bar lleno como antes de la pandemia. Hay que ser estrictos y responsables, porque si no es así no sirve de nada y en cuatro días nos van a volver a cerrar.

¿Han sido más permisivas la autoridades con estas concentraciones masivas al aire libre que con los locales de ocio nocturno?

Sí. Y no lo entiendo. He tenido en muchas ocasiones a la Policía en mi local porque había clientes que estaban consumiendo de pie o fumando en la terraza, les recriminaban que tenían que estar en mesa, cuando a cien metros, en el parque de La Dehesa, había un centenar de jóvenes sin mantener ninguna distancia y consumiendo bebidas. ¿Yo no lo puedo hacer en mi terraza y a cien metros sí se puede hacer? No tiene ningún sentido. Igual que ahora se puede consumir de pie y en barra dentro del establecimiento, y en la calle, no. ¿Será más seguro en la calle y no dentro, no? Pues parece que no, porque dentro se puede y fuera, no. No sabemos cómo va a actuar la Policía, porque es una locura. Luego cuando llega el frío, la gente en Soria es de quedarse en la entrada de los bares, ¿cómo se va a hacer? ¿En la Dehesa sí se puede estar y en la puerta del bar no?

Hemos cambiado los hábitos a la hora de relacionarnos y de salir, ¿cree que algunos se van a mantener, al menos, a corto plazo aunque no sea obligatorio?

Sí, creo que sí. Además, deben mantenerse. Sería bueno para la hostelería y el ocio nocturno la costumbre de reservar mesa o acudir más temprano a los locales. En mi caso, para este fin de semana ya tengo varias mesas reservadas para las 16.00 horas, por lo que aunque se puede abrir hasta las 4.00 de la madrugada, hay clientes que se han acostumbrado a salir antes y creo que esto se va a mantener.

¿Es posible que en Soria se consolide el ‘tardeo’ como en otras ciudades del país?

Sí y es mucho mejor para todos. Es una manera de ponerlo de moda aquí también, en toda España se hace, pero en Soria era al contrario, cenar muy tarde y salir lo más tarde posible también.