Patrimonio tocado por la ruina en Soria

S.L.O.
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En la provincia hay al menos 38 elementos patrimoniales en la lista roja de Hispania Nostra; dos se han incluido este año

Estado de la atalaya de la Cabeza de Enmedio, en Monteagudo de las Vicarías. - Foto: Hispania Nostra

La atalaya de vigilancia y comunicación de la Cabeza de Enmedio, ubicada en Monteagudo de las Vicarías, ha sido el último monumento de la provincia de Soria incluido en la lista roja de patrimonio de Hispania Nostra. La organización de defensa y conservación del patrimonio cultural y natural lo ha hecho este mismo verano después de comprobar su «estado precario, debido al abandono y a la falta de mantenimiento» unido a que el «riesgo de ruina se acentúe y sufra un desmoronamiento de sus elementos por el socavamiento de la base del cubo macizo», que se encuentra unido a un lienzo en el que se ha detectado una grieta. El riesgo de desplome «se eliminaría con una sencilla obra de consolidación», según el pronóstico de la organización.  

En lo que va de año han sido dos las construcciones históricas de la provincia de Soria que han engrosado la lista roja de Hispania Nostra. Además de la atalaya de Monteagudo, la Casa Alta de los Carrillo Yáñez de Barnuevo, en Deza y en manos privadas, ha sido el otro elemento patrimonial. Lo hizo por su «completo estado de ruina». Durante el mismo período de tiempo ha sido posible 'rescatar' otros dos monumentos y pasarlos a la lista verde: el entorno de la fortaleza califal de Gormaz, porque la Junta de Castilla yLeón desestimó un proyecto de macrogranja porcina en sus alrededores (la nueva ubicación está a 4,4 kilómetros de la edificación), y el castillo de Vozmediano, después de que esta primavera concluyeran las obras de consolidación tras el derrumbe del lienzo oeste en 2018. 

En cifras

En la actualidad, Hispania Nostra tiene incluidos 51 monumentos de la provincia en sus diferentes listados: 38 en la lista roja (en riesgo), 13 en la lista verde (retirados de la roja al desaparecer el riesgo que presentaban) y ninguno en la negra (todos los bienes que han sido retirados de la lista roja al haber desaparecido o haberse alterado sus valores esenciales de manera irreversible). Los más numerosos son los elementos de patrimonio religioso (19), seguidos de los militares (19, siete de ellos en la lista verde), civil (seis, uno ha pasado a la lista verde), arqueológico (cinco, uno está en la verde), industrial (uno) y natural (uno). 

Desde que la organización desarrolla su actividad incluye entre uno y seis elementos patrimoniales en sus listado rojo provincial cada ejercicio. Los años que más monumentos sumaron fueron 2021 y 2019, con media docena de nuevos edificios en riesgo; en 2008 se incorporaron cinco. El pasado ejercicio fue en el que más monumentos salieron de la lista roja para ir a la verde: tres. Cada año salen del riesgo entre una y dos edificaciones.

Lado positivo

Encontrarse dentro del listado tiene su lado positivo, pues se trata de una llamada de atención para que las entidades locales puedan elevar la voz y pedir ayuda para conservar su patrimonio, ya que sus medios económicos suelen ser muy limitados, sobre todo para conservar estructuras de estas características. «Este ayuntamiento siempre ha apostado por el patrimonio y nos parece fenomenal que Hispania Nostra se preocupe por su estado. En el Consistorio no contamos con presupuestos para acometer este tipo de obras, pero vamos a apelar a los organismos gubernamentales para poder ejecutarla», admite el alcalde de Monteagudo de las Vicarías, Carlos González. 

La atalaya de la Cabeza de Enmedio es de propiedad desconocida, según consta en la información de la organización de defensa y puesta en valor del patrimonio cultural y natural. Tiene un gran valor histórico, «pues formaba parte de la red de fortificaciones y atalayas de época andalusí». Cuando pasó a manos cristianas «continuó siendo importante dado el carácter fronterizo de Monteagudo, situado en el eje fortificado de Castilla frente a Aragón».
La pretensión es conseguir sufragar las obras necesarias para «afianzar» esta histórica torre de vigilancia y comunicación «más conocida por los vecinos y por quienes están interesados en este tipo de construcciones» para que pueda sumarse a la ruta de atalayas de la provincia. «Claro que la nuestra son sólo vestigios, pero también tiene su interés», admite el primer edil de la localidad del Alto Jalón. 

En manos privadas

Una de las cuestiones más complicadas para un municipio es 'obligar' a quienes son propietarios de un edificio patrimonial a arreglar los desperfectos. La declaración de estado de ruina suele ser lo más habitual, pero para ello hay que tener evidencias que pongan en riesgo la vida de los vecinos (por un desprendimiento en la vía pública, por ejemplo). Es lo que hicieron en Deza con la Casa Alta de los Carrillo Yáñez de Barnuevo, donde incluso el municipio hubo de actuar de urgencia con algunos apuntalamientos para que el derrumbe no fuera a más.

En Monteagudo de las Vicarías sucede algo similar con el castillo de La Raya, conocido también como torre de Martín González, que se encuentra en manos privadas y cuyo estado de conservación no es bueno. «Hace seis meses hubo un desprendimiento importante. Está muy bien que una persona quiera tener su castillo, pero tiene la obligación de mantenerlo bien conservado. No entendemos cómo no se fuerza al propietario de un inmueble a tener su propiedad, que además es patrimonio histórico, en condiciones», incide González para advertir que conocer a los dueños «no es tan complicado porque hay un IBI». Por suerte Monteagudo conserva su castillo-palacio, una fortaleza medieval de propiedad municipal que tiene diferentes usos culturales, como sala de exposiciones y zona de presentación de libros y otras actividades.