Para reliquias de Tierra Santa

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Las piezas, decoradas con repujado, se hallaron en la plaza de armas del Castillo

Para reliquias de Tierra Santa

Estas piezas tienen el interés de evocarnos, aun con alguna duda, el viaje de peregrinaje a Tierra Santa. Unos viajes, que como todos lo peregrinajes, son espirituales reforzados por la peligrosidad del camino. Es tan decisivo el camino como alcanzar el destino. El regreso, renovado el peregrino, le daba a este un prestigio social casi venerable. Las piezas ingresaron en el museo en 1954 siendo director Ricardo Apraiz. Inicialmente se las clasificó como porta perfumes, debido a la forma y su reducido tamaño. Se encontraron en la plaza de armas del Castillo de Soria, a una profundidad de 1,5 metros, pero carecemos de más información. 

En 1990, José Luis Argente las clasificó como vinajeras de campaña, puesto que ese tamaño reducido facilitaría el transporte de líquidos. Más tarde C. de la Casa y M.L. Barrero consideraron que pudieron aparecer en Uxama señalando además que pudiera tratarse de ampollas de peregrino.

El estudio realizado por estos autores para determinar su función fue exhaustivo: se cotejaron distintas fuentes, se estudiaron tipologías de piezas similares, escasas, e incluso  se analizaron y compararon las cajas y contramoldes que servían para proteger las vinajeras de viaje, y toda suerte de recipientes y contenedores relacionados en tamaño. Concluyeron que ninguna razón sostenía un uso litúrgico de estas piezas en los siglos XIV y XV en que se fechan estas piezas. Se desestimó que fueran crismales, recipientes para los aceites bautismales, porque en este caso deberían haber sido tres y la decoración de las piezas no es, además, acorde a este uso. 

Para reliquias de Tierra SantaPara reliquias de Tierra Santa - Foto: Las ampollas de peregrino, no obstante, fueron un recipiente muy utilizado en la  baja Edad Media y aun después y sirvieron para  portar agua o aceites benditos de Tierra Santa, el lugar de las preciadas reliquias de santos a las que solo un escaso número de  privilegiados tenía acceso. Los elementos que provinieran de Tierra Santa tenían  una pátina divina aceptada por aquellos cristianos que no pudieran realizar el viaje. Aún hoy se consideran destinos de una peregrinación  lugares tan importantes como Roma, para los romeros, Santiago de Compostela, para los peregrinos, Jerusalén para los palmeros y Santo Toribio de Liébana para los cruceros. 

Los palmeros, viajeros que se dirigían a Tierra Santa buscando una redención o una comunión mayor con Dios o recuperar Tierra Santa de los  musulmanes, demostraban fehacientemente dicho viaje  trayendo consigo el agua y los aceites benditos del río Jordán. La fe haría que pudieran ser utilizados buscando en el futuro la curación si fuera necesario. 

El camino peligroso hacia un destino señalado es una constante en toda la literatura conocida. El viajero tiene un halo heroico, dramático en ocasiones. Persas, griegos, romanos, hindúes han peregrinado por razones religiosas.  Los cristianos mantienen aún sus lugares de peregrinaje, al igual que los musulmanes o los hebreos. Ese camino del héroe supone una redención, un nacimiento o el descubrimiento de una nueva vida. El personaje que realiza dicho viaje renace o se renueva. 

Para reliquias de Tierra SantaPara reliquias de Tierra SantaEstas piezas se pudieron clasificar cuando se hallaron gracias a los escudos y motivos decorativos que conservan, todos ellos realizados mediante repujado. En la cara principal, puede leerse ‘EN’ coronada en el interior de un doble círculo, en este caso menor que en su reverso, y todo ello rodeado de una decoración de cuerda girada. En la cara posterior, e inscrito en un círculo que abarca todo el campo de la misma, se ve el escudo real de Castilla y de León; en la parte inferior, y en dirección a ambos lados, nacen unos ramajes con tres granadas. Todo ello determinó que  la cronología de las ampollas de peregrino  es el siglo XV, correspondiendo al periodo del reinado de Enrique IV de Trastamara.

Sin embargo pese  a su consideración como ampollas de peregrino, los autores citados llaman la atención acerca de que la decoración es laica  y ello genera dudas  en su comparación con otras piezas encontradas en el norte de África y sur de Europa, en cuyo caso sí es religiosa.