Llega un momento en la vida de todo deportista en el que debe decidir si puede dedicarse por completo a su pasión o si tiene que comenzar a buscar una alternativa. Ese cruce de caminos le llegó a Rocío García con 25 años. «Está claro que es imposible vivir del judo y por eso esta temporada me la he tomado de otra forma», reconoce. La judoka soriana residente en Valencia ha iniciado 2023 con una prioridad, estudiar y aprobar sus oposiciones. «Necesito una estabilidad económica y de vida en general», afirma. «Sé que si consigo además todo esto, podré también afrontar con más seguridad poder competir y gestionarme todos esos gastos», aclara.
Tras un primer semestre centrado en mantenerse en forma, afronta la segunda mitad del año completamente adaptada a su nuevo estilo de vida y con la convicción de poder volver a competir a un nivel que le permita aspirar al trono nacional que consiguió en el año 2020.
Conciliación. Para poder adaptarse a esta nueva situación, Rocío García planteó con su entrenadora un nuevo modelo de preparación pasando de 10 sesiones semanales a tan solo seis. «Al principio pensaba que era reducir demasiado», recuerda ahora, «Pero con el tiempo se ha demostrado que hacer más calidad y menos cantidad, también ha sido una buena decisión», aclara.
Sin tanta carga física, se ha encontrado con unos meses repletos de buenas sensaciones. «Me siento mejor de lo que esperaba, con menos molestias y con la misma seguridad en lo que hago», desvela la soriana. Además de esa parcela, ha conseguido también tomarse el deporte de alto rendimiento desde una mentalidad totalmente diferente.
Tras ser campeona de España en 2020, la presión pudo con la soriana, pero el saber que no tiene que pensar las 24 horas en judo ha sido un alivio. «Me ayuda no estar con ello en la cabeza todo el tiempo», manifiesta la judoka. «Me tomo este deporte de una forma más relajada en cuento a cómo lo afronto y eso también me ha hecho estar mejor», sentencia.
Competición. Tras seis meses en los que solo ha participado en una cita deportiva, ahora llega el momento de demostrar que Rocío García nunca se ha ido. «Estaré presente en pruebas de la Copa de España buscando ganar o estar cerca de ello», afirma la soriana. Serán combates en los que se medirá a sus rivales de siempre, aunque lo que se encontrarán será algo diferente.
La judoka ha cambiado la forma de afrontar sus combates. «Antes era más impulsiva, pero en esta evolución me he vuelto más tranquila, analizando mejor todo», reconoce. Es consecuencia de una madurez que ha sabido llevar de la mejor manera posible. Rocío García no se cansa de pelear, solo que ahora lo hace de una forma diferente.