Salvar el claustro de San Pedro

A.I.P
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Las obras de restauración y consolidación arrancaron a finales deagosto y cuentan con un presupuesto de más de un millón deeuros. Una de las prioridades pasa por reparar las cubiertas

Salvar el claustro de San Pedro - Foto: E.G.M

El claustro románico de la concatedral de San Pedro se encuentra totalmente apuntalado y, poco a poco, sucumbe a las obras de consolidación y restauración que arrancaron hace casi dos meses y que finalizarán, según los plazos previstos, el próximo verano. Más de un millón de euros invierte la Consejería de Cultura, Turismo y Deporte de la Junta de Castilla y León en una intervención que urgía hace años y cuyo desarrollo deja a la vista los problemas que han causado el deterioro de este conjunto, declarado Bien de Interés Cultural en 1979. 

El arquitecto Francisco Yusta está al frente de la dirección de obra, quien guía y señala a El Día de Soria las actuaciones que se están acometiendo. «Vamos viendo problemas y los solucionamos. En estos momentos, estamos acometiendo la cubierta del claustro, que es lo que más tiempo llevará», sostiene.

Por el momento, «no ha habido sorpresas», si bien, como en toda obra, es más que probable que aparezcan. El principal problema a atajar era el del agua en las cubiertas, que refleja el deterioro de la estructura de madera. «Estamos desmontando un tramo de la cornisa, de los canecillos, que están todos volcados. A la hora de poner los nuevos de madera se colocarán con la misma pendiente del tejado [en vertical], no como antes que estaban en dos planos y existía una zona de refreno del agua justo en el alero. Ahora lo hacemos todo continuo», explica. 

Una de las áreas que mejor exhibe la devastación de la humedad es el muro donde se alojan los arcosolios, que sobresalen por el exterior como pequeños ábsides. «Es la zona más degradada», subraya el arquitecto. 

Durante décadas, el agua ha traspasado la pared y algunas columnas de estos huecos que albergaron sepulcros, están totalmente perdidas, mientras que en otras se comprueba que están respuestas. «Es una piedra arenisca bastante blanda y con la humedad los óxidos de hierro salen, por eso es rojiza, igual que en Santo Domingo o en el Palacio de los Condes de Gómara. En el exterior esta piedra se endurece, pero hay una capa, como si fuera una pátina, por la que sigue entrando la humedad», relata el director de obra.

Cabe recordar que la última restauración del claustro de San Pedro se remonta a 2007 y también con motivo de Las Edades del Hombre en 2009 se acometió alguna reforma puntual. En la intervención de hace 16 años se implantó un sistema de drenajes que mejoró la conservación del templo.

Sin embargo, aquella actuación no atajó los desperfectos del tejado. «Hay que ir cambiando toda la madera deteriorada. Ahora están con la carpintería, colocando los canes nuevos y desmontando todas las piezas. La mayoría de los claustros están deformados en su parte central, lo que intentaremos solucionar con una línea de teja que se vea bien en el alero. Hay que reparar toda la madera del artesonado que está rota», comenta el arquitecto.

A finales de este año se prevé terminar con las obras de la cubierta del claustro, también con la de la sacristía (en la parte Este, detrás de la capilla de San Saturio) y el vestuario de los sacerdotes (en la parte delantera, al lado de la portada).

Las tejas de todas las cubiertas se colocarán sobre unas planchas de fibrocemento, como una segunda protección frente al agua. «Los bordillos van a ser nuevos con una teja que no tiene problemas de ruptura. Ahora está toda exfoliada porque le ha atacado el hielo, lo que supone un problema», apostilla Francisco Yusta.

En los aleros, donde faltan piezas que permiten la entrada del agua, se realizarán injertos de piedra con autoportante (cola de milano), con varillas de fibra de vidrio.

paramentos. Renovadas las cubiertas, se acometerá la restauración de los paramentos. El director de obra  señala que un laboratorio especializado ha tomado muestras de todos los morteros, así como de las pinturas y de la piedra. «Hay que ver cuántos tipos hay, porque se observan muchas reposiciones», advierte. A su juicio, el claustro de la concatedral de San Pedro es «una maravilla», cuyos muros albergan «cientos de detalles decorativos», cada capitel narra una historia y las protecciones de los arcos acaban con la cabeza de una especie de animal distinta. «Además, entre arco y arco hay una roseta diferente», destaca.

Los paramentos se limpiarán y en el caso de las pinturas, en primer lugar, se fijarán al soporte. De las mismas, ya se han extraído unas muestras para estudiar la estratigrafía. «Todo esto se hace en obra», recalca Yusta. Y añade: «El proyecto está planteado para dar soluciones a unos problemas, que vamos matizando en función de los resultados de los análisis».

Asimismo, pone de relieve que es necesario emplear materiales de «categoría», acordes con los empleados en la construcción original y que garanticen una larga duración.

Cabe recordar que el claustro románico de la concatedral está situado en el costado Norte del templo y se conservan tres de las cuatro pandas del cuadrilátero, ya que la meridional fue suprimida en el siglo XVI para ampliar la anchura del edificio renacentista. Al parecer, el claustro se construyó a principios del siglo XIII y es una estructura arquitectónica y escultórica de primer nivel en el contexto cultural de la Edad Media.

más intervenciones. Las obras, adjudicadas en el mes de junio a la UTE Rehabisoria Rehabilitación y Construcción de Obras y Monumentos SL-Francisco Ruiz Cano SL, marcan dos prioridades, que son restaurar, consolidar y proteger el conjunto; y la investigación y difusión. 

De esta forma, también se contempla la restauración del cuerpo superior de la torre, situada a los pies de la iglesia; el desmontaje del pabellón, situado en el callejón de acceso al claustro (donde se ganarán seis metros cuadrados), para liberar la portada renacentista del Este; y el refuerzo del forjado de la primera planta del espacio expositivo (antiguo refectorio) para recuperar su uso. Así las cosas, en las próximas semanas se instalarán los andamios en la torre para empezar a «resolver los problemas» de rotura de piedras y «rejuntar los bordes», finaliza el director de obra.