La sensación que transmitía el Río Duero Soria tras su derrota por 0 a 3 ante el Vecindario dejaba preocupada a la afición y a la directiva. La reunión celebrada hoy ha servido para dejar claro el objetivo en lo que queda de temporada: la permanencia, "nuestra guerra es ese", asegura el presidente, Alfredo Cabrerizo, "y ese mensaje es para la plantilla, la afición y para todo el mundo".

Con el equipo a un punto del descenso buscan ahora mentalizar a una plantilla que partía con otras expectativas y que pese a su juventud, debe enfocarse en luchar cada punto sabiendo de la importancia de permanecer en la Superliga, "debemos recuperar anímicamente a los jugadores porque son gente muy joven, os veteranos deben dar un paso adelante".

Alfredo Cabrerizo es consciente de que las expectativas eran otras pero sigue recordando que cuentan con uno de los prespuestos más bajos y que esto estaba dentro de las posibilidades, "te tienes que adaptar a las circunstancias y ahora estamos más cerca del descenso que de la zona media". El Río Duero debe cambiar de chip para intentar sacar algo este sábado en su complicada visita a Ibiza.