Es cada vez más habitual ver el caballito de Soria en pruebas ciclistas repartidas por todo el territorio nacional. No se trata de ningún acto promocional para la provincia sino de un nuevo club que surgía en el año 2020 antes de la pandemia y que ya cuenta con 75 socios. El nombre se identifica perfectamente con su seña de identidad, se trata de Epona Bike.
Esta escuadra surge de la ambición de un ciclista de Barcelona afincado en Soria. Hugo Pardo tenía un problema, «no encontraba con quién entrenar», recuerda. «Buscaba una forma de unirme al ciclismo en la provincia, una fórmula para que la gente te acogiese», relata «y gracias a un amigo la idea surgió de la nada».
A través de las redes sociales anunciaban «que había la opción de apuntarse a un club para poder entrenar y salir de ruta, sin más agobios que pasar un buen rato y disfrutar del ciclismo de montaña». Poco a poco la idea fue cogiendo fuerza. «No pedimos otro requisito que no sean los datos del corredor». Automáticamente se pasa a formar parte de Epona Bike, «y como regalo de bienvenida damos una bolsa de corredor con un juego de calcetines con nuestro símbolo y dos bidones». Así de sencilla comienza la aventura con este equipo de ciclismo con dos alternativas: disfrutar a nivel de ocio o competir por ser los mejores.
Competición. Hace una semana el Epona Bike se hacía hueco entre los mejores equipos de ciclismo de montaña con el bronce en su categoría y el sexto puesto en la general en la prueba de resistencia de 700 kilómetros Madrid-Murcia, «fue una auténtica gozada», reconoce Hugo Pardo, «aunque al principio solo queríamos disfrutar, con el paso del tiempo nos vimos peleando por los primeros puestos». Y al final completaron el recorrido con un total de 26 horas, 24 minutos y 20 segundos.
Hablamos del propio Hugo, Ángel Jiménez, José Pedro Gonzalo y Ernesto Pastor, «somos cada vez más los que buscamos competir a un gran nivel y además queremos seguir avanzando en este aspecto».
Entre las próximas citas está la Aragón Bike Race, Colina Triste en El Burgo de Osma, o La Rioja Bike Race, «intentamos buscar las mayores carreras posibles porque es la forma de que podamos hacernos un nombre». Seguir mejorando es complicado, "no corremos para ninguna administración pública y solo contamos con patrocinadores privados para financiarnos". El mayor problema está en los desplazamientos, "buscamos hacer una aportación a los corredores, ya sea con una nutrición regalada, equipaciones o intentar jugar un poco con el dinero del que dispongamos en ese momento".
Este es solo una pata de las dos en las que se apoya Epona Bike. La otra consiste en el ciclismo más puro, quedar en grupo para realizar una ruta y dar rienda suelta a la verdadera pasión.
Rutas. Seguro que más de uno se siente identificado. Llega el fin de semana y buscas salir con la bici pero no te atreves a hacerlo solo. Epona Bike cumple esa demanda, «no importa el nivel, aquí de lo que se trata es de poder entrenar con gente que se adapta a tus mismas características». Poco a poco se crea un vínculo de familia, «a medida que el número de socios aumenta es cada vez más sencillo el conseguir rutas de forma frecuente». Unos entrenamientos que llegan a todos los puntos de la provincia.
En Epona los 75 socios proceden de todos los puntos de Soria, «eso hace que se puedan acordar rutas en todas las comarcas y que de esta forma los propios ciclistas muestren al resto recorridos que de otra manera sería muy difícil que pudieran encontrar». Se crea una especie de red, «cualquiera puede apuntarse a una excursión en Tierras Altas, en Pinares o en el Moncayo». Porque las rutas dan paso a jornadas completas de deporte y convivencia.
Son cada vez más los casos en los que la carrera ciclista del día se extiende durante toda una jornada, «primero se corre pero después hay comidas o visitas relacionadas con el turismo». Una forma diferente de conocer la provincia, «puede ser un foco de atracción de visitantes porque a través del boca a boca se sigue uniendo gente». Es la esencia de Epona Bike. Desde su mismo nombre se comprende que es más que un club de competición, se trata de una forma de expresión a través del deporte del amor por la provincia y por el ciclismo.