"Tenemos un grave problema con la mano de obra"

S.Ledesma
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Incluir a la provincia en un corredor de infraestructuras de carga rápida para este tipo de vehículos junto a Cuenca y Teruel es una de las apuestas del sector de la automoción, que ve una oportunidad en una tecnología que se va a imponer en 2035

"Tenemos un grave problema con la mano de obra" - Foto: E.G.M

El coche eléctrico es el gran desafío al que se enfrenta en la actualidad el sector del automóvil. Falta de infraestructura y de red eléctrica, así como un elevado precio, frenan su venta. Pero la investigación de su tecnología también repercute en el precio de los coches de combustión y el mercado está retraído. Hablamos de ello con el presidente del sector, Julián Untoria.

La irrupción de tecnologías más sostenibles ha llevado a Europa a proponer la prohibición de venta de vehículos diésel o gasolina a partir de 2035. ¿Qué supone para el sector del automóvil en la provincia? 

Tal como estamos puede suponer la ruina porque no sabemos exactamente hacia dónde va la Unión Europea. Hay que esperar a ver si desarrollan los combustibles sintéticos. De esta manera se podrían fabricar coches térmicos que llevaran combustibles de efecto cero (neutros en CO2). Hay que dar alternativas porque el coche eléctrico no es la única salida. Así que estamos un poco a la expectativa. 

¿A qué se debe esa situación tan pesimista en el sector?

Todo ha afectado mucho a este sector por la cantidad de cosas de las que dependemos, por eso ahora mismo hay un poco de ruina, entre comillas. Debido a la subida de intereses, a la incertidumbre que hay con todo este tema del coche eléctrico, a la falta de microchips y de materias primas, a la falta de camioneros...

Si ves datos de matriculaciones van mejor que el año pasado, porque el año pasado no había coches y ahora se están empezando a entregar. Pero notamos una bajada de asistencia de gente a las exposiciones y una bajada en la compra de coches, sea para tener en el mes o para pedirlo a fábrica. La demanda de vehículos se está decelerando. Sí, es verdad, poquito a poco se va regulando la fabricación de coches porque la demanda también está bajando y hay más microchips. Pero de repente tenemos campas llenas de coches que no nos pueden llegar por la falta de conductores. 

La pandemia, la falta de semiconductores para la fabricación, la guerra de Ucrania, la escasez de conductores para trasladar los vehículos a los concesionarios, el coche eléctrico… ¿A qué otros retos se enfrenta el sector?

En principio todo está enfocado en el coche eléctrico. Estamos en los albores de una tecnología, nos guste más o menos. Así que nos enfrentamos al desconcierto que existe en cuanto a qué comprar. 

Dicen que el ?coche eléctrico no tiene mantenimiento, pero tiene otros costes: preparación, herramientas, componentes, mano de obra cualificada... La formación de una persona es brutal porque no nos olvidemos de que estamos tocando un coche con el que te puedes electrocutar, así que también es necesaria la protección adecuada (trajes, herramientas para manipulación), además de un protocolo de prevención de riesgos y esto hace que el coste de la mano de obra se incremente. Esto nos lleva a otro tema: hay sitios en los que no te dejan meter un coche eléctrico en el garaje por si se incendia y cuando un coche eléctrico se quema no lo apaga nadie.

Realmente sólo se habla de eso en el sector: tenemos que ser más ecológicos y hay que llevar un control brutal de los residuos para no contaminar, pero para poderlo hacer necesitamos personal y formación. 

¿Y hay personal cualificado en Soria para abordar la situación?

No tenemos ni gente ni personas para formar. Tenemos un problema muy grave de mano de obra. Los oficios, en general, están fallando y aquí, en el tema de talleres y concesionarios, pasa lo mismo. Es parte de nuestros retos en el sector. Ya nos hemos ido adaptando a otros cambios a lo largo de los años: a la gasolina sin plomo, a los coches diésel, a los cuatro por cuatro, a los automáticos... El coche eléctrico es otro paso, pero tenemos que saber qué tecnología le vamos a dar. 

Así las cosas, ¿estamos preparados para abrazar el coche eléctrico?

Hoy por hoy no estamos preparados para el coche eléctrico y esto es fastidiado. Por un lado nos falta infraestructura y por otro lado tenemos que nos falta red de carga. Pero hay que hacer algo para que los coches no contaminen. 

¿No hay interés por sacar verdaderamente una tecnología verde?

Como hay tantos intereses creados... No hay un acuerdo a nivel mundial, pero si hemos conseguido hacer en un año una vacuna que nos ha curado una pandemia, podríamos hacer lo mismo con las emisiones si realmente se quisiera. Si ahora mismo nos pusiéramos de acuerdo todo el mundo y quisiéramos bajar el CO2 lo bajaríamos. 

Y nos han dado una bofetada de realidad. La guerra de Ucrania nos ha puesto en su sitio a Europa. No sabíamos que Ucrania es el granero del mundo, ni que se fabricaban un montón de cosas para los coches, ni que tiene la central nuclear más grande de Europa. Como seguía funcionando y tirando... Por eso en Europa están preocupados: porque no tenemos ni recursos ni tecnología como para hacer frente a todos estos retos que vienen. Ha pasado con los microchips, en manos de China y Rusia, pero pasa lo mismo con la energía. Imagínate si nos paramos todos por la energía. Y si el coche eléctrico nos crea esa dependencia...

Entonces, el tema del automóvil es una dictadura. Nos va a llevar a que las corporaciones multinacionales van a decidir quién compra y quién va en coche porque si no tienes cierto nivel de vida no vas a poder acceder a un coche, según sus condiciones. Y el coche representa la libertad de una persona, pero totalmente, para decidir trabajar, dónde ir, qué visitar… Y la vamos a cortar. Va a ser más barato ir en un avión que tener un coche eléctrico… 

En 2021, su Asociación, junto a Cuenca y Teruel, trabajó para incluir a la provincia de Soria en un corredor de infraestructuras de carga rápida para el vehículo eléctrico que llevaría aparejada otras acciones con las que impulsar la conectividad y la digitalización de la provincia. ¿Qué queda de eso? 

Todavía no se sabe nada porque no ha salido nada. Está enmendado. Hicimos un proyecto que lideró Soria. Fue un buen estudio en el que destacamos que en Soria, Cuenca y Teruel hay más de 800 millones de árboles (por el tema del CO2). Además, se intentó buscar una ayuda para la compra de los coches eléctricos porque no existía el Plan Moves, ahora existe;una ayuda para los cargadores, para la formación de cualquier taller para tocar el tema y para el conocimiento en general. Además, se pidió que, de alguna manera, todo el dinero que se invirtiera repercutiera en estas zonas para crear una especie de ruta para los coches eléctricos, que pudieran venir a Soria, Cuenca y Teruel, pudieran cargar y dormir. 

Ya que estamos despoblados, que venir a Soria fuera atractivo, pero hacerlo sin contaminar. Además, la gente que tiene coche eléctrico es parecida a la que tiene autocaravana:muy ecológica, que viene con ganas de aportar no de destruir. A mí toda esta idea me gustó mucho. Nosotros sí podemos pedir un turismo eléctrico, cosa que Madrid no.

Sería muy interesante para Soria conseguir un turismo diferente...

Claro. A pocos postes de carga que se pongan podríamos ser la ciudad de España con más cargadores de coches eléctricos por habitante. Dar la posibilidad de que la gente pueda venir aquí y cargar vaya donde vaya puede atraer mucho turismo, es como decir: «Ven a visitar Soria de otra manera». Es aprovechar lo que tenemos de malo (la despoblación) para darle un enfoque de bueno. 

El Ayuntamiento de Soria está por la labor y hay un proyecto para colocar puntos de recarga. Está hablando con nosotros para este tema porque se lo estamos pidiendo y nos vamos reuniendo cada cuatro o cinco meses para ver cómo va porque pensamos que todos podemos formar parte de ese futuro del turismo del coche eléctrico. 

Es una realidad que tenemos Madrid a dos horas y también que es el sitio de España donde más coches eléctricos se venden. De los 30.000 vendidos en España quizá se halla llevado entre 10.000 y 14.000. Todo ese parque puede repercutir en Soria. Ese turismo de coche eléctrico se puede hacer, porque todo se puede hacer, pero hay que poner encima de la mesa dinero. 

¿Las ventas son las esperadas?

Nos vendieron la idea que esto iba a ser muy fuerte, pero en España se vende el 3% de coches eléctricos puros. En Soria, las ventas anuales no llegan a una veintena. Y si ahora se quiere comprar no hay, se tiene que esperar seis o siete meses porque no hay baterías, tierras raras, materias primas... No hay lo que necesita un coche eléctrico, que son baterías.

Europa ha abierto la puerta a combustibles neutros en CO2...

Se habla del hidrógeno y de otras tecnologías, como biocombustibles, que están estudiando algunas marcas. El hidrógeno tiene un problema de costes de fabricación, de transporte y de almacenamiento. En Soria capital tuvimos un autobús de hidrógeno, uno pequeñito, y una gasolinera de hidrógeno. Parece ser que el problema estaba en que le costaba subir las cuestas. 

Sin meter al turismo por medio, ¿es viable el coche eléctrico en Soria en el día a día?

Es viable todo porque las distancias son pequeñas, no hay problema. Pero eso siempre que tengas capacidad de carga en tu casa y donde dejas el coche para ir a trabajar, con puntos de recarga. Así, el mayor problema son los puntos de carga porque a la gente, cuando le hablas de autonomía, se asusta, sobre todo porque no ve infraestructura para cargar. 

El precio tampoco ayuda a decantarse por un coche eléctrico puro...

Muy poca gente puede comprar este coche porque no baja de los 50.000 euros. Está calculado que en España sólo puede acceder a él un 5% de la población: son personas con ingresos altos, con una vivienda donde puedan tener carga y que, encima, tengan otro coche. No es algo popular. Si se quiere potenciar la compra del coche eléctrico para contribuir a rebajar el CO2 es importante dar facilidades a la gente, llegar al 80% de la población, que es la que no tiene dinero, para darle ayudas reales. No le doy 7.000 euros por comprar un coche que vale 53.000. Eso es de ricos. 

Los coches, en general, no están más baratos. El coche eléctrico no va a estar más barato porque las tecnologías son tan sumamente caras que o fabricamos millones y millones o no bajará de precio. Los coches normales también han subido, cuestan 5.000 euros más que hace tres años, porque la factura de investigar los coches eléctricos se mete en los normales. ¿Quién va a pagar esto?: El consumidor de a pie.

Entonces, ¿por qué debe decidirse alguien con intención de comprar?

Lo que le diría a la gente es que compre en función de sus necesidades: si hace o no kilómetros, si va o no por la ciudad... Pero es verdad que hay dudas porque se ve que al menos en Europa va a haber una limitación en 2035. Si para esa fecha que se ha dado ya hay disponibilidad de infraestructuras y se puede comprar un coche eléctrico a un precio razonable, perfecto. Pero si no la gente seguirá yendo con su coche normal porque no se puede hacer un cambio tan grande sin infraestructura. 

Curiosamente, los coches de más de diez años son los que más transferencias tienen entre particulares porque la gente está accediendo a los vehículos baratos y de poco dinero. Vender hoy un coche de 18 años si tiene pocos kilómetros es viable. La gente lo está comprando porque la economía no da para comprar un coche nuevo. Cuando lo normal sería que los coches que tuvieran más de 12-15 años ya no volvieran a circular. Pues ésos están volviendo a tener transferencia y están volviendo a circular. 

¿El parque automovilístico de Soria está muy envejecido?

Igual que a nivel nacional, aunque podría decir que incluso más porque los coches aguantan mucho más. Hay gente que te hace 3.000 o 5.000 kilómetros al año y tiene un coche comprado hace ocho o diez años con 50.000 kilómetros que lleva una tecnología de seguridad todavía buena. Ahora se pide rebajar el CO2, y un coche gasolina o diésel moderno hoy en día contamina un 60% menos que un coche de hace ocho o diez años, pero si la gente no está comprando es porque no puede.Si tenemos un problema de CO2 hagamos lo posible por fomentar que la gente lleve coches modernos a través de facilidades. 

Pero no se puede cambiar todo el parque automovilístico de repente porque ni hay capacidad de fabricación ni capacidad monetaria para comprarlos, sobre cuando no hay incentivos.

El mayor incentivo para cambiar de coche siempre es una ayuda (a través de un plan o del IVA) y esto también contribuiría a aupar la nueva tecnología eléctrica... 

Es así de fácil. El país que nos venden como ideal de coche eléctrico es Noruega porque allí funcionan muy bien. Quizá el 50% de los coches son eléctricos. Ellos ya se encargan de extraer el petróleo y el gas que nos venden a nosotros para contaminar y gracias a eso tener su nivel de vida. Pero en enero se dio la circunstancia de que el gobierno noruego había quitado el IVA del 21%, que lo daba gratis a los coches eléctricos, y la ayuda. Y en enero los coches más vendidos en Noruega fueron los diésel y los gasolina, nadie quiso un coche eléctrico. Está visto que si se dan opciones, se entiende su compra. 

Todo gira alrededor de la sostenibilidad pero, ¿qué hay de los costes medioambientales de la fabricación y de la posibilidad de reciclaje de las baterías?

Se habla de que fabricar un coche eléctrico actualmente cuesta en CO2 más de lo que contamina un diésel en toda su vida útil. Se gasta una cantidad de energía brutal y esa energía no siempre es limpia. En cuando al reciclaje: en España ahora mismo no hay dónde reciclar las baterías. Hay un lugar en Alemania y se está pendiente de alguno más, pero es que llevan una gran contaminación. Otra cosa es que se fabricaran con emisiones cero desde el principio, pero por ahora no es así.