Socrates y Platón echan el telón en El Burgo

EDS
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En el Instituto Santa Catalina se jubila Ana García. La creadora del grupo de teatro sigue defendiendo la brillantez de sus alumnos y la necesidad de rescatar las Humanidades en la civilización occidental

Socrates y Platón echan el telón en El Burgo

Ana García se jubila después de más de tres décadas dedicada con pasión a la enseñanza de la cultura clásica, gran parte de su vida laboral la ha desarrollado en el Instituto Santa Catalina de El Burgo de Osma pero también pasó en sus primeros años por San Esteban y Soria. Aún hoy, ya viviendo sus primeras semanas lejos de las aulas, sigue presumiendo de sus alumnos y éstos, los de hace años y los de ahora, continúan en contacto con ella disfrutando de una relación que va más allá del temario de una asignatura.

Iba para veterinaria o bióloga pero tuvo una «maravillosa profesora de Clásicas, doña Inés Cantero, que era muy exigente pero una estupenda profesional». Recuerda cómo a partir de una frase desplegaba toda la civilización grecorromana y ya no pudo desengancharse de ese mundo. Estudió en Zaragoza y desde entonces conserva amistades y el amor por los textos de Platón, Cicerón y Aristóteles, «para mí estudiar la carrera no fue un trabajo, fue un placer».

En su labor docente ha cosechado muchos éxitos más allá de los ordinarios del aula, por tres veces sus alumnos han sido los mejores traductores de Cicerón en la Universidad de Valladolid logrando como recompensa otros tantos viajes a Roma. En varias ocasiones sus grupos han participado en un certamen en Arpino donde iban los mejores estudiantes de Europa, también ha ganado varios premios Lourdes Albertos de la Universidad de Valladolid y otras muchas convocatorias, «yo no presumo de mí, presumo de mis alumnos».

Fue en su tiempo en el instituto de San Esteban de Gormaz cuando comenzó a dirigir representaciones teatrales, arrancó con Fuenteovejuna pero desde entonces ya no abandonó a los clásicos. Esa labor ha sido fundamental en su carrera sobre todo en los años del Santa Catalina; ha representado una quincena de comedias de Plauto logrando un gran éxito de público y el reconocimiento de varios certámenes.

Para Ana sus compañeros han sido sus amigos, «al instituto siempre he ido contenta» y «los alumnos siempre han sido buenos, he querido enseñarles quién ha sido Sócrates, Ciceron, Virgilio, que entendieran que debemos a los griegos la democracia, que recuerden a Pericles y que a pesar de la dificultades no hay que desfallecer como Ulises que al final llegó a Itaca». La profesora insiste en que no es necesario dar las clases de una forma tradicional, se puede enseñar de muchas maneras; ella ha realizado numerosísimos viajes .García lamenta el maltrato que las letras sufren en los planes educativos, recuerda que su fruto no es inmediato como pueda pasar con otras materias, «las humanidades son una formación para el futuro, lo que nos hace crecer como personas». En su despedida de las aulas, sigue preocupada porque de seguir así las cosas no sabremos quién es Arquímedes o Platón aunque «el mundo grecorromano nos ha enseñado todo lo que sabemos de la civilización occidental; en Rusia quieren ser Europa y conocen más la cultura grecorromana que en España, lo que se desconoce se desprecia».