El problema del agua

A.P.L.
-

El presidente de la Mancomunidad de Tierras Altas, José Ramón Ruiz Sastre, alerta de que el retraso en la construcción de la presa del río Mayor frena el desarrollo empresarial de San Pedro y la comarca

El problema del agua - Foto: E.G.M

La Mancomunidad de Tierras Altas espera con impaciencia el desbloqueo del proyecto de la presa del río Mayor y la reanudación de las obras. El presidente y concejal de Estepa de San Juan, José Ramón Ruiz Sastre, asegura que hay un problema estructural de agua por los nuevos hábitos de vida y que viene de años atrás. Antes en estos pueblos pequeños solo su usaba en labores domésticas y hasta los años 60-70 ni siquiera había agua corrientes en las casas. Además, hay un problema puntual o estacional, que es la falta de agua en los veranos, cuando la población en Tierras Altas se multiplica por 10. Por ejemplo, si en Villar del Río y sus pedanías viven en invierno 160 personas, en verano llegan a las 900. 

«Con el cambio climático, llueve menos y de una forma diferente y apenas nieva» y la singularidad de esta comarca es que hay algunas zonas de alta montaña, con muchos pueblos en torno a los 1.200-1.250 metros de altitud. «Eso hace que todos los arroyos y todos los ríos enriquezcan sobre todo a La Rioja», detalla. De los 16 ayuntamientos de la mancomunidad, cuatro dan aguas al Duero y el resto están en valles que van al Ebro; y por esta zona discurren el Alhama, el Linares y el Cidacos, «pero son cabeceras y ríos de montaña que tienen muy poco caudal al comienzo y se alimentan del agua de la lluvia y de la nieve, que cada vez cae menos». Cuando viene una tormenta de verano o un agua desordenada, más frecuente con el cambio climático, esas aguas se pierden porque no se filtran. «Los acuíferos se alimentan del agua mansa, del agua que cae despacio y de la nieve. Eso ha cambiado», añade advirtiendo de que el nivel freático de los acuíferos está descendiendo y se presentan problemas como que hay menos reservas de agua y que en muchos casos los pozos no son aptos para el consumo humano, porque tienen arrastre de metales, nitratos e incluso algo de arsénico. 

El portavoz estata5 que están todavía pendientes de impacto ambiental, por lo tanto hay que intentar que ese trámite vaya lo más rápido posible para intentar licitar los proyectos», ejemplificó. Además añadió, «hay algunos temas que están bastante avanzados y que en pocas semanas se podrán resolver».  

problema estructural. En San Pedro Manrique y sus pueblos se da este problema estructural, por lo que «ni siquiera se puede garantizar el consumo humano de agua potable». «Es la zona más despoblada de Europa, con una densidad de de 2 habitantes por kilómetro cuadrado (la media de Soria es de casi 9), y muchos se cuelgan la medalla contra la despoblación», critica el responsable de la mancomunidad, advirtiendo que el problema se agrava en San Pedro, Ventosa de San Pedro y Matasejún. Pero la empresa en el pueblo cabecera de comarca, Embutidos La Hoguera, es «el motor de desarrollo de la zona» y fija población en Tierras Altas, dando prioridad a las personas y a las familias que en ella viven. «La situación de la empresa en cuanto al agua muchas veces roza el límite», denuncia añadiendo que «una forma de poder fijar población sería la creación de alguna empresa auxiliar a Embutidos La Hoguera, pero eso está limitado por la falta de agua». «La presa lleva muchos años en marcha pero lamentablemente, tras un problema con la empresa concesionaria, una baja temeraria, problemas administrativos... se ha judicializado y ahora mismo está pendiente de resolución en el Consejo de Estado», por lo que se espera que se resuelva pronto. «Es una infraestructura estatal y si se resuelve el Estado de Urgencia lo podría licitar para que se termine», detalla. «En el momento en que la presa del río Mayor esté funcionando, será algo verdaderamente importante para San Pedro Manrique, para sus pedanías y para toda la comarca», insiste el presidente de la mancomunidad.