Marina Muñoz llegaba al Mundial de Triatlón de Cross de Cáceres tras superar una importante lesión en sus rodillas, "me rompí los dos meniscos y me hice un esguince en un ligamento y hace un mes y medio no podía andar". Llegar a la línea de salida "era ya un premio", pero quedar sexta del mundo y lograr el bronce sub-23 fue la guinda, "no me lo esperaba porque si me dicen que hace un mes iba a conseguir esto lo hubiese firmado sin pensar".

La triatleta procede de Cuéllar pero hace dos temporadas fichaba por el Club Triatlón Soriano. Sus actuciones están dando una gran visibilidad a la entidad, "soy consciente de todo esto pero el deporte es complicado, aunque ahora tenga muy buenos resultados después no llegar a ser una gran triatleta, de momento voy poco a poco sin pensar más". 

A pesar de los cantos de sirena, Marina Muñoz se queda en Soria, "muchos clubes me escriben todos los años para formar parte de sus equipos pero yo me quedo en Soria y lo haré unos cuantos años". Una soriana más que ahora volverá a tener una cita muy importante, el Mundial del Duatlón Cross, donde el objetivo vuelve a ser una medalla.