«Hoy estamos mejor que hace un año, y lo que hice, lo volvería a hacer pensando en el interés de las personas de Castilla y León». El presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, se reafirmaba así ayer de la decisión tomado justo hace un año cuando pulsó el botón rojo del adelanto electoral y disolvió su Gobierno con Ciudadanos. Una decisión ante la que consideró que «el tiempo viene darme la razón», y señala a la aprobación mañana de los Presupuestos Generales de la Comunidad como una prueba de ello. Y es que hoy arranca, casi a la misma hora que el Sorteo Extraordinario de Lotería de Navidad, la doble sesión plenaria en las Cortes que servirá para que Alfonso Fernández Mañueco aprueba sus segundas cuentas como presidente de la Junta –las primeras fueron las de 2021 junto a su entonces socio Ciudadanos–, y que posibilitarán que, por primera vez en un lustro, Castilla y León estrene año nuevo y presupuestos en vigor a la vez después de varios ejercicios marcados por las prórrogas. Unas cuentas que salvo inesperado giro de los acontecimientos, se aprobarán mañana gracias al rodillo de la mayoría absoluta que ostentan PP y Vox, a la espera de ver si consiguen el voto favorable de algún partido de la oposición como Por Ávila o Ciudadanos, cuyo único procurador y exvicepresidente de la Junta, Francisco Igea, prometió ayer su 'sí' siempre y cuando se aprueba la enmienda para ayudar a los enfermos de ELA.
«Son unos presupuestos que protegen a las personas mayores y las familias, cuidan al sector privado y dejan la política fiscal más baja de nuestra historia», insistió ayer el presidente, que reiteró que son elementos que «vienen a dar la razón» a la convocatoria electoral de hace un año. En total serán casi 14.000 millones los que tendrá el próximo año el Ejecutivo autonómico, la mayor cifra de la historia, impulsada por los fondos europeos y las transferencias del Estado.
«Volvería a convocar elecciones», resumió antes de su participación en la presentación del libro 'Humor mesetario hebdomadario', de José María Nieto, donde aseguró que «es importante tener un gobierno estable». Una convocatoria con la que, insistió el presidente de la Junta, «buscaba la estabilidad política, que es lo que permite sin duda la generación de oportunidades y la creación de empleo». Ahora, transcurrido un año, Mañueco consideró que el tiempo le ha dado «la razón» puesto que hoy «estamos mejor que hace un año» y se aventuró a decir que «el año que viene será mejor que este».
La aprobación de los presupuestos tendrá su eco en los alrededores de las Cortes, donde CCOO y UGT han convocado para mañana una concentración para rodear el parlamento durante el debate del proyecto de presupuestos, que consideran antiestatutario e «ilegales», por tratar de acabar con las partidas del Diálogo Social.
Gallardo cierra la puerta a aprobar enmiendas
Nulo futuro le esperan a las más de 2.000 enmiendas parciales presentadas por la oposición al proyecto de presupuestos de Castilla y León para 2023. El vicepresidente de la Junta de Castilla y León, Juan García-Gallardo, se mostró ayer esperanzado en las cuentas se aprueben en las Cortes «tal y como estaban previstos, inicialmente», dando portazo a incorporar en el PGC alguna de las propuestas de la oposición. «Hemos estudiado todas las iniciativas que han presentado los grupos parlamentarios pero ya habíamos elaborado ese proyecto de presupuesto después de unos meses de negociación entre las dos formaciones que conforman la Junta como el Partido Popular y Vox», aseveró. En cualquier caso, consideró que los próximos presupuestos autonómicos serán los del «cambio de rumbo», a favor de las familias y la superación del invierno demográfico, además de ayudar al campo y los trabajadores.