Tras una pequeña tregua en la que ha lucido un sol radiante, la lluvia ha vuelto a hacer acto de presencia justo después de que concluyese el oficio religioso en el interior de la ermita de La Soledad. La Banda Municipal de Música ha tenido que ponerse a cubierto bajo un edificio del paseo del Espolón de camino de nuevo hacia la plaza Mayor para dar continuidad a la procesión de Las Bailas.