Con red de seguridad

Diego Izco (SPC)
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A pesar de su bache de juego en 2024, el Real Madrid dispone de margen para levantar su 36ª Liga

Modric celebra un gol con Brahim Díaz subido a su espalda. - Foto: Kiko Huesca (EFE)

Superado el susto de la Champions, el Real Madrid enfila las jornadas decisivas para asegurar su 36º título de Liga. Ya lo roza con las manos: tiene siete puntos de ventaja sobre el Girona (a quien vapulea en el 'golaverage' particular por un 7-1) y ocho sobre el Barça (a quien venció en el primer clásico de la temporada por 1-2 en Barcelona)… y 11 sobre el Atlético, que ya no parece rival a pesar de que es el único equipo que tiene el duelo particular ganado (4-2 para los de Simeone). 

Estos números chocan con las sensaciones de los últimos partidos. Exceptuando el duelo ante el Girona (4-0), el 2024 del Real Madrid -desde la Supercopa- tiene poco que ver con el arrollador 2023. Nada más volver de Riad, cayó en octavos de la Copa ante los colchoneros (4-2), ante los que empató en el Bernabéu (1-1) tres días después de sufrir mucho para ganar en Getafe (0-2). Esa goleada contra su mayor oponente en LaLiga fue un oasis en el desierto: después llegaron un triunfo muy justo y polémico en Leipzig (0-1), un empate en Vallecas (1-1), la victoria raquítica ante el Sevilla (1-0), otras tablas en Valencia (2-2) y, finalmente, el 1-1 del pasado miércoles, que constató un momento de muchas dudas en el juego: el Leipzig (quinto en la Bundesliga a 21 puntos del Leverkusen) ya disparó más que el Madrid en la ida… y repitió en el Bernabéu, con 20 tiros frente a 11 blancos. 

El evidente bajón, de todas formas, no parece poner en riesgo una Liga bien encauzada para la que dispone de un colchón importante. ¿Dónde y cómo podría perderla? Las probabilidades son mínimas… pero existen: 

En casa

El feudo merengue es un fortín. Nadie ha ganado y solo ha registrado dos empates (Atlético y Leipzig), aunque es cierto que ante los alemanes la sensación de la derrota sobrevoló varias veces el coso madridista, que acabó pitando a su equipo. El calendario de los de Carlo Ancelotti en casa es relativamente apacible gracias a esa estadística, aunque el italiano tiene tres fechas marcadas: jornadas 30, 32 y, si no se ha ganado el título a esas alturas, la 38. 

En la primera de ellas, el visitante es el Athletic. La gran temporada del equipo de Valverde se cimenta en San Mamés, donde ha sacado 33 de sus 50 puntos. Lejos de casa, cuatro victorias y cinco empates. Además, su estadística histórica en el Bernabéu no es halagüeña: solo 15 triunfos en 98 visitas. La segunda cita es el segundo clásico liguero, justo después de la disputa de los cuartos de final (vuelta) de la Champions. Es posible que, a esas alturas, unas tablas ya sean un gran resultado para los blancos, ya que el calendario del Barça es peor: todavía debe visitar, además del Bernabéu, el Metropolitano  o Montilivi. La última cita peligrosa en casa, si es que aún necesita los puntos, sería la de un Betis que busca plaza europea. 

Fuera

Pamplona (jornada 29), Palma de Mallorca (31), San Sebastián (33), Granada (35) y Villarreal (37) son los cinco desplazamientos que le quedan al Real Madrid en LaLiga. El bloque de Chamartín considera fundamentales los tres primeros, ya que es muy probable que el Granada esté desahuciado para el 12 de mayo y que los puntos de La Cerámica no sean necesarios. En El Sadar, donde el Madrid no pierde desde la 10/11, encontrará a un Osasuna que busca la séptima plaza; en Son Moix, a un Mallorca que el fin de semana anterior habrá disputado la final de la Copa ante el Athletic; y en el Reale Arena, a una Real Sociedad que está en cierto declive en 2024… pero que siempre se lo pone difícil a los blancos en su casa. 

Con todo esto, y mirando de reojo un posible (y muy improbable) pleno de victorias de Girona o Barça, juega el Real Madrid lo que queda de Liga: una red de seguridad inmejorable.