La crisis bovina devuelve a la superficie los choques PP-Vox

SPC
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Mañueco anuncia que solucionará la situación «dentro de la ley comunitaria y nacional» y García-Gallardo dice en Bruselas que no dará «marcha atrás» en la relajación de controles

El vicepresidente de la Junta y líder regional de Vox, Juan García-Gallardo, durante su intervención en la Comisión Europea. - Foto: Ical

La crisis de la tuberculosis bovina en Castilla y León sigue avanzando y comienza a abrir brecha entre los dos partidos que sustentan en el Gobierno autonómico, cuyas diferencias, ampliamente reconocidas por ambos, vuelven a aflorar diez días después de que se desatase el conflicto ganadero. Como ya ocurriera durante el protocolo antiaborto o el Serla, Partido Popular y Vox han marcado perfil propio a la hora de enfrentarse a una situación que comienza a enquistarse a menos de 50 días para las elecciones generales. Precisamente, con ese escenario de fondo, Alfonso Fernández Mañueco y Juan García-Gallardo lanzaron mensajes opuestos sobre la forma en que la Junta de Castilla y León va a encarar esta situación. «Vamos a trabajar desde todos los ámbitos para mejorar la situación del campo de la mano del sector y dentro de la legislación comunitaria y nacional», verbalizaba el presidente autonómico en su primera intervención sobre este tema. Casi a la misma hora, el número dos autonómico y líder regional de Vox afirmaba desde Bruselas (Bélgica) que no dará «marcha atrás». «Lo vamos a pelear en los tribunales, en Madrid, en Bruselas y donde haga falta».

Dos maneras de afrontar la problemática de los saneamientos animales que llega después de que este miércoles Europa confirmara que la resolución aprobada por la Junta y suspendida cautelarmente por la Justicia es ilegal. «Dentro de la legislación comunitaria y nacional. Así se va a realizar», sentenció Mañueco, que, no obstante, consideró que la sequía es «el principal problema» del sector en la actualidad, al que comprometió su apoyo como «aliado» de agricultores y ganaderos. Una vez más, cargó contra el Gobierno central, que «no está entendiendo esos problemas, y especialmente de Castilla y León», contra el que hace, dijo, «una política de agravio contra los agricultores y ganaderos».

Tesis que compartió el portavoz de la Junta, Carlos Fernández Carriedo, que reiteró que Castilla y León cumple y cumplirá con la normativa europea y nacional sobre los controles de saneamiento ganadero y culpó al Ministerio de Agricultura de los posibles perjuicios al sector por su orden que limitó el movimiento de ganado. «Lo importante es que no estuviera en vigor la orden del Ministerio», recalcó, sin admitir que la resolución de la Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural de 10 de mayo, que relajó los controles y motivó la respuesta del Gobierno, haya podido tener un efecto mientras tuvo vigencia.

Dirección contraria

Desde la sede del Parlamento Europeo de Bruselas, y franqueado por la cúpula de Vox, García-Gallardo asumió el pulso a Europa lanzado por su consejero de Agricultura, Gerardo Dueñas, y confirmaba su intención de implementar una relajación de los controles sanitarios para la tuberculosis bovina. «El programa de erradicación de la tuberculosis lleva treinta años en la dirección contraria y lo único que va a conseguir es erradicar el sector ganadero y el sector primario en general», sostuvo el número dos de la Junta, que arremetió contra la normativa de «las elites globalistas» y los «burócratas de Bruselas» porque va a «abocar a la ruina» a los ganaderos de Castilla y León y de toda España. «No puede ser que por un falso positivo se paralice toda una explotación», según informa Ical.

García-Gallardo explicó que presionará a las instituciones europeas para que cambien el reglamento de control sanitario bovino, que, según él, «no funciona ni en Salamanca, ni en Córdoba, ni en Polonia ni en Italia». «Ahoga los ganaderos de toda a Europa».

«Cobarde e irresponsable»

De vuelta a Castilla y León, la oposición socialista volvió a cargar, en boca de su secretario regional, Luis Tudanca, contra la actitud «cobarde e irresponsable» del presidente de la Junta, por, según ellos, poner en riesgo la «salud» de todos los ciudadanos y el «bolsillo» de los ganaderos de Salamanca por adoptar una medida «ilegal». «¿Le importa algo al señor Mañueco la salud de los castellanos y leoneses? Parece que no», expresó Tudanca quien lamentó que de nuevo la Comunidad se haya convertido en la «vergüenza nacional».

Por su parte, el portavoz de Vox en las Cortes, el salmantino Carlos Menéndez, condenó «todo tipo de violencia» e hizo un llamamiento «a la calma y la serenidad» tras los altercados vividos el lunes. No obstante, asumió las tesis de García-Gallardo y aseguró que Vox «no dará un paso atrás» en su deseo de flexibilizar los controles sobre la tuberculosis bovina.