Los expolios no son solo cosa del medio rural deshabitado. Hace diez días los ladrones se apropiaron de una talla de San Antonio del siglo XVII en la iglesia de San Juan de Rabanera, en pleno centro de la capital soriana. Tal y como explicó el delegado de Patrimonio de la Diócesis, José Sala, los hechos ocurrieron un sábado, cuando el templo permanece abierto para que sea visitado por los turistas y también para que los fieles puedan rezar en el mismo. "Son piezas que se pueden esconder fácilmente. Esta tenía 80 centímetros de alto", apuntó.

Así las cosas, Sala recordó que en 2022 se registraron dos robos: un campanillo y un relicario en la iglesia de Armejún; y el hurto de los cepillos de la iglesia de San Esteban de Gormaz. También se intentó acceder, forzando la entrada, al templo de Castilruiz, aunque los amigos de lo ajeno no lo consiguieron.