La compra de pisos vive nuevo boom, pero con incertidumbres

Sonia Almoguera
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El número de hipotecas formalizadas hasta el pasado mes de mayo fue de 438

Edificios en construcción, en una imagen de archivo. - Foto: Eugenio Gutiérrez

A pesar de la guerra en Ucrania, de la subida de los precios, de las crisis energética y de suministro de materias primas, el mercado inmobiliario de Soria está «en movimiento». Incluso puede que más que en el 'boom' de mediados de la década del 2000,  «aunque con precios más bajos», aseguran desde la inmobiliaria Pisos y Casas. En el sector de la construcción sin embargo, no lo ven tan de color de rosa. Tras un período expansionista de gran actividad iniciado por la gran demanda marcada por las nuevas necesidades surgidas tras el confinamiento por la covid-19, ahora mismo se está «a la espera» y se mira con preocupación por la escalada inflacionista de los materiales.

No obstante, esa incertidumbre se atisba aún lejana para las inmobiliarias. La compra-venta de vivienda, tanto nueva como de segunda mano, vive un momento dulce. Sólo durante el período que va desde mayo de 2021 a mayo de 2022 se firmaron en la provincia de Soria un total de 966 hipotecas, según datos facilitados por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Las cifras, además, evidencian un importante incremento especialmente en el primer trimestre del presente año, con enero (durante ese mes se suscribieron un total de 109 créditos hipotecarios para comprar vivienda) y marzo (con 117) como los meses con mayor actividad de compra-venta de propiedades inmobiliarias. El buen año, sin embargo, aseguran desde Pisos y Casas, no ha hecho nada más que empezar. Hasta final de año se esperan incluso mejores resultados, explican desde este establecimiento.

A pesar del horizonte en el que los expertos avistan ya las señales de la recesión económica, en algunas inmobiliarias consideran que éstas tardarán en arribar a la provincia soriana, como ya pasó con la crisis financiera de 2008, «que aquí nos llegó en 2012», puntualizan desde Pisos y Casas.

Mientras tanto, el parque inmobiliario no da abasto para nutrir la demanda, particularmente, en la capital soriana. En vivienda de nueva construcción, y también en usada. En el mercado del alquiler, de hecho, hay un déficit importante de inmuebles que preocupa de cara a que el nuevo centro penitenciario de Soria entre en funcionamiento al 100%. De hecho, algunos de los proyectos de restauración de edificios que se están llevando a cabo en el centro de la ciudad se conciben para su posterior arrendamiento. Muchos inversores venidos de Madrid y Barcelona, explican desde Pisos y Casas, han visto en Soria un mercado muy rentable en este sentido. «Buscan pisos de entre 50.000 y 100.000 euros para reformar o ya reformados. Nos estamos cargando poco a poco el stock», explican. Cuando esto ocurra, los precios comenzarán a subir. Por lo tanto, «ahora es el momento de comprar», recomiendan.

INCERTIDUMBRE. Pero los ritmos de construcción de vivienda nueva, reconoce Rafael Martínez López, presidente de la Asociación de Empresarios de Construcción y Obras Públicas (AECOP) de Soria, vienen marcados no sólo por la disponibilidad de suelo para edificar, también por los condicionantes económicos. Ahora mismo las empresas promotoras están literalmente «en 'stand-by'», a la espera. «Hay mucha incertidumbre», reconoce Martínez López. Los constructores se afanan en cumplir los compromisos de vivienda que ya tenían en desarrollo tratando de que la subida de precios de las materias primas no les afecte de lleno en el capítulo de pérdidas. «El horizonte de entrega de la vivienda nueva es de dos o dos años y pico», explica, y es difícil vender después de ese tiempo con precios desfasados por debajo del coste.

El ladrillo, por ejemplo, ha duplicado en los últimos meses su coste y, aunque en los últimos meses han bajado, tras una intensa subida, otros materiales como el aluminio o el cobre, básicos para el sector, a día de hoy, apunta Martínez López, no hay nada que garantice que no vuelvan a subir a corto plazo. El sector, reconoce, está «la espera» y sin posibilidad de vislumbrar a corto plazo si la situación mejorará próximamente. Pero esa incertidumbre, asegura, comienza a percibirse también en las personas interesadas en comprar.