Soria registró 36 muertes por calor el verano pasado

S.L.O.
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Los sanitarios invitan a tomar medidas ante las altas temperaturas, como hidratarse y evitar las zonas de sol;«ancianos, niños y trabajadores al aire libre», los más vulnerables

La hidratación es muy importante cuando hay temperaturas elevadas. - Foto: Ana Renta

Las víctimas mortales asociadas a la crisis climática que sufre el planeta cuentan ya con un registro de los efectos del verano más tórrido en toda Europa desde finales del XIX, el de 2022. La provincia de Soria contabilizó 36 fallecimientos asociados a las altas temperaturas, según un estudio liderado por el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal) en colaboración con el Instituto Nacional de Investigación en Salud y Medicina de Francia (Inserm), y publicado en Nature Medicine. Si bien la cifra de decesos atribuibles al calor parece «algo elevada» para los sanitarios, el estudio refleja que los registros «muestran que las temperaturas estuvieron por encima de la media durante todas las semanas del periodo estival» y hubo varias olas de calor. Desde el año 2004, la Consejería de Sanidad establece entre junio y septiembre un sistema de vigilancia de las repercusiones sobre la salud de las temperaturas elevadas (Sistema Vimte) con el objetivo de conocer las consecuencias. Este año, durante el mes de junio -el último del que se disponen datos-, los servicios sanitarios de Castilla y León no han comunicado ningún fallecimiento atribuible a procesos relacionados con las temperaturas elevadas.

Las personas «más vulnerables», principalmente «ancianos, pacientes con patologías crónicas de base -con obesidad, cardiopatías, problemas respiratorios...-, los niños y los trabajadores» que desarrollan labores en la calle son la población diana en un golpe de calor, tal y como explica Lucía Hernández, médico de Atención Primaria en Almazán. Ante todo recomienda «precaución y protección», es decir, evitar lugares de mucho calor, hidratarse y protegerse del sol (con ropa de colores claros, gorro, gafas de sol y protección solar). Y, por supuesto, «no exponerse al sol en las horas de mayor radiación: entre las 12.00 y las 17.00 horas». 

En plena época de turismo la precaución también debe extenderse a las visitas y excursiones tanto por las ciudades y pueblos como por los espacios naturales donde, erróneamente, a veces se cree que se está más a salvo de las altas temperaturas. La doctora pone de ejemplo una ruta senderista:«Se debe madrugar mucho para poder acabarla antes de las 12.00 horas; no se puede ir deambulando después de esa hora por una montaña». 

Los síntomas de un golpe de calor son claramente detectables. Entre otros, especifica «taquicardia, vómitos, mareos, ausencia de sudor, temperatura elevada y piel enrojecida que pueden llevar a la pérdida de consciencia y a una parada cardiorrespiratoria». Ante ello lo mejor es «apartar al afectado de la fuente de calor, pedir ayuda a emergencias y, si no hay parada cardiorrespiratoria, colocarle en posición de seguridad».  

Proteger a los trabajadores

El fenómeno de muerte asociada al calor tiene mayor visibilidad «en los últimos años», posiblemente «porque antes se atribuía a otras causas, como un infarto en plena calle, pero ahora hay más alarma social porque se dan a conocer los casos», indica la doctora Lucía Hernández. Esto no quiere decir que haya más casos, aunque es verdad que «las temperaturas son más elevadas. En Soria hemos pasado de dormir tapados a tener veranos calurosos». Y esto hace que la población, también las autoridades, vayan cambiando hábitos y se tomen nuevas medidas. 

Una de las más novedosas frente a las elevadas temperaturas se ha recogido el pasado mes de mayo en un Real Decreto-Ley con el que el Gobierno busca la protección de las personas que desarrollan su labor al aire libre. Entre los puntos más destacados se encuentra que las empresas estarían obligadas a paralizar la actividad si los trabajadores están en peligro, como parte de las medidas de protección exigidas para con sus empleados. 

Para la doctora, este tipo de medidas serían lo lógico, pues se hacen con el fin de «proteger a los trabajadores» que desarrollan su labor a la intemperie. «Es necesario que tengan unos descansos en condiciones, no que estén a la sombra de un árbol», incide para apreciar que estas medidas se han tomado «después de que haya habido algunas muertes de personas que trabajan al aire libre», de momento ninguna en la provincia.