A 31 de diciembre de 2018, el Complejo Asistencial de Soria acumulaba 758 personas en lista de espera para una intervención clínica, con una demora media de 61 días. El año anterior en las mismas fechas la cifra era de 502 personas y la demora máxima no superaba los 51 días. Y en 2016, el ejercicio cerró con 534 pacientes esperando su intervención, con un tiempo máximo de espera de 43 días.
Los datos evidencian que en el último año la espera quirúrgica ha empeorado en el complejo asistencial soriano, lo que contrasta con las cifras regionales que esta misma presentó el consejero de Sanidad, Antonio María Sáez Aguado. En la Comunidad, la lista de espera quirúrgica se situó en 22.524 pacientes al término de 2018, un 8% menos que un año antes. Además, la demora media para entrar en quirófano fue de 65 días, ocho menos que al finalizar 2017 (16,6% menos).
la clave:anestesia. «Durante 2018 ha habido una carencia de cuatro anestesistas que, en un plantilla de doce, se nota, y mucho», justifica el gerente del Área Integrada de Asistencia Sanitaria de Soria, Enrique Delgado. No esconde ni disfraza los datos objetivos pero, no obstante, insta también a analizarlos con cierta cautela y perspectiva. Principalmente, por dos motivos. En primer lugar, porque en Soria «partimos de cifras extremadamente bajas de espera quirúrgica» y, por tanto, cualquier leve movimiento supone «disparar los porcentajes». Pero, también, porque «Soria ya partía de una buena situación» y, por tanto, aunque la demora ha aumentado, la sanidad soriana sigue presentando cifras mucho mejores que buena parte de los hospitales españoles. De hecho, la espera media a cierre de 2018 en Soria fue de 61 días, cuatro días menos que la media regional (65 días) y 32 menos que la media nacional (que en junio era de 93 días).
Así las cosas, sentencia Delgado, «yo veo aquí la botella medio llena. Todavía con cuatro anestesistas menos tenemos menos demora y menos listas de espera que la media de Castilla y León. Y eso teniendo en cuenta también que es la tercera Comunidad de España con la mejor media», insiste. «Sobre una cifra muy baja, cualquier movimiento significa un gran incremento a nivel porcentual, pero las cifras son muy satisfactorias», añade, insistiendo en su tesis de la buena situación soriana.
Además, el gerente insta a analizar los datos teniendo en cuenta la prioridad de las intervenciones ya que, recalca, «todos los pacientes que hemos tenido con una prioridad 1 (aquellos que desde un punto de vista clínico se deben operar antes de 30 días), los hemos operado a todos antes de 30 días y, de hecho, la media es de 16 días». «Esto supone que desde que se diagnostica hasta que se opera son, de media, 16 días; esto es muy difícil de superar», subraya.
Pero, además, «en los pacientes de prioridad 2 (menos de 90 días), nosotros hemos operado en una media de 25 días y ningún paciente ha superado los 90 días de espera», añade. Donde más espera se acumula no obstante es en pacientes de prioridad 3 (cuya patología permite la demora del tratamiento, ya que aquella no produce secuelas importantes). Aquí había a finales de año 582 casos en espera y la demora media era de 40 días. «Son datos razonables para las circunstancias que tenemos de falta de profesionales», considera Delgado, quien recuerda que «la falta de anestesistas es un problema general de los hospitales públicos, no solo de Soria». Las dificultades para ocupar las vacantes en algunas especialidades no es un tema nuevo en Soria. El año pasado hubo problemas en Radiología (donde se llegó a acumular un año de demora), Cardiología, Digestivo, Ginecología... y «hoy el problema está más problema en Neumología, ya que esta semana se ha ido una neumónola, y en Anestesia». Sigue vacante también una plaza en Anatomía Patológica. La solución, insiste el gerente, debe ser «de carácter nacional».