El Judo Club San José había logrado tres medallas en el Campeonato de Castilla y León, un gran resultado. En su día a día los competidores habían conseguido entrenar con contacto durante las dos últimas semanas, mucho más satisfactorio. 

Cuando habían recuperado su rutina, el cierre de las instalaciones deportivas deja en pausa la reanudación de la temporada, «aunque todavía no está claro quién puede entrenar preferimos ser cautos hasta que la federación nos de una resolución oficial», asegura el entrenador de la entidad, Ramón Aragonés, «por el momento esta semana cerramos nuestras instalaciones».

Hasta esta nueva etapa el club había conseguido retener a 30 de los 50 judokas de la pasada temporada, con una rutina de entrenamiento innovadora que cumplía con todos los protocolos sanitarios. Esperan que este ejemplo  y esta adaptación sirva para que puedan volver cuanto antes al gimnasio.

Nueva rutina. Solo hacía falta echar un vistazo al entrenamiento del Judo Club San José para darse cuenta de cómo se había adaptado a las restricciones, «las colchonetas van por colores para marcar las distancias de seguridad», describe, «no faltan las mascarillas, las distancias y una preparación que elimina todo el trabajo de suelo de máximo contacto».

Los deportistas que no compiten «no tienen contacto entre ellos». Los propios cintos sirven para marcar las distancias, «aprovechamos para trabajar con más asiduidad la técnica, pero el poder hacerlo en compañía resulta muy importante». Ahora volverán a los vídeos caseros, «no podemos permitir que los chicos dejen de entrenar».

La adaptación ha sido dura y se sienten satisfechos con su trabajo, «hemos conseguido sacar adelante nuestro deporte». Con esa misma filosofía se toman ahora este nuevo paso atrás que solo esperan que sea para coger carrera y regresar con más fuerza que antes.