La historia de los Franciscanos en Soria se escribe entre el siglo XIIIy el XIXy, tras un paréntesis, se retoma en 1920, cuando la llegada de una comunidad de franciscanos procedente de Aránzazu propicia la fundación del colegio San José de Soria. Desde entonces, han acumulado un siglo ininterrumpido volcados en esta ciudad. Un siglo de compromiso, de labor apostólica pero, también, de docencia, de deporte, de convivencia, de generosidad, de solidaridad, de unión... Un siglo haciendo Soria. Sin embargo, el libro de los Franciscanos en Soria, de nuevo, se interrumpe, y en esta ocasión ya no es posible concretar cuándo podrá volver a retomar sus páginas... 

El próximo 4 de octubre, coincidiendo con la fiesta litúrgica de San Francisco de Asís, la Diócesis de Osma-Soria despedirá a la comunidad de los Padres Franciscanos de la capital, que actualmente está compuesta por cuatro frailes. La precaria situación de salud y la edad de los cuatro padres que quedan en Soria, unido a la imposibilidad de un relevo por la escasez vocacional, hacen imposible seguir escribiendo su historia en esta tierra. 

Su despedida deja un vacío en la ciudad, pues generación tras generación el San José ha marcado la historia de los sorianos. En las aulas, promoviendo los movimientos juveniles, impulsando la actividad deportiva, la música, las fiestas, la convivencia... No en vano, a su amparo ha surgido la Cofradía del Ecce Homo, el Club deportivo San José, Sede Social, Pía Unión de San Antonio, el grupo de liturgia, Dulzaina, Amigos de San Francisco, la Asociación de exalumnos del San José... Precisamente el presidente de esta asociación, Miguel Ángel Berná, se encargó de recopilar parte de todos estos recuerdos en un libro que publicó en el año 2008. La obra es un repaso fotográfico del siglo XX del colegio de los Padres Franciscanos y bajo el título Ayer en el Colegio San José (PP.FF.), quienes pisaron sus aulas podrán reencontrarse con sus recuerdos. Para Berná esta despedida no resulta fácil, pues su vida ha estado ligada al San José desde los ocho años que entró como alumno hasta que lo tuvo que dejar en 2017, ya como profesor, al cerrar el centro y fusionarse con Trilema. «En 2006 tuve la gran oportunidad de reunir cientos y cientos de fotos del cole, unas mías por mi afición a la fotografía y otras cedidas por los frailes. La ocasión era buena para reunirlas en un libro y así se cumplió lo que años atrás siempre quise. Unos recuerdos que así se plasmarían en la memoria de muchas personas vinculadas al colegio», justifica sobre su obra. Reconoce que todas las asociaciones vinculadas al San José han «intentado que no viniera el final», pero «la sociedad actual cambia, y el final que todos esperábamos llega. La edad de los frailes, junto con la nula vocación hoy en día religiosa, hace que esto llegue a su fin. Pero lo que nunca desaparecerán son algunas de estas asociaciones. Sigo visitando a ‘mis hermanos’ y, lógicamente, la pronta despedida hace que uno se emocione», reconoce el presidente de los exalumnos. Eso sí, advierte, «los Franciscanos nos han dejado una gran forma de ser a muchos de nosotros y solo tengo palabras de agradecimiento». 

La Diócesis, propietaria del inmueble (convento, iglesia y colegio), aún no ha decidido su futuro. Los Franciscanos se van pero, su lema, seguirá en Soria:Paz y bien.