Carlos Lafuente

Carlos Lafuente

Trabajador de la Función Pública


Elfos de la familia

21/12/2019

Recientemente me ha visitado la parca y se llevó a un hombre bueno y ejemplar. Es doloroso perder a un ser querido, pero siempre te hace reflexionar sobre lo que tenías con esa persona. O cómo era, o cómo hubiera afrontado él o ella una pérdida tal. Y eso he hecho yo. Resulta que Moisés, que es el que falta, siempre me decía que nuestro hecho cultural, lo que hemos mamado, no nos prepara para la muerte, nos enfrenta a ella. Por eso la religión tiene tanto éxito, porque es como las casas de apuestas que nos prometen suerte en el más allá. Y también se ponen cerca de las escuelas y colegios que es dónde se ganan adeptos. Pero Mois me decía que con la muerte no hay que enfrentarse, que hay que convivir con ella. Que la vida es un contrato indefinido, pero no fijo. Y un día se acaba y hay que asumirlo dejando a la gente una sonrisa cuando te recuerdan, un guiño cuando miras hacia arriba y el placer de haber estado en algún momento de la vida compartiendo algo.
Vayan estas líneas para todos aquellos que temen a la Navidad, y ¡cuánta razón tienen!, porque son fechas en las que la lágrima triste al pensar en los que faltan en las mesas navideñas salta con facilidad. Porque son días que a pesar de la felicidad del anuncio del Elfo de El Corte Inglés nos faltan personas con nombre y apellidos. Disfruten de los buenos recuerdos de esas personas que nos acompañaron, no estén tristes por favor. Se lo pido en nombre de mi padre Moisés que disfrutaba con la felicidad de la gente, como hacen los espíritus libres y buenos. Y también las dedico a los que no han pasado por ese trance peculiar de la muerte, para que sean muy felices con las personas que tienen a su lado, que no van a ser para siempre, pero este momento si pueden disfrutarlo. Quiéranse, porque más duro que la pérdida de alguien es pensar que no se disfrutó y no se aprovechó lo suficiente su presencia. Nunca escatimen un beso. ¡Feliz Navidad!