Un hotel inspirado en la leyenda de la Reina de Tardajos

A.P.L.
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Trras investigar los orígenes de la casa palacio, en la plaza Mayor, dieron con la historia de Pascuala Calonge, que ha inspirado todo el proyecto

Un hotel inspirado en la leyenda de la Reina de Tardajos - Foto: E.G.M

La historia de amor de la leyenda de la Reina de Tardajos ha inspirado la puesta en marcha de un establecimiento hostelero en la propia casa que perteneció a Pascuala Calonge Díez en Vinuesa. Las claves de la iniciativa, que fusiona turismo y cultura, las desgrana a El Día de Soria el principal impulsor, Enrique Solana Herrero, que tiene como socio al argentino Leonardo Gabriel González. 

La familia de Enrique es oriunda de Covaleda y sus bisabuelos fueron el farmacéutico y botánico Ángel Terrel, un erudito en su época, y el empresario de la madera Segundo Herrero. Así que él ha querido apostar por esta tierra, a la que regresa siempre que tiene oportunidad, y emprender en el sector hostelero. Conoció a Leonardo por su afición a la caza y, al contarle que quería invertir en España, le convenció para hacerlo en la comarca soriana de Pinares en vez de en Madrid, Málaga o Valencia. «Yo le recomendé esta zona porque veía que después de la pandemia el turismo interior y rural y las zonas con pinares, ríos, campo y monte iban a tener su apogeo. Y, efectivamente, Soria ahora mismo es la provincia con más recepción de turismo de este tipo en el último año. Acertamos en ese sentido», apunta el empresario recordando que la idea comenzó a gestarse hace dos años. Por su parte, Leonardo reconoce que la zona de Pinares «es muy linda» y que le impresionó la gran cantidad de visitantes que tiene, tanto en verano como en temporada micológica. Además, avanza que tienen más proyectos para restaurar palacios antiguos en la zona.

Inicialmente, Enrique dice que tenían claro que iba a ser «un proyecto inmobiliario destinado al turismo», por lo que analizaron las tendencias del sector a nivel mundial, «asistiendo a ferias de prestigio y con asesores relevantes» que reforzaron su idea de apostar por el turismo de interior. «Hoy lo que se busca son casas o pisos que tengan cocina para tener cierta libertad de movimiento en el propio alojamiento», por lo que buscaron un edificio de gran tamaño para que encajara con este planteamiento. Y, al final, encontraron este antiguo palacete en la plaza Mayor de Vinuesa (plaza Juan Carlos I) que, aunque era una casa más cara, ofrecía muchas opciones por su ubicación. «Cuadraba perfectamente con el objetivo de poder contar la historia del edificio, porque tengo la idea que desde la pandemia la gente busca la verdad, el origen de las cosas y poder ser partícipes de experiencias y acontecimientos reales», apunta ensalzando la comarca de Pinares, «donde todo es de verdad: la Laguna Negra, los ríos, los pinos, la comida, la propia gente...», frente a ciudades como Madrid, donde «hay mucha impostación».

la investigación. Tras comprobar que podían recuperar «la verdad» del edificio, decidieron investigar en lo que iban intuyendo, que esa casa en un pueblo de la categoría de Vinuesa tuvo que ser de alguien «muy importante». Así que, investigando en diócesis, penal y registros, entre otros lugares, conocieron la historia de Pascuala Calonge y dieron con el libro Crimen y castigo de la Reina de Tardajos, de la profesora Rosario Consuelo Gonzalo, «un trabajo magnífico». 

Enrique y Leonardo supieron que la casa perteneció a los Villacieros, que la heredaron de su familia anterior, y ahondaron hasta llegar a los «auténticos propietarios», que fueron Pascuala Calonge y su marido, Valentín Lacarta. Sin querer desvelar mucho de su historia y de la propia leyenda, porque es algo que dejan para los huéspedes de la casa, comentan sobre ella que «la llamaban Reina de Tardajos porque era la más bella de Soria en aquel momento». Sus hijos se conocen como 'los reinillos', que también aparecen en la leyenda y fueron los que heredaron todas las propiedades hasta los Villacieros, los más populares en la actualidad.

«Nosotros somos los primeros propietarios que no son de la familia, pero hemos querido recuperarla y respetarla para que todo el mundo pueda disfrutarla», comentan los socios. La leyenda tiene muchas lecturas, pero lo interesante para ellos es «encontrar la verdad» y el motivo por el que Pascuala y su criado y amante, José Díez Moreno, llegaron a matar a su esposo en Tardajos a mediados del siglo XIX, lo que le llevó a ser ajusticiada a garrote vil ante una gran multitud. «El amor eterno e imposible que acaba en tragedia, así como la confesión con un cura antes de morir y la redención de sus pecados» son el hilo conductor de esta leyenda que recuperó Florentino Zamora Lucas.

Hay varias versiones de la leyenda, la más tétrica y mística es la que más se separa de la verdad y habla de fantasmas y apariciones de este personaje en la ermita de la Soledad de Soria. «Todavía se escuchan las letanías de los amantes en las noches frías de Soria», cita Enrique de la leyenda. Pero ellos se basan en otra...

APOYO A PRODUCTOS LOCALES. El proyecto está «pensado, investigado e ideado» para el «turismo del futuro». «En primer lugar, queremos recuperar la esencia, porque la gente quiere ir a un lugar y no solo alojarse, sino también disfrutar de experiencias diferentes», como los paradores en castillos o palacios. «Como en estos casos, mantenemos la esencia del edificio y recuperamos materiales, telas y muebles originales.Pero a esta rehabilitación le aportamos toda la tecnología, aislamientos adecuados para la zona, materiales sostenibles, energía renovable con electricidad solar, aerotermia...», concreta. Todo el hotel está domotizado y digitalizado, como un modelo para dar libertar al huésped. El Hotel Palacio Reina de Tardajos cuenta con 28 plazas en diez habitaciones (dobles y cuádruples) y con un salón social.

El arquitecto que ha redactado el proyecto es David García, especialista en recuperación de patrimonio histórico que se ha ajustado a la normativa de arquitectura tradicional de Vinuesa; y la decoración corre a cargo de César y María Estudio, para quienes está siendo un proyecto «apasionante» porque, por ejemplo, les permite trabajar a la vez con muebles recuperados y nuevos, camas con doseles... La empresa constructora, Jolav, es de Burgos y se han encargado del tejado, las escaleras y la carpintería, entre otros oficios, empresas y autónomos de la zona. «Todo lo que hemos podido hacer con gente de aquí lo hemos hecho», subraya el promotor, indicando que se crearán tres empleos directos, más los indirectos que supone la obra y su puesta en marcha.

Por otro lado, lo que persigue este proyecto empresarial es potenciar a empresas y negocios de la zona de Pinares. «Queremos impulsar a los productores y proveedores locales para que los visitantes conozcan los principales productos de Soria, como torreznos, chorizo, chuletas, cordero, pan, magdalenas, bollería, miel, quesos... Los integramos porque, a la hora de reservar su estancia, podrán elegir los packs que tenemos de productores locales a distintos precios. Nosotros se lo dejaremos en la estancia para que no tengan que hacer colas ni preocuparse de nada», añade sobre esta apuesta por el desarrollo local. Sobre el cliente potencial, esperan que sea público nacional como el que recibe la provincia de Soria procedente de Zaragoza, País Vasco, Barcelona, Madrid.... Pero como quieren ensalzar la leyenda, que tiene un 'salto' de la familia a México y Argentina, también promocionarán en medios de comunicación de estos países el establecimiento. 

 Otra cuestión interesante es que, además de la rehabilitación, se ha realizado una labor importante recuperando el mobiliario. Por ello, se da la oportunidad a los visitantes de «disfrutar de la estancia como si fuera un museo» y cada habitación va a contar con al menos un mueble, telas, tejidos y papeles pintados originales de la casa, del siglo XIX y anteriores. «Cada pieza tiene una chapa con la explicación de su origen y el viaje en el tiempo que ha hecho», concreta Enrique. «Nos ha sido relativamente fácil por la propia familia y porque la casa, cuando entramos, llevaba cerrada 20 años», explica. Anteriormente vivían en ella las Vitillas, que eran herederas de esta familia (una de ellas se casó con Andrés Villacieros, uniendo patrimonio). Estas cinco hermanas conservaron todo lo que había, por lo que cuando compraron el edificio había varios muebles y lo que hicieron fue almacenarlos y guardarlos para su restauración y su instalación en el establecimiento. Hallaron muchas telas, cortinajes y ropa de cama. 

Los nuevos propietarios siguieron la pista porque esta rama familiar, especialmente los Villacieros, encargados de gestionar el patrimonio de la Reina de Tardajos y 'los reinillos', que tenían otras propiedades como el palacio de los Marqueses de Vilueña (actual residencia) y el palacio de Don Pedro Neyla (actuales escuelas). Parte de esos muebles llegaron de fuera, «son claramente americanos, mexicanos, de ébano, con marfil, con incrustaciones de piedras...». Alguna pieza estuvo también en Sevilla, «de ahí la importancia del viaje en el tiempo de los muebles, que se explicará en la casa».

historia real tras la leyenda. Al principio, que apareciera el nombre de un pueblo en un proyecto turístico de otro no convencía mucho en Vinuesa, aunque como conocen a las Vitillas y a los Villacieros «lo relacionan y entienden la conexión». «A través del marketing y contando la leyenda y la historia se están empezando a convencer de que es un activo para ellos, para el pueblo, que la gente va a venir a Vinuesa para conocer la leyenda de Pascuala Calonge, algo que estaba totalmente olvidado y desconectado que ahora vamos a poner en valor con el establecimiento», añade Enrique, «la gente no conocía la historia detrás de la leyenda y una vez que saben el origen, datos de sus personajes reales y sus vidas, ven que está conectado todo». 

A los promotores les interesa recalcar que el proyecto se basa, más que en la tragedia, «en la historia de amor de la Reina de Tardajos, una mujer que defendió su amor, a pesar de la época, y lo pagó con su vida». «Al buscar el origen de la casa descubrimos la leyenda y pensamos que había que redescubrirla», relatan, y quién sabe si podría algún día ponerse en escena en la propia localidad. La idea es que todo el proyecto respete el edificio y la época del siglo XIX, así como la genealogía de Pascuala Calonge.