El sector salta contra las manifestaciones de FeNIL

SPC
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La patronal láctea denunciaba la semana pasada que el sector pierde competitividad por pagar la leche demasiado cara. UPA y Unión de Uniones lamentan que se pretenda «criminalizar» al sector lácteo español

El sector salta contra las manifestaciones de FeNIL - Foto: Eugenio Gutierrez Martinez Eugenio Gutiérrez Martí

La organización de ganaderos UPA ha salido al paso de las declaraciones de la Federación Nacional de Industrias Lácteas (FeNIL), que asegura que el sector no es competitivo por pagar la leche a los productores al tercer precio más alto de Unión Europea, solo por detrás de Malta y Chipre, un precio que la organización agraria califica de «justo». UPA ha lamentado que la patronal láctea cargue sobre los ganaderos el hecho de que el sector lácteo no sea «competitivo», e ironiza diciendo que «la culpa de ello la tiene el hecho de que, por primera vez en más de quince años, los ganaderos estén percibiendo precios por encima de la media europea».

La Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos ha criticado duramente estas afirmaciones, que ha tildado de «falsas e irresponsables». «Llevamos más quince años cobrando por debajo de la media europea y mundial, llegando a ser el país donde los precios eran más bajos», ha recordado el secretario de Ganadería de UPA, Román Santalla. «Los precios bajos han sido un problema estructural en el sector lácteo español. Esta situación ha llevado al cierre a miles de granjas en los últimos años. Mientras en Europa cobraban entre 5 y 10 céntimos más por cada litro de leche -lo que ha permitido a los ganaderos comunitarios aumentar la producción y modernizar las granjas y también las fábricas, haciéndolas más competitivas-, en España la industria optó por una estrategia para vender leche low cost a la gran distribución», declaran desde la organización.

UPA considera las afirmaciones de FeNIL un «insulto a los ganaderos españoles» y se plantean incluso pedir dimisiones en dicha federación. Además, están estudiando si un llamamiento a una bajada artificial de los precios puede ser considerada una práctica anticompetitiva denunciable ante la CNMC. «Obviamente, FeNIL obedece a sus industrias asociadas y trata de bajar los precios de la leche en origen, algo que no vamos a consentir», ha asegurado Román Santalla. UPA cree que el modelo de futuro del sector lácteo español debe basarse en el cumplimiento de la Ley de la Cadena Alimentaria, el pago de un precio justo a los ganaderos por su producto, una apuesta por el mercado interno y la valorización de la calidad y el origen de la leche para que toda la cadena pueda generar valor.

Es «lamentable» que FENIL pretenda ahora bajar artificialmente los precios de la leche -cuando los costes no han disminuido- después de una década de estar cobrando precios por debajo de los de Francia, Holanda, Irlanda, Alemania, Italia o Países Bajos, denuncian desde la organización.

Por su parte, Unión de Uniones de Agricultores y Ganaderos considera que las declaraciones de la patronal al presentar su barómetro del sector lácteo -«totalmente fuera de la realidad»- buscan «criminalizar al ganadero y ensalzar a la industria». Unión de Uniones cree que «es indignante criminalizar al sector productor por percibir unos precios que durante un breve lapso de tiempo cubrieron costes de producción, pero que llevan medio año descendiendo progresivamente y desde enero han bajado de media un 14%».

La organización lamenta que se apunta como único factor causante del descenso en la competitividad al precio pagado al ganadero, cuando en la elaboración de productos lácteos también han crecido los precios a causa de industria y distribución, realidad que no es mencionada en las declaraciones de FeNIL. En este sentido explica que «se ve en los lineales que el precio de los lácteos se mantiene elevado, pero en granja ya van seis meses en los que la industria paga menos». «Declaraciones como estas sólo generan malestar, incredulidad y hacen pensar en que la industria nos toma el pelo ya sin ningún disimulo», comentan desde Unión de Uniones.

La organización ha hecho un análisis desde 2020 hasta julio de 2023 en el que ha podido observar que España únicamente ha ocupado el tercer puesto en cuanto a mejores precios en la UE durante cinco meses; además estos fueron en 2023, cuando el mayor volumen de importación se dio en 2022, por lo que los argumentos aportados por la FeNIL no son muy sólidos. Asimismo, si se sigue con el análisis de estos 43 meses, con los datos del observatorio europeo de la leche, España ha ocupado de media el puesto 15, en cuanto a precios, de los 26 estados miembros productores; y el puesto 5 en cuanto a los 7 primeros productores europeos. «Cinco meses de buenos precios no resuelven los abusos, presiones y pagos por debajo del coste de producción que han obligado a los ganaderos a asumir costes y endeudamientos que les han llevado al cierre», sentencian desde Unión de Uniones.

La nota de FeNIL.

Tal y como recogía Cultum la semana pasada, FeNIL efectivamente publicó una nota en la que se hacía referencia a una pérdida de competitividad del sector lácteo español, que esta patronal atribuía a que «España cuenta con la leche en origen pagada al ganadero más cara de toda la Unión Europea (exceptuando Malta y Chipre), según se desprende del primer Barómetro del sector lácteo realizado por la Federación Nacional de Industrias Lácteas».

Esta situación, explicaba FeNIL, ha provocado que los productos lácteos de origen español pierdan cuota de mercado frente a las importaciones de origen europeo, sobre todo en productos como el queso, y que se registre una tendencia desde 2020 en la que las importaciones lácteas han ido en aumento frente a una ligera caída en las exportaciones. «Hasta el año 2016 habíamos ido sustituyendo importaciones de todo tipo de productos lácteos, y por supuesto de leche a granel como materia prima, debido a que pasamos de producir con una cuota láctea de seis millones de toneladas a siete millones y medio», explicaba Luis Calabozo, director general de FeNIL. «Esta tendencia se interrumpió en el año 2020 y en el 2021 y hemos vuelto a perder competitividad y a aumentar las importaciones de productos de leche, pero sobre todo de aquellos productos que son más susceptibles de perder la competitividad por el precio de la propia leche, como es la leche en polvo, la nata y la mantequilla», añadía el comunicado.

El responsable de FeNIL reclamaba que las administraciones públicas jueguen un mayor papel frente a esta situación e implementen medidas estructurales como «identificar cuáles son los modelos de producción que están teniendo éxito y qué los ha llevado a tenerlo. Es decir, localizar a ganaderos y empresarios que, según su tamaño o condicionantes medioambientales, estén dispuestos a acometer inversiones y favorecerlos. Necesitamos identificar y favorecer las condiciones para atraer al sector personas y capital que estimulen el crecimiento y la eficiencia de las producciones», concluía Calabozo.

 

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