"La marca PSOE ya no va a resultar tan atractiva a la gente"

A.I.P
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El regidor agredeño está en el candelero mediático y político desde que, en declaraciones a La 8 Soria, mostró su oposición rotunda a una ley de amnistía. En esta entrevista aborda esta cuestión y expresa sus opiniones sobre el PSOE de Pedro Sánchez

"La marca PSOE ya no va a resultar tan atractiva a la gente" - Foto: E.G.M

El pacto de investidura del PSOE con los independentistas catalanes y la plausible ley de amnistía han puesto en el mapa a Ágreda por las declaraciones de su alcalde, Jesús Manuel Alonso, quien se ha mostrado rotundo en contra de los pasos de su partido para que Pedro Sánchez vuelva a ser presidente del Gobierno. El regidor moncaíno fue rotundo en sus declaraciones a La 8 Soria la semana pasada: «La amnistía es una imposición de una persona que técnicamente es un delincuente y, por lo tanto, lo más democrático es que hubiese una convocatoria electoral para que la gente decida si está de acuerdo o no». Desde entonces, el teléfono de Alonso echa humo y es requerido en medios de comunicación nacionales, regionales y locales. 

La militancia socialista soriana ha respaldado los pactos de investidura con el 87% de los votos presenciales a favor, en una consulta con el 65% de participación. Hasta ahora, la suya ha sido la única voz contraria que trascendido. ¿Tiene constancia de que otros compañeros del partido vayan a dar un paso al frente como ha hecho usted?

Hay un grupo de WhatsApp donde bastante gente me apoya de forma contundente. No tengo constancia de que algún compañero vaya a dar ese paso. Hay que distinguir entre los que son militantes y gente involucrada con el partido. Los militantes son muy del partido y siempre van a apoyar lo que proponga el partido. Pero hay gente del partido que piensa más como yo. He visto opiniones y un apoyo contundente a favor de lo que yo digo.

Opiniones de alcaldes...

De alcaldes, de compañeros concejales... Si antes por la calle, habitualmente, me paraba la gente, ahora más. Me paran para felicitarme, para darme la enhorabuena, por decir lo que pienso. Llegan correos al Ayuntamiento de catedráticos, de gente de reconocido prestigio... que alaban mi posición. Deduzco que mi posición no es tan lejana a la realidad, de lo que mayoritariamente piensa la gente. Entiendo que el partido se está alejando de esa posición mayoritaria y, por tanto, cuando haya una convocatoria electoral es cuando la gente podrá manifestar su descontento. Ahí van a castigar de una forma importante al partido y... ¿quién se va a ver perjudicado? El concejal, el alcalde que da todo por su pueblo... esa gente comprometida es la que va a sufrir las consecuencias. La marca del PSOE ya no le va a resultar tan atractiva a la gente.

¿Cuál es la marca del PSOE ahora?

Es el Partido Socialista Obrero Español en el que sus dirigentes están tomando decisiones que no coinciden con lo que la gente piensa y son impopulares. Están tomando medidas anómalas para salvar una investidura con exigencias personales del señor Puigdemont y de quienes les rodean.  Yo he estado en la Cámara Alta y altos dirigentes del PSOE han dicho que la amnistía no se iba a dar, que era inconstitucional, que no es legal... y ahora cabe todo.

Como abogado, ¿qué encaje tiene una ley de amnistía en el marco de la Constitución?

Como abogado no lo he estudiado, pero la Constitución da lugar a todo tipo de interpretaciones. No digo que una amnistía no tenga amparo constitucional porque no lo sé. Las normas son flexibles y se pueden interpretar en función de los intereses que se defiendan. Lo valoro en términos de coherencia, porque no se puede estar diciendo una cosa y luego hacer radicalmente la contraria. ¿Por el interés general? Pues no lo sé. En este caso, está claro que se satisface un interés particular, indiscutiblemente. ¿Cuántas prebendas económicas se han conseguido y se van a conseguir en el futuro? Se habla de ese perdón de los 15.000 millones de euros y positivo para la España despoblada seguro que no va a ser.

¿Cómo cree que puede afectar a la España despoblada?

Es evidente. O se apuesta ahora por la España despoblada o no se apuesta.

¿No cabe la condonación de la deuda y la apuesta por la España vaciada?

En la escuela me enseñaron que dos y dos son cuatro, por tanto, si no tengo dos... Estoy seguro de que a consecuencia de esa condonación de deuda la España pobre va a disponer de menos recursos, porque si a la España rica se le perdonan 15.000 millones es un dinero que el Estado ya no va a tener. A la España vaciada no le va a beneficiar, en absoluto.

De lo que se va conociendo de los acuerdos de investidura, ¿qué es lo que peor le parece? 

Lo peor es la decisión de la amnistía en la forma que se ha tomado. Si la amnistía es una propuesta electoral y a la gente se le dice que si del resultado de las elecciones se da una situación de ingobernabilidad, vamos a proponer la amnistía como medida si nos hacen falta los votos de ERC, de Junts per Catalunya...

Las medidas de gracia que se concedieron a personas que ya se sometieron a la justicia son una manera de normalizar la situación en Cataluña. Se puede entender y estar de acuerdo. Pero si la amnistía no se ha incluido en un programa electoral y no se ha expuesto como un método adecuado para conseguir la estabilidad del Gobierno, entiendo que es una medida tan trascendente y excepcional, que ha sido impuesta, que no se puede permitir. Lo más democrático es que la gente decida. No se puede mantener un gobierno a costa de cualquier cosa. Lo que pido es que se convoquen elecciones generales y se explique la situación. Si la gente lo apoya, ese gobierno es legítimo.

Decía antes que ha recibido mensajes de apoyo de compañeros y de ciudadanos, ¿alguna llamada de la dirección de su partido de reprimenda?

Ni la he recibido, ni espero recibirla. 

¿Ha pensado en dejar el partido?

No, simplemente he decidido expresarme libremente. Tampoco creo que me echen, ni me que abran expediente por decir lo que pienso. No he cometido ninguna falta al decir mi opinión.

¿Ha hablado ya con el presidente de Castilla La Mancha, Emiliano García-Page?

No. A ver si tengo un poco de tiempo y hablo con él.

Emiliano García-Page es uno de los barones socialistas en este país y su voz tiene peso. ¿Su éxito en las urnas a nivel municipal le da fuerza para decir lo que piensa?

Aunque estuviese en la oposición hubiera dicho lo mismo. No lo he dicho porque sea alcalde. Yo no sé lo que piensa el Ayuntamiento de Ágreda, esto es lo que pienso yo.

¿Se considera uno de los barones socialistas de esta provincia por su trayectoria en las urnas?

No, no me considero un barón. Es más, me considero un marginado del partido. No se piensa en Jesús Manuel Alonso como alguien que puede ayudar a conseguir mejores proyectos para España.

Ha sido senador tres legislaturas seguidas... ¿y no confiaba el partido en usted?

Gracias al pueblo he sido senador.

Y porque le propondría alguien en el PSOE... Habrá codazos a la hora de hacer candidaturas al Congreso y al Senado...

Sí, se lo tengo que agradecer a Luis Rey. Cuando me dijo que me iban a poner de segundo porque tenía tirón electoral, yo dije que quería seguir en mi pueblo, que no quería ir a Madrid. Hablé con Gerardo Martínez [exalcalde del PP de Ólvega y exsenador] y me dijo que me animara.

¿Fue Gerardo Martínez quién le animó a ser senador?

Sí, me dijo que era una buena oportunidad. Pero quien me propuso fue Luis Rey.

Si hubiera sido senador ahora, ¿hubiera dado este paso al frente?

Hubiese pensado exactamente lo mismo.

¿Y lo hubiera dicho?

Sí, sí. Hubiera hecho lo mismo, es por convicción. Me han dicho que cuando era senador no dije nada, pero no dije nada de la sedición y de los indultos. En octubre de 2017 estuve en la manifestación por la unidad de España en Cataluña, fui a título personal, como Salvador Illa o Josep Borrell. Ahí vi que había una gran convulsión social en Cataluña y los jóvenes estaban muy incentivados porque habían sido adoctrinados. En aquellos años había una fábrica de independentistas en Cataluña y el gobierno del PP no lo hizo nada bien. Las medidas del indulto y de la sedición las interpreté como que si esa gente ya estuvo sometida a la ley y a la justicia, por qué no iban a tener una medida de gracia para suavizar la situación. 

Lo que no se puede permitir es que la amnistía sea una imposición. Si no hubiera sido necesario el voto Junts per Cat no estaríamos hablando en los mismos términos, por lo tanto es una imposición de Puigdemont, que es un delincuente, él y otras personas que han cometido delitos de malversación de fondos públicos, contra la propiedad privada, convocando un referéndum ilegal... No se puede ceder a esta imposición con el argumento de que es la única forma de constituir gobierno.

¿Entiende que haya votantes progresistas que acepten la amnistía para evitar un gobierno de PP y Vox?

Igual que mi opinión es legítima y respetable, lo son las demás, siempre que sean democráticas.

¿Cómo se define políticamente?

Como un socialdemócrata. Me considero una persona ubicada en el centro y estoy viendo que el PSOE en los últimos años se está radicalizando y está perdiendo el horizonte del centro, lo está excluyendo permanentemente. Pepe Bono decía: mi pesebre está en la derecha. A mí me pasa lo mismo en Ágreda. Siempre me he mostrado socialdemócrata, moderado, de centro. Soy defensor de pilares estructurales para el progreso de un país como son la igualdad de oportunidades entre todos los españoles, con independencia de dónde hayan decidido vivir; la educación pública para todos; una extraordinaria sanidad; y la vertebración de la economía para que la gente emprenda más, para que se proteja al autónomo. En definitiva, se trata de políticas no extremistas, más orientadas al sentido común, al centro, que son más beneficiosas para la generalidad.

¿Ha estado cómodo en la última legislatura como senador socialista gobernando Pedro Sánchez?

Hemos estado cuatro años vinculados a la radicalidad y esto es indiscutible. Hemos adoptado cuestiones como la del lobo, que es inasumible en el mundo rural; o hemos aprobado leyes con ciertos criterios de racionalismo como la ley de bienestar animal, que menos mal que se quitó la caza, porque ya anuncié mi voto en contra. También ha habido cosas muy buenas en la gestión. Y puedo decir abiertamente que nunca había venido tanto dinero a esta provincia, salvo en los últimos cuatro años, y nunca se habían atendido tantos proyectos. Esto también hay que subrayarlo.

Ha comentado estos días que si fuera diputado nacional, rompería la disciplina de voto y pagaría 600 euros de multa. ¿Cree que  va a haber socialistas que den este paso?

No. Está todo atado porque las listas  se han supervisado hasta la saciedad, a cada uno de sus componentes, para asegurar el voto.

Comentaba antes que, hasta el momento, no le han llamado de la dirección del partido para echarle una reprimenda, ¿qué cree que puede pasar en los próximos días?

No va a pasar absolutamente nada, ni me van a echar la reprimenda, ni me van a echar del partido, ni me van a abrir expediente.

¿En qué sentido cree que debe reorientarse el PSOE?

Desde mi punto de vista, el PSOE se debe reorientar hacia un espectro social mayor, hacia la socialdemocracia. Llegamos a tener 202 diputados con don Felipe González Márquez. Ese equipo supo cambiar estructuralmente este país y crear un mundo de posibilidades, con todo el que hicieron se transformó España. Creo que estar en contacto permanente con la radicalidad política nos ha salpicado y considero que si, en su momento, se hubiera hecho un pacto con Ciudadanos (C's) tendríamos un gobierno del PSOE fuerte, potente, con un gran espectro social y hubiera conseguido debilitar a la otra alternativa.

Después de aquello hubo repetición de elecciones generales y volvió a concurrir en la lista socialista por Soria al Senado...

Sí, porque el PSOE pensó que le iba a pasar lo mismo que a Mariano Rajoy, que en la segunda convocatoria electoral iba a sacar más diputados.

¿Le han tanteado, antes y ahora, de otras formaciones políticas?

Sí, siempre. De Sumar, no; Podemos, tampoco. Vox, sí. De todas las demás.

A pesar de las discrepancias y de sentirse marginado en el PSOE, ha permanecido fiel a las siglas.

Sí, era seguidor de Felipe González, eran gobiernos potentes que supieron transformar España y tenían una gran capacidad de comunicación. El PSOE ahora ha tenido portavoces que repelían a la gente.

Felipe González, Pedro Sánchez... ¿y José Luis Rodríguez Zapatero?

Uno de los problemas que ha tenido el partido y este país es que por muy pocos votos José Bono perdió la Secretaría General del PSOE. Fue un error histórico para España, alguna vez lo he comentado con Emiliano Revilla, que Bono hubiera sabido transformar este país y no se hubiera producido el problema de Cataluña.

Ha sido el verso libre en las filas del PSOE en Soria, ¿seguirá así?

Siempre digo lo que pienso. He dicho que soy un marginado porque a mí me costaba intervenir en el Senado. Cuando estábamos en la oposición podía decir lo que me daba la gana, pero cuando éramos gobierno me cortaron el grifo. Por eso considero que he sido marginado. Cuando hablaba, me aplaudían y decían que lo había hecho muy bien. Pero he tenido muy pocas oportunidades y veías a los palmeros que tenían todas las intervenciones que querían.

¿Seguirá en las filas socialistas?

Lo que espero es que no me echen.  Nunca he tenido intención de cambiar y he tenido ofertas.

¿Ha estado tentado a hacerlo?

No, no. Siempre me han estado tentando, hasta en las últimas elecciones municipales.

¿Qué opina de las manifestaciones y disturbios en las calles que se han sucedido esta semana?

Es defendible el derecho que tiene cualquier persona a manifestarse, pero tiene que hacerlo de una forma libre, pacífica y sin tipo de violencia. En el momento en el que ejercitas cualquier violencia se desacredita la reivindicación. Hay que hacerlo de forma pacífica y democrática, respetando a todo el mundo.

¿Estará en la concentración convocada por el PP este domingo?

No, no voy a participar en ningún tipo de manifestación.