El presidente del Consejo Económico y Social (CES), Enrique Cabero, entonó hoy el himno del ‘Canto a la esperanza’ desde el orgullo a la grandeza de esta tierra, el talento y el trabajo de sus gentes y reivindicó que Castilla y León es cuna de algunos de los hitos más importantes de Europa.

Enrique Cabero fue el encargado de entonar el ‘Canto a la esperanza’, del poeta Luis López Álvarez, en un acto programado por el Ayuntamiento de Villalar de los Comuneros con motivo del 500 aniversario de la Batalla de Villalar, pero que el alcalde de esta localidad, Luis Alonso Laguna, afirmó que se mantendrá en próximos años.

Tras expresar “el recuerdo perpetuo” a las personss fallecidas por el covid y abogar por la pronta recuperación económica y social de esta crisis por la pandemia, Cabero, salmantino como el capitán comunero Francisco Maldonado, afirmó que a este movimiento se es debe “tanto” por parte de quienes creen en la democracia la libertad y el estado de derecho.

En una intervención plagada de citas e hitos, repasó lo que ha supuesto el movimiento comunero a lo largo de estos 500 años, ya que, aunque perdieron en Villalar frente a las tropas imperiales de Carlos I, sus principios de libertad e igualdad y su ley Perpetua de Ávila, calificada como primer texto constitucional, han tenido un recorrido y han sido recogidos por el liberalismo, republicanos, constitucionalistas.

La impronta comunera está en la constitución de 1931 y es “lógico que el faro de igualdda y libertad” que llevó a muchas personas a Villalar en los años 70 sea símbolo en la constitución de la comunidad de Castilla y León en el estado de las autonomías, convertido en norma bajo el gobierno de Demetrio Madrid, argumentó Cabero.

También, reivindicó a Castilla y León como cuna del municipalismo, del parlamentarismo, de la universidad más antigua, del derecho de gente, de los derechos humanos y de una lengua que se convirtió en universal y concluyó que nadie duda de la modernidad de la revolución comunera, que tuvo un trasladó en otras revueltas europeas de siglos posteriores.

Cabero tuvo un recuerdo y reconocimiento para las mujeres comuneras, como María Pacheco, María Coronel y Ana Abarca. “Ha sido un auténtico honor”, concluyó por haber sido elegido para pronunciar el canto a la esperanza.