El Real Madrid se impuso (66-78) al Barça este viernes en la semifinal española de la 'Final Four' de la Euroliga, liderado por Walter Tavares para repetir final, la que le medirá el domingo con Olympiacos en el Zalgirio Arena.

Los de Chus Mateo contaron con la versión más diferencial del de Cabo Verde, con 20 puntos, 15 rebotes y 39 de valoración, logrando el billete a por la undécima en un último cuarto blanco. El Barça fue perdiendo el mando inicial en el segundo tiempo y se quedó una vez más fuera de combate en busca de la ansiada Euroliga.

El equipo de Sarunas Jasikevicius llegaba mejor sobre el papel, el que cierto es que vale de poco en un Clásico, pero los madrileños tenían de su lado el carácter y el impulso de su remontada en el 'playoff'. El Barça se derrumbó una vez más ante los blancos, tercera seguida en una 'Final Four' y apenas peleó viendo escaparse el tercer intento de ganar la Euroliga con 'Saras'.

El primero en imponer respeto fue el Madrid, pero el Barça superó su miedo a acercarse a Tavares con una racha de triples. Abrines y Kuric fueron artilleros de una defensa blanca que no aguantó la intensidad inicial y no se asentó en zona. El equipo de 'Saras' encontró el acierto antes que el juego, y la defensa antes que el ataque, para tomar el mando en el segundo cuarto.

Tavares se hizo dueño y señor del arranque, 10 puntos y 6 rebotes, pero los triples de Abrines dieron aire a un Barça que ni atacaba ni defendía. Los de Mateo buscaron frenar ese acierto de tres con el cambio atrás pero entre unos y otros, la casa sin barrer. Jokubaitis dio los puntos en zona, excitado también con pérdidas y un golpe contra el suelo que le costó dos dientes rotos.

El Madrid, sin oposición

La rotación sentó mejor a los catalanes, con Vesley y Kalinic dando intensidad a su defensa, mientras Kuric recordaba sus mejores rachas en un colchón importante para el Barça (40-31). El intercambio lo manejó mejor el cuadro de Jasikevicius, pese a una mandarina final de Llull pero, tras el descanso, el Madrid subió en defensa y el cuadro culé desapareció en Kaunas como Mirotic.

El 10 veces campeón de Europa mejoró sobre el parqué a hombros de Tavares y cambiaron los papeles creciendo Musa y Williams-Goss. El Barça se vio a remolque en un momento (47-54), aunque supo sufrir con la entrega de Vesley y la calidad y puntos de Laprovittola y Kuric. El argentino empató el duelo en el inicio del último cuarto.

Con 58-58, ambos equipos se anularon y apareció Sergio Rodríguez, como contra el Partizán, como verso libre. El 'Chacho' firmó nueve puntos seguidos y el Barça no encontró su héroe. Mirotic, que se quedó en tres puntos, Abrines o Satoransky hicieron la guerra por su cuenta y el Madrid caminó sin despeinarse hacia una nueva final, pese a que parecía que Pablo Laso dejaría un agujero insalvable.

El cuadro madrileño buscará la undécima Copa del Europa, que el año pasado se le resistió en la final ante Anadolu Efes, contra un Olympiacos que eliminó al AS Mónaco. Los de Principado serán la despedida de un Barça que desde 2010 no gana la Euroliga, sin que la tercera campaña de Jasikevicius sea la definitiva.