Epifanio Frías completa su trilogía

A.P.L.
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El autor, de Ausejo pero residente en Fuentelfresno, ha publicado el tercer libro de la trilogía 'Un paraíso en la tierra', en la que reflexiona sobre las soluciones a los principales problemas del mundo actual

Epifanio Frías completa su trilogía - Foto: E.G.M

Desde su nuevo hogar en Fuentelfresno, tierra a la que ha regresado tras vivir en Madrid durante 40 años, Epifanio Frías ha creado la trilogía Un paraíso en la tierra, que  incluye los libros Un paraíso sin Eva, Adán en su paraíso y Amigo, llévame al paraíso, que acaba de publicar recientemente con la editorial Hebras de Tinta para cerrar el círculo. Lo que en principio era un libro de mil páginas que iba a encontrar dificultades en el mercado por su volumen, se «troceó» después en varias acomodándolo en una trilogía, sin ser una novela en partes.

Sobre la temática, en vez de tomar de la vida real los personajes que después se encuentran en la obra, es el propio pensamiento del autor y la idea de poder vivir en la naturaleza lo que sirve de hilo conductor. Al protagonista, Ramón, deriva sus cuestiones propias, haciendo que ejecutara deseos, como vivir en una casa en el medio rural, el ambiente que le gusta. «A partir de ahí y siempre como vector último el bien común, el protagonista idea y sueña, dormido y despierto, hazañas que llevaría a cabo si tuviera posibilidad. Como encuentra a un Amigo que la tiene, se produce una simbiosis entre el humano y el extraterrestre para hacer justicia y mejorar el mundo con acciones que quedan reflejadas», resumen sin querer desvelar más detalles de su trilogía. Entre otros temas, trata la política, el cambio climático, la intimidad personal y su venta por dinero a determinada prensa, la familia, la drogadicción,  la violencia sexual, los malos tratos, el vandalismo, los animales de compañía, la verdad y la mentira... El autor reflexiona sobre que el ser humano, con la tecnología de la que dispone e inventos que ya existen (máquina y gas de la verdad), puede descubrir la verdad, «así que en el libro Amigo los encuentra y los utiliza en un juicio, evitando que se inculpe a inocentes». Al tiempo, arremete contra los políticos que mienten y que deberían «estar enchufados» a una máquina de la verdad para hablar de promesas y cuestiones más serias. La trilogía se puede adquirir en las librerías Las Heras, en Soria, y Castelar, en Madrid, así como en la propia editorial. El Ayuntamiento y la Diputación de Soria le han comprado varios ejemplares, ya disponibles en el Bibliobús .

Su primer libro, Nací, es «muy personal» y fusiona la realidad con una ficción sobre cómo le hubieran gustado que fueran algunos de los acontecimientos que han marcado su vida. El segundo, La Constitución, papel mojado, «es un alegato de un profano en la materia, porque no soy abogado, para poner en relieve desde el sentido común cómo ni los políticos ni los ciudadanos en general cumplen una norma que debería guiarnos». El autor reconoce que esta obra nació de un cabreo, porque a pesar de ser una persona que no habla mucho y se guarda las cosas, decidió escribir lo que pensaba.

regreso a la tierra. Nacido en Ausejo de la Sierra, Epi vive desde hace siete años en Fuentelfresno, localidad del mismo municipio, donde ha podido construir una casa eficiente. «Es imposible que no quisiera volver a mi pueblo a vivir, porque he estado siempre enamorado de él y lo que me gusta es hacer mi vida en él», por lo que no ha sido un esfuerzo, sino todo lo contrario. Además de la literatura, otros de sus hobbies son la bicicleta (perteneció a la Peña Ciclista Cedena) y hacer grandes rutas, «de por lo menos cuatro o cinco horas y de entre 80 y 120 kilómetros», además del Camino de Santiago. 

Su afición por la escritura es «de toda la vida» porque ha leído mucho y, tras estudiar en la escuela del pueblo, por sus buenas referencias pudo estudiar Bachillerato en el colegio de los Salesianos de El Royo y en Zuazo de Cuartango (Álava). De allí se trasladó a Barcelona, donde quería seguir estudiando Periodismo, pero no pudo compaginar el trabajo con la universidad y lo dejó. Tras hacer la mili en Madrid, allí encontró un empleo y creó una familia. Cuando cumplió los 65 y se jubiló, Epi volvió muy ilusionado y orgulloso a la tierra que le vio nacer.