El Río Duero Soria caía en Melilla en el quinto set, un partido competido hasta el último punto que los celestes tuvieron que preparar en extrañas circunstancias el encuentro. Jugaban el domingo pero tuvieron que viajar el viernes a Melilla, "la disponibilidad de vuelos nos hizo tener que viajar el viernes por la mañana", relata Lucas Lorente, "esto nos ha obligado a estar aquí cuatro días y tres noches".

Adrián Olalla recuerda ahora que ese solo fue el primer problema, "en el hotel hubo problemas para comer y hubo que buscar una opción alternativa para desayunaar, comer y cenar, porque el hotel no lo servía". Además no han podido entrenar, "desde el jueves solo hemos tocado balón el domingo por la mañana". La única solución fue entrenar en la calle, pero sin poder jugar al voleibol hasta la mañana del partido.

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Ahora ya están en Soria pero con menos de 48 horas para preparar el partido del miércoles ante Boiro, "esta semana tenemos tres partidos en siete días", recuerda Lorente, "es una semana muy importante para mejorar en la clasificación", y la afrontan en las peores condiciones. Una odisea de cuatro días que ahora reviven desde casa.