Barreras de olor contra fauna en cuatro carreteras de Soria

Ana I. Pérez
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El producto comenzará a aplicarse en los tramos que acumulan mayor siniestralidad por atropello de animales salvajes de las carreteras SO-100, CL-116, SO-910 y SO-820

Barreras de olor contra fauna en cuatro carreteras de Soria - Foto: Eugenio Gutierrez Martinez Eugenio Gutiérrez Mart

La Junta de Castilla y León probará  en varios tramos de cuatro carreteras de la provincia de Soria un nuevo tratamiento de barreras olorosas para ahuyentar a la fauna salvaje y minimizar los accidentes provocados por el atropello de animales. Tal y como explicó el jefe del Servicio Territorial de Fomento en Soria, José Luis Palacios, aún no se han concretado los puntos en los que se esparcirá este producto, pero será en cuatro carreteras: SO-100 (Soria-Berlanga de Duero), CL-116 (El Burgo de Osma-Almazán), SO-910 (Venta Nueva-Abejar) y SO-820 (El Valle, entre Tera y la N-111 y Sotillo del Rincón y Vinuesa).

«En estas zonas tenemos varios tramos con una elevada siniestralidad por el atropello de fauna y probaremos en algunos puntos», abunda el responsable de Fomento.

Las barreras olorosas están compuestas por una mezcla de feromonas de lobo con una resina adherente resistente a la lluvia y nieve, y también con agua, derivando en la sustancia disuasoria que se combina en un recipiente especial y se esparce mediante un pulverizador directamente en los márgenes de las carreteras. Para ello se utilizan diferentes productos, como el denominado RTA50, para repeler jabalíes, corzos, ciervos y otras especies cinegéticas.

La resina permite que el producto con un olor muy fuerte se impregne en la vegetación, también en las superficies, y la mezcla es efectiva durante un periodo de tres meses, por lo que se recomiendan cuatro aplicaciones al año.

comparativa. De esta forma, durante un año se  realizará esta prueba en los tramos que se determine y se comparará el número de accidentes de circulación provocados por animales con los de años anteriores para comprobar si la medida ha surtido efecto y se minimiza la siniestralidad por este motivo en estas vías.

Este sistema se ha experimentado en las autovías A-601 (entre Cuéllar y Segovia) y en la A-231 del Camino de Santiago (entre León y Burgos) en el último año y los atropellos de fauna salvaje se han reducido entre un 40% y un 50%.

El jefe del Servicio Territorial de Fomento recuerda que hace años ya se aplicó una fórmula similar en las carreteras sorianas, colocando unas estacas de madera en las orillas de las carreteras, clavadas en el suelo, con unas espumas en las que se inyectaban las feromonas, pero no dio resultado y no se continuó con este sistema.

No obstante, Palacios añade que este proyecto, que se pondrá en marcha en las próximas semanas, tiene que complementarse con otras medidas como la limpieza y despeje de vegetación de los márgenes de las carreteras que impiden a los conductores ver a las especies cinegéticas que invaden la calzada.

«De aquí a un mes podremos empezar con las pruebas, tenemos que concretar los contratos, pero aproximadamente en este plazo. Queda por decidir en cuántos y qué tramos de estas cuatro carreteras se va a aplicar este producto, en función de la longitud que podamos extender, de la ubicación, del despeje, de los accesos... pero esto se prepara rápido [...] Se ha probado en otras provincias de Castilla y León y ha funcionado, aquí será igual y, si va bien, seguiremos con ello», sostiene el responsable de Fomento en Soria.

experiencia. Durante el último año ya se ha actuado en carreteras de toda la Comunidad autónoma, a excepción de las provincias de Soria y Valladolid. En el segundo caso, también se ensayará en este 2021, en concreto en la carretera CL-600, entre Simancas y Tudela de Duero.

Por otra parte, en el caso de la autovía A-231 del Camino de Santiago, además de administrar estas barreras olorosas en 46,75 kilómetros, en las obras de paso inferiores se aplica atrayente que imita el olor de las hembras, lo que provoca que los animales crucen por estos caminos.