El deporte al aire libre individual ha recuperado la rutina perdida. Hace semanas ya se especulaba que disciplinas como el tiro con arco tendrían más fácil la vuelta a los entrenamientos. Con la entrada de la Fase 1 ya es una realidad. Raquel Frías ha comenzado con el trabajo esta misma semana, «después de mes y medio ha sido muy ilusionante el volver a entrenar», reconoce la campeona de España. El Club de Tiro Alto Real permite realizar el recorrido o llevar el parapeto, pero con reserva previa, «el protocolo a seguir es básico, llevar gel hidroalcóholico, usar cada uno su propio equipo y llevar mascarilla si coincides con algún compañero».
Por el momento no pueden acudir a la sala de tiro, «es un espacio municipal y en realidad en Fase 1 solo se puede entrenar en espacios abiertos». Volver al campo era lo que más echaba de menos la arquera, «es verdad que he tenido la suerte de poder entrenar en casa pero como mucho en ocho metros», la técnica se mantiene pero llega incluso a aburrir, «tirar tan cerca todo el rato sin cambiar la posición o la zona hace que incluso acabes harta».
Ha sido mucho tiempo sin competir y esto ha provocado que los primeros días todo haya sido «un desastre», reconoce entre risas, «lo ves todo muy lejos». El primer día tiré a 30 metros y el segundo a 50 metros, «los problemas de deriva eran inmediatos porque en el arco desnudo todo es muy visual». Agrupaba bien las flechas «pero con tendencia a la derecha». Día a día va puliendo esos detalles, «sobre todo corregir la posición porque yo suelo meter mucho la cabeza pero en realidad son correcciones del propio arco».
Lo ideal sería entrenar cada día a distancias cortas y luego pasar a las largas, pero durante estas semanas eso ha sido imposible. «A nivel físico no lo notas mucho porque en realidad he podido abrir el arco todos los días». La exigencia, evidentemente cambia a distancias de hasta 50 metros, «debes mantener más la posición y eso hace que te canses más, pero eso es resistencia que irá aumentando a medida que pasen los días».
Inactividad. El mayor miedo de Raquel Frías es volver a la competición, «cuando entrenas estás mucho más relajada pero esa adrenalina la pierdes y es una incógnita el saber qué puede pasar el primer día que vuelva a competir». Se da la circunstancia de que se trataba de un año ilusionante para la soriana, «tras pasar una mala temporada he trabajado mucho, en el Campeonato de España de Salamanca quedé tercera y me demostré a mí misma que podía volver a tirar bien».
No ha podido competir en ningún torneo más y el Europeo y el Mundial, ambos en octubre, los da por perdidos, «la cita mundialista de Estados Unidos ya está cancelada y el Campeonato de Europa es cuestión de tiempo». Parece más sencillo que haya competiciones a nivel nacional, «es más sencillo sin viajar entre países y se hará siempre que nos podamos mover entre comunidades y haya posibilidad de alojamiento». A lo que se añade que «haya algún club dispuesto a organizarlo».
Al tratarse de un deporte individual con grandes distancias entre participantes parece factible poder ver a Raquel Frías de nuevo en competición. La Federación Española tiene la última palabra.