La Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) está inmersa en la nueva campaña de muestreo biológico de la cuenca para evaluar el estado de las masas de agua, que se concretará en 50 puntos repartidos por toda la demarcación soriana, 12 de los cuales se concentran en la comarca de Pinares. Hasta la fecha, se han analizado la mitad de los puntos fluviales en Soria. No obstante, los técnicos del organismo autónomo adscrito al Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico analizarán hasta 500 puntos en la Comunidad dentro del programa de seguimiento que el Organismo viene desarrollando desde hace más de una década, en cumplimiento de lo establecido en la Directiva Marco del Agua.
Estos trabajos, que incluyen la recogida de macroinvertebrados (insectos y pequeños animales que viven en el lecho del río), diatomeas (algas microscópicas que tapizan las piedras) y macrófitos (plantas acuáticas) se prolongarán previsiblemente hasta el mes de julio y se realizarán en base a los protocolos técnicos aprobados por el citado ministerio, respetando en todo momento las recomendaciones establecidas por el Ministerio de Sanidad para la prevención en la transmisión de coronavirus. Los trabajos se desarrollan por equipos de técnicos, habitualmente por parejas, que analizan 100 metros de río con un examen visual y con recogida de muestras. Posteriormente se trasladan al laboratorio. Así se determinará si la masa de agua está o no dañada y en qué medida. En los embalses, los equipos se trasladan en barca hasta el punto más profundo y se analizan varios parámetros en cada metro hasta llegar al fondo. El objetivo es estudiar la presencia de organismos y especies -plantas o animales- para extraer información «muy certera» sobre la calidad del agua y del ecosistema del que forman parte.
Estos indicadores biológicos y las conclusiones sobre el estado ecológico y la hidromorfología servirán para centrar la gestión, planificación y el programa de medidas de la CHD para mantener el buen estado de las masas de agua. Además de los muestreos biológicos, los ríos también se someten a análisis físico-químicos, con una frecuencia mensual o trimestral dependiendo del programa de control en el que estén incluidos, así como al mencionado diagnóstico hidromorfológico. Los resultados obtenidos en estos controles permiten la evaluación de su estado, combinando el estado ecológico y químico.
control anual. Los trabajos para evaluar el estado de las aguas superficiales y el control adicional de las zonas protegidas por la CHD, incluyen también muestreos en embalses con el propósito de controlar y evaluar la composición, abundancia y biomasa de las comunidades fitoplanctónicas. Los muestreos biológicos en ríos (fitobentos, diatomeas, macrófitos y fauna bentónica de invertebrados) se realizan anualmente, en primavera llegando a principios de verano. En los embalses, los muestreos biológicos (fitoplancton) se realizan dos veces al año siempre en verano. Los análisis posteriores a los muestreos biológicos requieren identificación taxonómica de los organismos encontrados y suelen hacerse en el plazo de unos tres meses desde que finaliza la campaña. No obstante, la clasificación de su estado ecológico como muy bueno, bueno, moderado, deficiente o malo, se realiza en los primeros meses del año siguiente a los muestreos, «ya que se requiere promediar con los análisis físicoquímicos realizados hasta el mes de diciembre», detallan los técnicos.
La CHD se encuentra ahora cerrando los datos obtenidos en la campaña anterior. «Son análisis complicados», comentan, y los datos obtenidos revelarán el estado de las masas de agua en 2019. El Plan Hidrológico vigente está finalizando también ya que el próximo comenzará en 2022. Según confirman desde la CHD, el próximo Plan Hidrológico se encuentra en fase de consulta pública.