Las piezas expoliadas en Tiermes podrían volver a Soria

Nuria Zaragoza
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El director del Museo de Ávila, abierto al traslado del millar de piezas sorianas que almacena allí. Jiménez Gadea advierte de que se trata de «pequeños fragmentos» de cerámica y metal. De la Casa valorará si procede solicitar la cesión

Las piezas expoliadas en Tiermes, camino Soria

El jefe del Servicio Territorial de Cultura, Carlos de la Casa, visitará el próximo mes de febrero el Museo de Ávila «en compañía de la arqueóloga territorial y de la directora del Museo Numantino». El objetivo de la visita es «ver lo que hay y, si se estima conveniente, proceder administrativamente» a solicitar la cesión de las piezas sorianas que se conservan en el museo provincial abulense. 

La visita de los expertos sorianos surge a raíz de la publicación en El Día de Soria  de los resultados de la Operacion Fíbula contra el expolio continuado de patrimonio arqueológico, una operación desarrollada por la Guardia Civil de Ávila y que desveló que en el Museo de Ávila se conservan más de un millar de piezas procedentes de yacimientos sorianos.

En el marco de esta operación, cabe recordar, se «incautaron 257 piezas pertenecientes a yacimientos del Valle del Tiétar que fueron expoliadas durante los años 80 y 90». No obstante, la operación provocó también que se «estudiaran más de 8.000 piezas que habían sido entregadas por el propio expoliador al Museo de Ávila y que podrían proceder de saqueos en esta provincia pero, también, en Guadalajara y Soria», indicaron entonces desde la Delegación del Gobierno en Castilla y León, desde donde concretaron que, dentro de estas 8.000 piezas estudiadas, habría más de un millar de yacimientos sorianos. El expoliador, cabe recordar, realizaba un estudio de zonas arqueológicas con búsqueda de bienes arqueológicos sin autorización previa. Ese estudio lo publicaba en varias revistas especializadas con la intención de dar a conocer sus nuevos descubrimientos como hallazgos casuales. Luego, donaba parte de las piezas a difererentes instituciones abulenses.

identificadas desde 1991. «Realmente la operación de la Guardia Civil ha sido una incautación de 257 piezas, y todas son piezas de Ávila. Lo que ocurre es que a la persona a la que se le han incautado o, mejor dicho, vinculado con esa persona, en el Museo de Ávila hay piezas de otras procedencias, de otro tipo de entregas distintas a lo largo de muchos años, y lo que hizo la Guardia Civil fue pedir un informe de piezas relacionadas con esa persona para argumentar su instrucción. Pero no tienen que ver con esta incautación, son piezas que ya estaban en el museo de otras procedencias. Unas habían venido a través de ayuntamientos de la provincia a donde habían llegado porque esta persona las había entregado, otras son donaciones...», especifica el director del Museo de Ávila, Javier Jiménez Gadea. «Dentro de ese grupo de piezas que ya estaban en el museo con relación con esta persona había una entrega que se hizo en el año 1991 directamente por él. En ese grupo hay piezas de yacimientos sorianos. Son piezas que el museo tenía clasificadas e inventariadas, no las ha identificado ahora», añade para explicar el origen de las piezas sorianas que se localizan en el museo abulense. 

Insiste el director en este punto y en diferenciar las piezas incautadas (257, todas de Ávila) de las 8.000 que estaban en el almacén del museo (entre las que se encuentra el millar de piezas sorianas) ya que, recalca, estas últimas estaban «perfectamente identificadas, catalogadas y documentadas» en el inventario de museo, donde se «conservan» desde hace décadas. El matiz es importante ya que esto supone que en el Museo de Ávila conocían perfectamente que parte de estas piezas procedían de yacimientos sorianos y, por tanto, ni han sido identificadas ahora ni han sido incautadas ahora, como podría parecer erróneamente al vincularse a la Operación Fíbula. Lo que sí ha permitido la intervención policial ha sido relacionar de algún modo las mismas al presunto expoliador, lo que podría evidenciar un origen ilícito. 

en soria no se sabía. Su procedencia era conocida en Ávila, pero no así en Soria. El jefe del Servicio Territorial de Cultural de Soria,Carlos de la Casa, admite que él no tenía constancia de que estaban estas piezas sorianas en Ávila, ni tampoco lo sabía la actual directora del Museo Numantino, apunta. No obstante, resta gravedad al asunto ya que, recalca, «el hecho de que haya piezas de otras provincias, e incluso de otros países, en un museo es algo muy habitual en arqueología». «No es inusual para nada», reitera. A pesar de ello, una vez conocido el asunto, anuncia, viajarán a Ávila para valorar su interés y una posible solicitud de cesión. 

pequeños fragmentos. Todas las piezas sorianas que hay en Ávila proceden de «la entrega» que hizo el presunto expoliador en 1991, asegura el director del museo abulense, quien especifica también que hay «1.329 piezas» procedentes de yacimientos sorianos, en concreto, de Tiermes, Uxama, Ucero, Revilla de Calatañazor y Barahona. A pesar de que desde la Delegación del Gobierno apuntaron en un primer momento que la mayoría de las piezas podían proceder de Tiermes, Jiménez Gadea puntualiza que de allí apenas es una «mínima parte» y que la mayoría son de Revilla y Barahona. Además, advierte, «son pequeños fragmentos de cerámica o de metales. Cuantificados uno a uno superan el millar, pero que la gente no piense que son mil urnas, mil espadas...», aclara. 

posible cesión a soria. Ante la idea de que Soria pueda solicitar el traslado de las piezas, el director del Museo de Ávila asegura que por su parte no habría «ningún inconveniente» en facilitar el cambio. No obstante, advierte, la solicitud debe realizarse siguiendo el trámite oficial y la decisión final no dependerá de Ávila, sino que «lo tiene que autorizar laDirección General de Políticas Culturales». «Tanto el Museo de Soria como el Museo de Ávila son museos de titularidad estatal y, por tanto, las piezas están igual de conservadas allí que aquí. No obstante, insisto, estos museos somos provinciales y nuestras misión museográfica es poner en valor el patrimonio de la provincia. Esto supone que esas piezas -aunque aquí están perfectamente conservadas, custodiadas y a disposición de los investigadores- nunca van a formar parte de nuestro proyecto expositivo. Quizá allí [en Soria] puede interesar poner en exposición, cosa que nosotros no vamos a hacer y, entonces, no tendríamos ningún inconveniente en, si hay una solicitud formal y razonable, acceder a esa petición. Pero se tiene que producir desde Soria», aclara Jiménez. 

no aportan nada novedoso. Todas las piezas sorianas conservadas en el almacén del Museo de Ávila son «piezas celtibéricas, básicamente es material cerámico y metálico de época de la Segunda Edad del Hierro, y la mayoría están muy fragmentadas y corroídas». En cuanto al valor de las mismas, el director del museo puntuliza: «Hay dos valoraciones, la económica y la histórica. La económica depende de cada pieza y depende del valor del seguro, del valor del mercado... y no se ha hecho con esas piezas. En cuanto a la valoración histórica... su valoración es la misma que se puede dar a cualquier elemento arqueológico que puede haber en cualquier museo. La importancia de un resto arqueológico es alta pero, en relación a lo que tiene el Museo Numantino, estas piezas son más de lo mismo, es decir, el Museo Numantino tiene perfectamente representada toda la arqueología celtibérica ya de la provincia y esto sería para mayor abundamiento de lo que ya tienen, pero no aportaría nada novedoso». 

«Por tanto, desde el punto de vista de la conservación no hay ninguna pieza especialmente rica. Y desde el punto de vista tipológico, representa la cultura material conocida y documentada ya del mundo celtibérico que el Numantino tiene perfectamente representada, por lo que no hay ninguna novedad», sentencia el responsable del museo abulense.