"Hemos solicitado una reforma importante en la Comandancia"

N.Z.
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Soria «es segura» y el nivel de esclarecimiento «altísimo», del 90% en los delitos contra las personas y del 30% en ciberdelincuencia, donde Velarde alerta de un aumento «exponencial» de los casos

"Hay acuartelamientos que necesitan una mejora" - Foto: Eugenio Gutierrez Martinez

Soria ha celebrado esta semana la festividad de la Santísima Virgen del Pilar, patrona de la Guardia Civil. El teniente coronel Jefe de la Comandancia, Andrés Velarde, pone voz a quienes a diario velan por la seguridad ciudadana en el medio rural soriano. 

Soria es una de las provincias más seguras de España, según las estadísticas. ¿Es una cuestión de proporcionalidad -a menos población, menos hechos delictivos- o a qué responde?

La verdad es que en Soria no hay muchos habitantes y tampoco muchos hechos graves que afecten a esos habitantes. No hay muchos en cantidad total pero, además, los datos en porcentaje, en índice por cada 100.000 habitantes, nos dicen que somos muy seguros en relación con otras provincias. Por ejemplo, en relación conMadrid aquí tenemos tres veces menos índice de delincuencia. Esto quiere decir que si un soriano -con mala suerte- en 50 años puede sufrir una infracción penal (que puede ser desde que tenga una alcoholemia positiva hasta que le roben el teléfono, y nunca va a tener una cosas seria como un homicidio de forma próxima), un madrileño tiene uno de esos hechos cada 20 años. 

Aunque es cierto que hay otras provincias en el territorio nacional más seguras, estamos entre las cinco más seguras y también en el entorno europeo presentamos los mejores datos. Eso es un valor muy importante. 

La sensación de seguridad, no obstante, es una cuestión subjetiva y, precisamente por ser una provincia pequeña, cuando ocurre algo se dispara la preocupación. ¿Les afecta este hecho en su trabajo?

Aquí lo que destaca un poco acaba destacando mucho porque es lo único que hay, pero es algo puntual y al final la gente se acaba dando cuenta de que no tiene por qué afectar a todos. Además, ponemos las medidas para evitar que eso se generalice y, cuando la gente tienen esa sensación subjetiva que no es tan buena, intentamos reforzar y que la gente sepa que estamos ahí y nos vean con más intensidad. Aún así, creo que la sensación de seguridad aquí es alta, porque además hay cosas que ocurren en las grandes ciudades (como esas fiestas multitudinarias que estamos viendo ahora) que aquí no pasan, y menos en los pueblos.  

Según datos del portal de criminalidad, el año pasado la delincuencia en Soria en general y en el medio rural en particular cayó de forma notable, ¿cómo ha afectado la pandemia?

La pandemia ha cambiado significativamente en dos cosas: en la actividad general, que evidentemente ha disminuido porque hemos estado cuatro meses confinados y, si la gente no se mueve, no hay problemas; y en qué hemos tenido que hacer. Ha habido que adaptarse y cambiar lo que hacíamos antes para dedicarnos a auxiliar a los ciudadanos, a los servicios sanitarios, lidiar con el cumplimiento de las normas -que además eran cambiantes y complejas porque había que hacer pedagogía para que la gente entendiese qué se podía hacer y que no, vigilar las carreteras para que circulase solo quien debía, visitar las residencias, ayudar a las personas transeúntes... Ha habido que adaptar todos nuestros medios con los conocimientos, experiencia y valores de la institución, que lleva 176 años trabajando en esta provincia y que ha pasado ya dos pandemias, la de cólera de 1856 y la de gripe de 1918 y, aunque distintas, contaron con valores que se utilizaron entonces y se han podido utilizar ahora, como la resiliencia.  

¿Ya se ha recuperado la normalidad?

Creo que estamos en una fase que, como dicen los sanitarios, es bastante favorable y veo que los datos desde hace ya un par de meses empiezan a ser muy parecidos a los que había con antelación. Esperemos que mejore y lleguemos a normalidad absoluta. 

¿Cuáles son los delitos más comunes que se producen en la provincia?

Los delitos contra el patrimonio (robos y daños) representan el 70% de las infracciones penales que tenemos, pero es significativo que en los últimos años han crecido de manera exponencial los delitos relacionados con la ciberdelincuencia. Y, dentro de estos, las estafas y, en particular, detracciones de cuentas corrientes no autorizadas o compras a través de internet que haces el ingreso pero no recibes el producto. Hace cinco años prácticamente no había y ahora se han convertido en el 20% de las infracciones penales. Crecen de forma significativa pero es cierto también que este tipo de delitos no generan una sensación de inseguridad alta porque afectan a una persona concreta y en muchos casos los bancos se hacen cargo. 

Luego hay también delitos contra las personas en el entorno en que nosotros trabajamos, que es la provincia. Muchas amenazas, insultos... 

En los últimos meses han salido a la luz diversos casos de cultivo de marihuana. ¿Es una situación puntual o está incrementado el cultivo ilegal? 

Pasa en estas fechas porque los cultivos pueden ser 'in door' y 'out door', y los de interior precisan de una infraestructura de cultivo y hay pocos, pero los exteriores es ahora precisamente cuando se recogen, cuando sale la floración, por lo que entra dentro de la normalidad que se detecten ahora. ¿Va aumentando? No he detectado un aumento sustancial. Puede que puntualmente haya alguna más pero en principio es la época. 

¿Hay mucha droga en Soria?

Volvemos un poco al principio, no hay mucha en cantidad porque tampoco hay mucha población y no hay mucha demanda; y tampoco hay mucha porcentualmente. Aunque efectivamente hay consumo y se detecta, yo creo que no es alarmante. 

¿Cómo afecta el hecho de que Soria sea una provincia con importantes recursos naturales como la caza o la micología?

Las competencias de esos recursos son de la Junta de Castilla y León y nosotros colaboramos con ellos para el cumplimiento de la normativa administrativa. Son dos aspectos similares pero con sus diferencias. 

En el tema de la caza hemos incrementado e intensificado los servicios en este último tiempo, a partir de la pandemia. Aquí es muy importante la colaboración ciudadana porque nosotros no podemos estar en todos los sitios y detectar a quien caza de forma irregular, a quien hay que cogerle en el momento con la pieza. 

La micología es diferente porque parte de una modificación normativa muy importante que hubo en 2017, un decreto que potenciamos nosotros junto con la Junta. Ya habíamos hechos actuaciones con antelación con una colaboración muy estrecha pero nos dimos cuenta de que nos faltaba alguna herramienta, que nos ha dado ese decreto. Creo que a día de hoy -o al menos en los últimos años- hemos conseguido que quien venga a recolectar setas lo haga de manera ordenada y cumpla con lo que dice la normativa (si no totalmente, al menos sí parcialmente), cuando antes no había nada que hacer. Hay ya regiones que nos están preguntando para replicar el modelo. Creo que hemos conseguido un trabajo bueno.

¿Acabar con los recolectores ilegales, con esos grupos organizados que se desplazan a Soria para la campaña micológica, es posible?

Hay que reconocer que el tema de la micología tiene la peculiaridad de que es un dinero rápido y fácil, con lo cual eso atrae a gente. El problema es lo que pasaba antes, cuando de manera exagerada venía gente a recolectar sin cumplir las normas y encima se hacía daño al monte y, además, venían incluso familias con menores. Ahora parece ser que eso se ha ordenado y creo que saben lo que tienen que hacer y cumplen con las normas, aunque efectivamente algunos no lo hacen y, por tanto, se les denuncia. Luego la sanción la hace la autoridad administrativa [la Junta], pero creo que eso que se producía antes o se ha disminuido o ha desaparecido. Veremos cómo evoluciona este año que, digamos, es de transición después del paréntesis de la pandemia.

Cuando se habla de violencia de género, desde las entidades que trabajan con las afectadas alertan de que es más difícil denunciar en el medio rural. ¿Qué sensación tiene usted?

Hay una denuncia semanal en violencia de género, entre 40 y 50 al año, y no veo que haya una dificultad específica para denunciar violencia de  género. Sí que noto que hay muchas actuaciones que hacemos por llamadas que, cuando llegas al lugar, ya no son violencia de género o parece que no son violencia de género, sino una pelea, unos gritos, los vecinos alertados... que, cuando llega la patrulla, parece que está resuelto. A nosotros eso no nos quita de actuar y seguimos haciendo las diligencias para que la autoridad judicial sepa que ha pasado algo ahí y decida si quieren continuar con la acción penal o no. Pero nosotros dejamos constancia siempre porque es cierto que muchas de las veces que vamos parece que no ha habido nada pero, si vamos porque hay un aviso de violencia de género, vamos a actuar. 

¿Cuál es el nivel de esclarecimiento de los casos en la provincia de Soria?

Altísimo, pero es verdad que depende mucho del tipo de infracción penal. En las infracciones contra las personas -lesiones, amenazas...- está por el entorno del 90%. También en violencia de género es alto. Y en el resto está en unos datos de cerca del 48%. Eso quiere decir que, de cada dos, uno se resuelve. Son unos datos espectaculares, sobre todo en tema de patrimonio, cuando los datos normales rondan el 15-20%. Debemos estar realmente satisfechos. 

Y en los ciberdelitos los datos de esclarecimiento rondan el 30-35%, un dato muy alto ya que estos delitos sí que tienen mucha dificultad para esclarecerse porque no se producen por personas que estén aquí o se sitúen aquí para cometer el hecho, sino que es gente que está fuera, ha estado siempre fuera, incluso en otros países, y llegar es complicado. Ahí tenemos herramientas y la colaboración de las entidades bancarias. 

¿Es complicado determinar un perfil de la delincuencia en Soria? 

Sí, no tiene nada que ver unas amenazas o una alcoholemia positiva con uno que se dedica a los robos como 'modus vivendi'. 

¿Hay no obstante cierta delincuencia foránea, bandas que vienen de fuera, sobre todo cuando hablamos de delitos contra el patrimonio?

Quitando la delincuencia de amenazas, violencia de género... que es local, y la ciberdelincuencia, que es gente que está fuera incluso del país, la inmensa mayoría de las infracciones penales son contra el patrimonio y son sobre todo robos con fuerza. De estos, la inmensa mayoría son personal foráneo y son grupos organizados que no solo se desplazan a Soria, sino que también se mueven por Segovia, Burgos,Zaragoza... Suelen ser daños importantes y a cosas concretas porque se dedican a eso y ese es su 'modus vivendi'. 

Efectivamente hay grupos y en los últimos dos años (incluida pandemia) se han investigado y se han llegado a poner a disposición judicial en torno a quince grupos de estas características que se mueven por la provincia y que no se quedan aquí, sino que se van moviendo hasta acabar en ciudades grandes, donde se ocultan.

¿Cuál es la situación de la plantilla en estos momentos?

La plantilla está por encima de los 550 componentes y creo que está bien dimensionada porque cubrimos todo el espacio de la provincia, vertebramos todos los núcleos importantes y cubrimos todos los espacios, incluso los más despoblados. Tenemos además algunas especialidades (Tráfico, Policía Judicial o Intervención de Armas) y, las que no tenemos aquí, las podemos solicitar y vienen de manera inmediata (Servicio Aéreo, de Montaña, de Actividades Subacuáticas...). Tenemos una cobertura que en principio está diseñada para cubrir las necesidades globales de la provincia. 

¿Y qué nivel de ocupación tienen?

Lo ideal es que fuese del cien por cien pero evidentemente no lo es porque depende de los altibajos de los concursos de cobertura de vacantes que se producen, es fluctuante. Estamos en unos datos que podrían ser mejores pero no están mal.

¿El dato exacto de ocupación?

Son datos que no se pueden dar. 

Soria es un destino de difícil cobertura pero, además, hay cierta dificultad de asentar las plantillas. ¿Sería interesante impulsar medidas de discriminación positiva?

Es cierto que es una provincia de mucho movimiento donde vienen muchos guardias pero también se marchan muchos y el tiempo de estancia no es muy grande; pero también es cierto que eso se puede deber a la falta de guardias civiles sorianos. Primero, porque no hay tantos sorianos para cubrir las necesidades que tenemos en Soria pero, también, porque hay muchos sorianos que acaban pidiendo destino en otro sitio. 

Seguramente que habrá posibilidades para mejorar esa situación con incentivos y demás pero tendrá que valorarlo quien tiene la competencia. 

¿Cómo afecta que la plantilla nunca esté cubierta al cien por cien?

Como en todos los trabajos. Cuesta más cubrir el trabajo, sobre todo si estás dimensionado para hacerlo. Tiene su efecto y lo paliamos con el resto de personal que con su interés, su iniciativa y sus ganas de trabajo cubre esas necesidades. 

¿Esta falta de personal obliga a que en momentos puntuales haya cuarteles cerrados porque no hay personal? ¿O siempre hay alguien?

Todas las zonas de la provincia, sea cual sea el punto, siempre tienen cobertura de la Guardia Civil. Si no hay personal suficiente en el puesto en un momento determinado por necesidades de movimiento de plantilla o de vacantes, se cubre con el personal del resto de la provincia, de manera que siempre haya un servicio homogéneo en todos los puntos de la provincia, tanto haya personal destinado en ese momento o está la plantilla cubierta completamente como si no lo está, porque se intenta cubrir con el resto. Al final es como una mancha de aceite de la Guardia Civil que lo cubre todo y tratamos de que tenga la misma densidad en todos los sitios. 

Es impopular en el medio rural plantear cierres de cuarteles pero, dada la situación, ¿sería necesario reorganizar la estructura actual?

En principio no está previsto hacer ninguna modificación en ese sentido. Yo pienso que los ciudadanos tienen que recibir el servicio igual en todos los puntos de la provincia e igual en todos los puntos del territorio nacional, y el hecho de vivir en una zona despoblada no tiene que ser óbice para no tener ese servicio que se tiene en otros sitios. 

En lo que se refiere a instalaciones, ¿cuál es la situación en Soria?

La Guardia Civil lleva 176 años en la provincia, es el cuerpo policial que más tiempo lleva de manera continuada. Desde 1845 venimos ocupando diferentes inmuebles y, en la actualidad, muchos de ellos adolecen de la antigüedad. Este mismo edificio donde estamos ahora [la Comandancia] es de 1964. Dicho eso, creo que la situación en los acuartelamientos de la provincia es buena. Algunos es cierto que hay que mantenerlos porque sufren esa antigüedad pero hay otros impecables, como el de Ólvega y El Burgo de Osma que son nuevos. Y ahora tenemos la previsión de la construcción del nuevo acuartelamiento de San Esteban de Gormaz. 

Después de San Esteban, ¿cuál debería ser la siguiente obra?

Como digo, no tenemos tan mala situación en los acuartelamientos como para deducir una construcción nueva, salvo en San Esteban que sí hace falta. Pero sí hay acuartelamientos que necesitan importantes mejoras, entre ellos, la propia Comandancia. Hemos solicitado que se haga una reforma importante en la Comandancia y veremos a ver. 

¿Sería reforma, ampliación o un edificio nuevo para la Comandancia?

Aquí estaríamos hablando de adaptación a sistemas más eficientes, porque estamos hablando de un edificio de los años 60 y, obviamente, la eficiencia energética de entonces no es la que tenemos ahora. 

¿Es un reto trabajar para la seguridad ciudadana en una provincia tan extensa y tan dispersa como Soria?

Es un reto siempre trabajar en seguridad pública, es un reto trabajar en la Guardia Civil, pero es apasionante. Sí es un reto trabajar en unas dimensiones tan amplias porque tenemos muchos espacios y hay que cubrirlos todos. Además, en una ciudad (grande o pequeña) todo está concentrado y se accede a mucha más gente en un solo espacio, pero en una extensión grande como Soria quizá atiendes a una persona y, a 20 kilómetros, a otros cuatro, y las poblaciones además se multiplican entre verano e invierno. Implica un reto pero apasionante. 

Hablamos de más de 10.000 hectáreas y más de 500 núcleos de población. ¿Se puede llegar a todo?

Se llega. Y llegamos no solo a todos los municipios sino a todos los núcleos de población. Queremos que los ciudadanos sepan que estamos y nos vean, y se paren a hablar con nosotros, y nos cuenten cómo es su situación, qué han visto... No podemos pasar por todos los sitios en todo momento pero sí podemos pasar por todos los sitios en el menor tiempo posible, y yo intento que sea como mínimo una vez a la semana. Solo de esa manera podemos saber qué necesitan y cómo podemos ayudarles. 

¿La colaboración ciudadana es aún más importante en el medio rural?

No sé si más importante pero es fundamental, y ayuda mucho. Por ejemplo, la investigación de grupos organizados que se desplazan temporalmente a robar ha dado lugar a más de 70 presuntos responsables que hemos puesto a disposición de la autoridad judicial, y la colaboración ciudadana ha sido esencial para empezar las pruebas o tener las evidencias suficientes para poder investigarlos y llegar a esas personas. 

Entiendo que los tiempos medios de intervención dependerán de dónde ocurren pero, ¿hay una media?

Yo estoy satisfecho de la media que tenemos, que es bastante aceptable, sobre todo teniendo en cuenta que en los casos graves se llega muy pronto. En ocasiones llegamos antes que los servicios sanitarios, lo que dice que tenemos una respuesta muy ágil. 

¿Cómo es la colaboración con otros cuerpos?

Es muy fluida. Con Policía Nacional la colaboración es muy intensa y con el resto de policías locales (que son cuatro) también, porque además nos necesitamos mutuamente. 

Hace unos años presentó su libro 'La Guardia Civil, Historia de Soria desde 1845'. ¿Qué descubrió de la provincia? 

Me sorprendió que la Guardia Civil tenía muchos más acuartelamientos de los que yo pensaba, más de 60. Encontramos datos de acuartelamientos como el de Somaén (a mediados del XIX) que no sabíamos que existía. Son datos que, si no hubiésemos recopilado entonces, se habrían perdido. Esto ha promovido seguir investigando, que nos cuenten cosas, y hemos conseguido datos muy curiosos como todos los servicios que se hacían mes a mes, saber que la Peña del Duro (en Ocenilla) fue tallada por un guardia civil en el XIX, que se hacían casetas para los guardias civiles a lo largo de los trayectos camineros, que Pío Baroja vino a la provincia y subió a Urbión con su hermano, que era pintor, y les acompañaron guardias civiles, y esa subida la relata en un artículo de prensa de 1909 y su hermano hace varios bocetos de los guardias civiles. También, que cuando García Lorca vino a visitar Numancia con La Corrala le acompañó Gaya Nuño, y este refleja en 'el Santero de San Saturio' lo que le decía Lorca sobre los guardias civiles: «Es lo único valioso que queda en España». 

¿Valora publicar más?

Si hay tiempo, intentaremos hacer algo porque es historia de la Guardia Civil pero es historia de la provincia. 

Conoce la realidad de la provincia, ¿qué retos tiene sobre la mesa?

La Guardia Civil se dedica a la seguridad pública y el reto es el día a día y tratar de anticiparse para evitar que genere un problema a la convivencia ciudadana. 

Uno de los retos, por tanto, es la prevención, y el otro es que el personal que venga a trabajar se sienta a gusto y quiera estar aquí el mayor tiempo posible, aunque tenga el legítimo interés de volver a su tierra. Creo que eso lo estamos consiguiendo. 

En la semana en la que se celebra su patrona, ¿qué mensaje le gustaría que llegara a la sociedad soriana?

Que la Guardia Civil somos ciudadanos de Soria, somos parte de la sociedad soriana y queremos que nos consideren así y que sepan que lo que hacemos es prestar un servicio para que puedan mantener la convivencia entre ellos y se pueda disfrutar de la vida en esta maravillosa provincia.