A grandes males, grandes remedios. Es lo que han debido de pensar en el gimnasio de Las Camaretas para tratar minimizar los daños por el cierre obligado. Según Jesús Corchón, su responsable, han decidido sacar al exterior parte de los aparatos para, al menos, poder dar las clases y hacer los ejercicios de crossfit. "Quedarte en casa y ver cómo se hunde el negocio en muy malo para la cabeza, había que hacer algo", señala. Así,, han acondicionado un espacio en la zona de atrás de las instalaciones donde sacan los aparatos. "De esta manera se pueden hacer los ejercicios y además sin marcarilla al estar al aire libre. Por supuesto, mantenemos todas las medidas de precaución", reconoce. Apunta Corchón que ni mucho menos se evitan así los perjucios que genera la situación, ya que sólo una parte de los usuarios pueden ejercitarse en la calle. De momento son casi 50 los que han decidido seguir aunque sea en estas circunstancias. "A algunos clientes, de entrada, les echa para atrás porque en algunas horas del día las temperaturas son bajas. Lo que sí es verdad que el que prueba se queda. Así lo hemos visto desde que empezamos el viernes". Corchón destaca también el apoyo de los usuarios durante estos tiempos tan difíciles. En este sentido, reconoce que algún cliente ha asegurado que seguirá pagando la cuota aunque no tenga intención de ir.