«Para un olvegueño ser quinto es muy importante"

N.Z.
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La maquinaria festiva se pone en marcha en Ólvega y, como novedad, este año serán los quintos de 23 años en lugar de los de los 21 los que 'lideren' la celebración patronal. La pandemia está detrás de esta decisión, según explica la alcaldesa de la

«Para un olvegueño ser quinto es muy importante" - Foto: Eugenio Gutierrez Martinez

En el Ayuntamiento de Ólvega el trabajo estos días se ha intensificado. Las fiestas en honor al Cristo de la Cruz a Cuestas arrancan el martes y, tras dos años de 'desentreno', hay mucho trabajo que realizar. La alcaldesa, Elia Jiménez, ultima los detalles.  

¿Cómo se vive el regreso festivo?

Por fin, después de dos años de paréntesis, vuelven las fiestas y mi deseo es que disfrutemos de nuestras amistades, de nuestros vecinos, de las actividades que hemos preparado con todo el cariño... Son días de júbilo, de alegría, de armonía, de diversión... y de reencuentro. 

¿Cómo se ha preparado el programa para este año?

Prácticamente se respetan y mantienen los actos que había, porque son unas fiestas muy tradicionales, y se ha añadido algún acto más, sobre todo en los días previos. Hemos intentado repartir los actos para que todos los días estén bien cubiertos de actividades y hemos intentado preparar actividades para todos los gustos y edades. 

Se mantienen los festejos taurinos, las actuaciones musicales, los actos para los más pequeños...

Se mantiene todo. Aquí las peñas, que conocemos como terrizos, son fundamentales, como las charangas, y se mantiene el concurso de terrizos, donde tienen cabida todos, desde los más pequeños hasta los más mayores, y ahí se funde todo, lo tradicional y lo actual. También se han recuperado tanto los concursos de fotografía como de pintura, donde el tema principal es Ólvega. Son fiestas para honrar a nuestro patrón y no hay que olvidar los actos religiosos, con la eucaristía y la procesión de nuestro patrón por las calles... y con la novena que hay durante esta semana de preparación. No perdemos los festejos taurinos, con los encierros o los actos en la plaza de toros. Y seguimos celebrando también homenajes a los más mayores y a los más pequeños. Hay concursos de disfraces, música... y, para terminar, la tradicional comida de hermandad, que es tan conocida ya en nuestra provincia. 

Una comida de hermandad en la que se une todo el pueblo, ¿qué previsión manejan de asistencia?

Todavía se están vendiendo abonos pero calculamos que, al ser domingo, habrá gran afluencia de gente. Con referencia a otros años, rondaremos las 2.500 personas. 

Mantener la cantidad y calidad en las fiestas, ¿ha supuesto un esfuerzo presupuestario?

Sí, pero fuimos previsores y, cuando diseñamos los presupuestos, contamos ya con más cantidad, previendo que este año se podrían celebrar las fiestas y habría un incremento de los costes. Pero, aún con todo, vamos a tener que hacer malabares. 

El programa incluye un acto pirotécnico la noche del sábado y ya hemos visto que en otros pueblos han tenido que suprimirlos o modificarlos por el riesgo de incendios.

Nosotros lo tenemos programado, pero estamos pendientes de que la Junta lo autorice. Si lo deniega, se hará uso de otras posibles opciones, porque lo que prima es la seguridad.

Hablando de seguridad, este verano se ha vivido cierto temor por temas como los 'pinchazos' a jóvenes. ¿Eso obliga a reforzar la seguridad?

En el propio programa hemos plasmado unos avisos y estamos dando divulgación para que la gente se sienta informada y, por supuesto, esa preocupación que nosotros tenemos se la hemos transmitido a la Guardia Civil para que ellos también sean conocedores de la situación. 

Los quintos son protagonistas de estas fiestas. Este año se da la peculiaridad de que no serán quintos con 21 años -como era habitual-, sino con 23. ¿A qué responde esta decisión?

Para un olvegueño ser quinto de las fiestas patronales es muy importante y pensamos que, si este año eran los de 21 años como siempre, se dejaría a dos quintas sin poder prestar ese servicio al pueblo y sin poder disfrutar las fiestas de una manera tan especial, ya que los últimos dos años no ha habido fiestas por la pandemia. En realidad da igual que sean con 21 que con 23 años, lo importante es que todos lo puedan disfrutar. 

¿Esta modificación supone que a partir de ahora serán los quintos de 23 y no los de 21 los que organicen las fiestas del Cristo?

De momento es lo que se ha propuesto, pero si luego por un casual alguna quinta es menos numerosa y necesita refuerzo de otra quinta, se puede ir acortando. Coincidía que este año los nacidos en el año 1999 y en el 2000 eran muchos y no veíamos conveniente fusionarlos. 

La pandemia deja esa herencia en forma de cambio de organización...

Bueno, antes eran quintos de Navidades con 18 años porque era cuando iban a desarrollar el servicio militar, y eran quintos de fiestas del Cristo con 21 años porque era cuando volvían de la mili. Ahora realmente da igual ser con 21 que con 23, pero lo importante es que nadie se quede sin la posibilidad de poder ser quinto.

También son protagonistas quienes se encargan de dar inicio a las fiestas. Este año tan especial es la asociación Niña del Moncayo, ¿cómo se elige a los pregoneros?

Ya llevamos unos años que el encargo del pregón lo hacen diferentes asociaciones. Se empezó con la asociación de bomberos voluntarios porque habían tenido una actuación importante ese año y, a partir de ahí, se decidió que fueran las asociaciones y se decidió buscar a las de mayor antigüedad. Repasando este año le ha tocado a la Niña del Moncayo y serán las mujeres las que hagan el pregón.

Y en Ólvega hay rey y reina... 

Este año ha surgido así. En las fiestas de 2015 ya tuvimos rey y reina y, ante la posibilidad de que se quede desierto, nos parece muy bien. La igualdad y la paridad tiene que estar en todo y nosotros... encantados de que podamos tener esos representantes. 

¿Cuál es su deseo para estas fiestas?

Que disfrutemos y vivamos las fiestas con muchísima pasión, pero que a la vez seamos responsables y cívicos.