En plena crisis sanitaria y económica, con 4.818 desempleados inscritos en las oficinas del Servicio Público de Empleo (SEPE), un 32,14% más que hace un año; con más de 500 empresas sorianas en ERTE y cerca de 1.800 trabajadores afectados en la provincia; con decenas de persianas bajadas; con la hostelería, el comercio, los gimnasios, las agencias de viajes… al borde del abismo, resulta casi utópico hablar de nichos de empleo. Pero... los hay.
A pesar de la que está cayendo, hay ocupaciones que en 2020 lograron tener una tendencia positiva de contratación, hay empresas que han logrado mantener su actividad, y hay sectores que, incluso, saldrán reforzados de esta crisis. Porque la pandemia ha hecho emerger nuevas realidades en el mercado de trabajo.
Peones de industria manufacturera, de transporte de mercancías, de construcción, agrícolas y ganaderos, operadores de máquinas, conductores, auxiliares de enfermería hospitalaria, médicos, profesores, profesionales del trabajo y de la educación social, empleados de oficina... están entre las 43 ocupaciones que el año pasado experimentaron una variación interanual positiva de contratos en la provincia. Así se desprende del estudio realizado por el Observatorio de las Ocupaciones del Servicio Público de Empleo donde, no obstante, hay que partir de un escenario general claramente negativo: en 2020 se firmaron 10.000 contratos menos que un año antes y el paro se disparó hasta las 4.500 personas (900 más que en 2019). Y eso sin tener en cuenta los trabajadores en ERTE donde, obviamente, se esconde también una importante destrucción de empleo.
«cambio de tendencia». El presidente de la Cámara de Comercio e Industria de Soria, Alberto Santamaría, tiene claro dónde están los nichos de empleo en estos momentos. «Hay un cambio de tendencia evidente y, en esta situación tan dinámica, hay ciertos trabajos que se han visto apagados por las circunstancias de la pandemia, por la reducción de la movilidad… mientras otros han florecido», resume, al tiempo que pone el foco principalmente en tres ámbitos: «El sanitario, donde hay una demanda general en España, y donde la brecha de Soria aún se ha hecho más grande; todo lo que tiene que ver con reparto a domicilio, logística… ya que se ha quitado una forma de vida y de consumo pero eso ha implicado que emerjan otras; y lo relacionado con el teletrabajo, ya que se ha impuesto y todo lo que tiene que ver con informática, tecnología, redes… ahora es más necesario que nunca», resume.
A su juicio, los datos estadísticos que indican una tendencia positiva de la contratación en ocupaciones como peones de industria, agrícolas u operadores de maquinaria para fabricar productos de papel y cartón no son tanto fruto de la situación de pandemia como de la situación que ya se venía arrastrando previamente. «En cartonaje estamos dentro de la dinámica ya que es un sector en crecimiento habitual; en agroalimentación es normal que se haya mantenido porque lo que ha bajado en restauración se ha ganado en ventas en supermercado, de modo que se ha logrado un cierto equilibrio; y en peones de industria ya veníamos de un déficit de mano de obra y la industria en este tiempo lo que hemos hecho ha sido reinventarnos y buscar otros mercados. Por tanto, ahí no es tanto un cambio significativo sino que son las sinergias que ya se veían», justifica.
¿qué trabajos se buscan? Mecánico de talleres, soldadores, operarios y peones de fábricas, técnicos de mantenimiento e ingenieros industriales son las necesidades de contratación que mayoritariamente trasladan las empresas a FOES. También, profesiones relacionadas con la gestión de empresas en las áreas económica y de recursos humanos.
«Junto estas necesidades de orden técnico, existen otras -también de difícil cobertura- en el ámbito socio-sanitario, que han cobrado especial importancia con la pandemia de la COVID-19: auxiliares de geriatría y de clínica, fisioterapeutas o cuidadores de personas con discapacidad se suman ahora a las ocupaciones más demandadas», añaden desde la federación.
Y, para cubrir estas demandas, «los servicios de FOES trabajan a diario con sus asociadas en la detección de mano de obra que venga a cubrir las ofertas de empleo, muchas de ellas de difícil cobertura en una provincia tan poco poblada como Soria», explican.
Porque desde FOES son conscientes de que «el capital humano» es «la parte más importante en una organización, directamente relacionado con la competencia y la productividad». De ahí que la federación preste especial atención a las necesidades de contratación de sus asociadas, con las que mantiene hilo directo en un doble sentido: «Ayudarles a encontrar el perfil de trabajador adecuado a sus necesidades, y mantener permanentemente formados y actualizados a los trabajadores ya en plantilla, abriéndoles la posibilidad de incrementar su cualificación con nuevos cursos».
En esta línea, FOES pone a su disposición su Portal de Empleo, que «cubre actualmente alrededor del 80% de las necesidades de las empresas que acuden a este servicio». Para que la cobertura de los puestos de trabajo sea de un 100%, FOES trabaja en distintas vías. La última ha sido la firma de un convenio con la Subdelegación de Defensa en Soria que abre la posibilidad de trabajar en la provincia a más de 11.000 exmilitares y reservistas de 70 especialidades diferentes y que en un alto porcentaje poseen la cualificación técnica que precisan las ofertas de empleo relativas a industria.
Conscientes de la importancia de «encontrar los perfiles más adecuados a las necesidades de las empresas», el departamento de Formación de FOES ofrece además cursos «a demanda». Además, se trabaja junto con la Fundación Dualiza Bankia y en colaboración con la Junta para potenciar la FP Dual en la provincia, «una formación que se ajusta a las necesidades de las empresas y que ayuda a evitar la fuga de talento y a fijar en Soria a la población más joven».
mensajería genera empleo. Por su parte, el secretario provincial de Comisiones Obreras, Javier Moreno, asume que la pandemia ha traído consigo «nuevas realidades del mercado de trabajo», con sectores potencialmente generadores de empleo que están «funcionando bien» (mensajería, tecnología, servicios esenciales...) que conviven con otros «que se han visto obligados a parar» (hostelería, turismo, ocio...) y los que se han logrado mantener (industria, agrícola...).
«Nos guste o no, en Soria cada vez tiene más presencia del sector servicios, y todo lo que tienen que ver con la mensajería es donde más empleo se está generando», apunta de inicio el portavoz sindical a la hora de pronunciarse sobre los nichos de empleo en la provincia. Es una realidad que responde, justifica, a las nuevas demandas sociales, ya que se han disparado las compras por internet, los pedidos a domicilio... lo que ha hecho emerger en Soria «lo que se llama economía colaborativa, que es la precariedad en su máxima expresión», los riders [repartidores de comida a domicilio en bicicleta]. «Es uno de los sectores en auge pero, desde nuestro mucho de vista, se están haciendo contratos ilegales, ya que se les está haciendo trabajar como ‘trades’ -trabajador autónomo que depende económicamente de un cliente- y ya hay sentencias al respecto», avisa, instando a estar vigilantes al respecto.
A este sector se suma, «todo lo que han sido servicios esenciales, que han sido generadores de empleo». Incluye ahí a sanidad, servicios sociosanitarios, la agroalimentación... pero no al transporte donde, además, establece claras diferencias: «El transporte de viajeros ha perdido todo lo denominado transporte discrecional y muchas empresas se han visto obligadas a cerrar o a hacer ERTE; y en transporte de mercancías hay un problema y es que, para que los viajes sean rentables, deben llenar a la ida y la vuelta, pero ahora no hay capacidad para encontrar portes».
Mejor perspectiva hay en todo lo relacionado con «la digitalización, los empleos verdes...» ya que el teletrabajo ha venido para quedarse y todo lo tecnológico es «la apuesta de futuro».
Respecto de lo que había y se ha mantenido, Moreno apunta al sector de la industria y especialmente a la automoción, con gran peso en la provincia. «Se genera empleo pero, con la COVID, lo que ha ocurrido es que algunas empresas han tenido que hacer ERTE y eso lo que ha provocado es que se haya destruido el empleo que tiene que ver con las empresas de trabajo temporal (ETT)». En cuanto al sector agrícola, donde la contratación ha crecido, la justificación está «básicamente en Nufri, la empresa de las rosas y, parte del año, los invernaderos de Olmillos e Ines».
«De cara al futuro, dependerá de si somos o no capaces de combatir la pandemia para reactivar la economía», apunta. «¿Seremos capaces mañana de volver a generar el empleo que se ha destruido en este tiempo?», se cuestiona. La respuesta queda en el aire pero lo que tiene claro es que en esa recuperación será clave el papel de las administraciones públicas en dos sentidos, como «generadores de empleo» (sacar oferta de empleo público con puestos de calidad) pero, también, como captadores de inversión, de proyectos, de iniciativas. Y, en esta línea, incide en la importancia de captar tanto inversión pública como privada, y eso, recalca, pasa por ser «innovadores», y «buscar la manera de ser competitivos» apostando por la formación.