Luis Pastor hace inventario del patrimonio semiderruido

A.P.Latorre
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Junto a él, cinco personas interesadas en la conservación del patrimonio recopilan los casos que precisan intervenciones más urgentes

Luis Pastor hace inventario del patrimonio semiderruido

La preocupación por el estado de muchas ermitas románicas de despoblados de Soria es lo que ha unido a seis particulares para intentar que la Diócesis de Osma-Soria y las administraciones pongan remedio y reparen sus cubiertas. Por ello, han creado una página en WIX  que pretende incluir a todos estos edificios sin techumbre. En esta iniciativa se han implicado Luis Carlos Pastor y José María Incausa, profesores de Geografía e Historia del Instituto Antonio Machado; Mª Teresa García, licenciada también en esa materia; el médico Blas Gonzalo; Cándido Las Heras, funcionario y autor del blog ‘Otra Soria’; y Marcos García Barranco, ingenieron agrario y antiguo alumno del Machado. Todos tienen en común el interés y la lucha por el patrimonio, especialmente en redes.

La iniciativa, que definen como «una pequeña aportación al conocimiento del patrimonio que está en ruinas», surge cuando mediante la intervención de Blas Gonzalo tienen la oportunidad de visitar la iglesia de San Bartolomé en el despoblado de La Barbolla. Allí observaron el peligro de desprendimiento del muro norte, entre otros desperfectos. Comprobaron la situación de abandono que tienen muchos pueblos de Soria que están deshabitados, como el que visitaron, y en los que las iglesias suelen ser los últimos edificios que se mantienen en pie porque «era el mejor patrimonio y la construcción más emblemática de la localidad».  

urgencia. Las seis personas que acudieron a esa visita en La Barbolla se pusieron en contacto para analizar lo que podían hacer. «Es una iglesia románica, de las que en Soria hay muchas y mejores, pero junto a La Mongía de Fuentetoba y alguna por ahí que todavía tienen tejado son las que requieren una intervención más urgente», apuntan los impulsores avisando de que «todavía es barato» actuar en estos templos y evitar que la ruina sea total. 

Por ello, en diciembre realizan una petición a la Dirección General de Patrimnonio de la Junta de Castilla y León, al Obispado de la Diócesis de Osma-Soria y al Ayuntamiento de Quintana Redonda (al que pertenece el despoblado). «Confiamos en que pueda haber una solución  adecuada para conservarla y que esta iglesia no sea una ruina más», apunta el grupo. Su petición también se ha difundido en redes sociales y se ha creado la página web para inventariar las ruinas románicas.

Han calculado que en Soria hay 37 templos románicos sin techo, de los que tres se encuentran en la capital: San Nicolás (donde el Ayuntamiento estudia poner una cubierta), San Ginés y San Agustín. La iniciativa va encaminada precisamente a eso, a frenar y evitar el estado de ruina de todos estos templos. «Vamos a intentar salvar lo que tenemos ahora», insisten, «porque hay decenas de ermitas en los pueblos que están a punto de desaparecer y, evidentemente desaparecer». Quieren ponerlo en valor e instan a las administraciones a recuperar Soria Románica. Están en contacto con Hispania Nostra, pero todavía no han solicitado la inclusión de la iglesia de La Barbolla en la Lista Roja. Están a la espera de la respuesta de la Junta y el Obispado. 

templos. Hacen referencia a la posible recuperación por parte del Ayuntamiento de San Esteban de parte de una iglesia del término que ahora se encuentra en Camprodón (Girona) y también a San Baudelio, cuyas pinturas también se vendieron hace un siglo. También han visitado en el despoblado de San Miguel de Parapescuez, en La Cuenca, la iglesia de San Miguel, que se vendió hace tiempo a un empresario aceitero vasco. 

Este grupo lamenta que haya templos a punto de desaparecer y apuntan que el proceso siempre es el mismo: «El Obispado los desacraliza y, aunque deje los retablos, se lleva las reliquias y las imágenes más importantes y las coloca en otras igleasias de nueva creación, como Santa Bárbara o Camaretas.Otras se guardan en el museo o los almacenes, en sus fondos». Los pueblos han mejorado, pero en los que las iglesias no estaban catalogadas como BIC, «están en condiciones lamentables». «Hay mucho patrimonio por conservar» y ellos se han propuesto recopilar los casos, viajando a estos templos y tomando imágenes para mostrarlas y solicitar actuaciones urgentes. Reconocen la dificultad pero también apunta a los fondos europeos.