La producción de aceite de oliva en España se situará en 765.300 toneladas en la campaña 2023/2024, lo que supone un 15% por más que la desastrosa cosecha de la temporada anterior (664.000 toneladas), pero aún así un 34% menos que la media de las últimas cuatro, según las estimaciones de producción publicadas por el Ministerio de Agricultura. En este ejercicio, que comenzó el 1 de octubre, se estiman además unas existencias de enlace de 257.000 toneladas, un 43% y un 52% menores a las existencias iniciales de la campaña anterior y a las cuatro últimas, respectivamente. El Ministerio difundió hace unos días los datos tras haber recibido las estimaciones de las comunidades autónomas con el objetivo de contar con previsiones de cosecha al inicio de cada campaña, porque constituyen una herramienta clave para la transparencia del mercado y para facilitar la toma de decisiones al conjunto de los operadores del sector.

El análisis por comunidades autónomas muestra un incremento de la producción respecto de la campaña pasada en Andalucía (+7%), en Extremadura (+101%) y en Castilla-La Mancha (+29 %), los territorios más importantes. No obstante, en Andalucía, principal región productora, con un 70% de la producción española, la cosecha se estima un 40% por debajo de la media, especialmente por los bajos rendimientos que se esperan en las provincias de Jaén -primera provincia de España en volumen de aceite-, Córdoba y Granada.

La situación climática de los últimos meses es el principal condicionante de la producción prevista. A pesar de que las lluvias de septiembre hicieron bien, los episodios de elevadas temperaturas en plena floración provocaron pérdidas de flor y una merma en el cuajado del fruto que no se ha podido recuperar. Sin embargo, los árboles han presentado condiciones heterogéneas en las diferentes zonas productivas. Este aspecto ha dificultado la realización del aforo en algunas regiones.