Ethereal Quartet, talento e ilusión musical

A.P.L.
-

Es el grupo con componentes más jóvenes del panorama musical y se estrenó en el Concierto de las Velas y ganando el Maratón Musical

Ethereal Quartet, el talento y la ilusión - Foto: E.G.M

Ethereal Quartet promete en el panomama musical soriano, tanto por su talento como por la ilusión para hacer vibrar al público con las piezas seleccionadas en su repertorio. El  grupo compuesto por Natalia Ontaneda y Claudia Fuentemilla (violines), Andrea Morales (viola) y Sabina Ruiz (violonchelo), de 15 a 17 años, comenzó a dar sus pasos hace un año y en este tiempo ha ganado un concurso y ha ofrecido varios conciertos. 

Las cuatro jóvenes han sacado el grupo adelante ellas solas, a pesar de su juventud, con el apoyo de sus familias. Se conocían «desde pequeñas», al ir a clase juntas al Conservatorio Oreste Camarca, y después se apuntaron a la Joven Orquesta Sinfónica de Soria (JOSS). Ahí surgió la idea de montar un cuarteto y no se lo pensaron dos veces, sobre todo por esa compenetración y esa unión que tienen desde hace varios años. El primer concierto, en la plaza Mayor de San Esteban de Gormaz con motivo de la Noche de las Velas, supuso para ellas una gran experiencia para debutar. «Era todo precioso y estaba lleno de velas, había mucha gente», recuerdan con emoción. Después llegó el concierto del Maratón Musical Soriano, a las puertas de la iglesia de La Mayor. «No teníamos la esperanza de ganar porque había gente con más experiencia, pero conseguimos el primer premio y fue una sorpresa», lo que supuso un importante avance para Ethereal Quartet, que se dio a conocer mucho más. «Gustó el repertorio e impresinó que fuéramos tan jóvenes», añaden. También actuaron en en un concierto benéfico de Cruz Roja en Ágreda.

repertorio. Entre ensayo y ensayo del la Cantata Antonio Machado con la JOSS en el Casino Amistad Numancia, comentan a El Día de Soria que su repertorio «es muy variado». De música clásica tienen dos o tres obras, como el Canon de Pachelvel o Divertimento en Fa Mayor de Mozart, ya que han decidido introducir piezas modernas. Se decidieron por temas de bandas sonoras de Piratas del Carive o La vida es bella, pero también por Viva la vida de Coldplay y Wake me up de Avicii. «Son conocidas pero emocionan mucho cada vez que se escuchan», detallan. En algunas han tenido que hacer algún cambio en la partitura e incluso contactar con algún arreglista de fuera de América. «Al final hemos conseguido arreglar todas las obras que queríamos tocar», aseguran entre risas.

Ahora su idea es ampliar de nuevo el repertorio y participar en más concursos musicales, además de poder tocar en más conciertos, eventos en galerías de arte e incluso celebraciones como bautizos o bodas, para lo que ya tendrían repertorio preparado pero también aceptan sugerencias. «Cuando empiece el buen tiempo queremos pedir permiso al ayuntamiento para poder tocar en la calle, dar miniconciertos», avanzan las jóvenes músicas, que reconocen el sacrificio que supone tantas horas de ensayo. En vacaciones se dedican al grupo «mañana y tarde» y cuando hay clase muchas tardes y fines de semana. Además, agradecen que la JOSSles deje espacio para poder ensayar.

conservatorio. Sobre su afición por la música, algunas se apuntaron al conservatorio animadas por sus padres o hermanos, mientras que Sabina apunta que su padre toca el acordeón desde pequeño y su madre cantaba en un coro y toca la guitarra, mientras que sus hermanos todos fueron a citado centro soriano. No descartan poder estudiar las enseñanzas superiores de música, aunque sí que indican que «las pruebas de acceso son bastante duras». 

«Hemos tenido que apostar mucho por el cuarteto, que ha salido adelante porque nos llevamos muy bien, hay mucha complicidad y nos gusta a todas. Las cuatro estamos muy unidas a la vez que muy volcadas, lo que al tocar nos ayuda mucho», coinciden en señalar.